Tres décadas botando sin parar.

El Río Ulla cumplió ayer treinta años y sigue en plena forma.

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Una de las primeras formaciones del club cesureño, allá por los años ochenta.

Sucedió el 1 de septiembre de 1985. Aquel día, un grupo de chavales de Cesures, acompañados de los padroneses Chavi y Kochinke, daban los primeros botes como jugadores de un equipo de baloncesto. Tres décadas después, el balón sigue botando allí. Y lo hace con fuerza.

Los primeros pasos de aquellos precursores (Chavi, Fernanda Cuenca -que era la entrenadora-, José Ramón -delegado-, Miguel Metralleto, José Prieto, Javier Bus, Manolo -delegado-, Javier Fuxan, José Luis Miguéns, Fran Melón, Pedro -preparador físico-, Roberto Chochis, Luismi, Jorge Carroseiro, Miguel Kochinche Kolli y Ángel Yelis) fueron lo suficientemente fuertes como para que el club siga en pie. Y en buen momento. Fruqui, otro apoyo fundamental durante muchos años, apuntaba ayer que en la temporada que está a punto de empezar el número de equipos podría alcanzar de nuevo la decena. La campaña de captación en los colegios, que comenzarán en breve, ayudará a completar la nómina.

Aquellos inicios están perfectamente relatados en el blog del club (clubbaloncestorioulla.blogspot.com). Se cuenta ahí que fueron dos profesores del colegio Infesta (don Manolo y don José Ramón) quienes insertaron el virus de la canasta entre sus alumnos. No era fácil por la competencia del fútbol, pero la rivalidad con otros colegios en las competiciones escolares ayudaba a que los chavales intentaran mejorar en los entrenamientos. Ya se sabe que los niños tiran de los padres y fue el Anpa del colegio quien programó el baloncesto entre sus actividades extraescolares.

El otro elemento clave que explica la aparición del equipo de baloncesto en Cesures es la muerte del club de Padrón. Allí jugaban varios chavales cesureños, que se vieron de repente compuestos y sin equipo. Así que Manolo Amenedo y José Ramón Martínez se decidieron a crear un conjunto juvenil. No tenían título de monitor por lo que llamaron a Fernanda Cuenca, que era quien se encargaba de los entrenamientos en la actividad del Anpa.

Los primeros años fueron duros y tuvieron sus anécdotas. Los partidos se jugaban en una pista peculiar, con techo pero sin muros laterales, y tanto los equipos que allí llegaban para batirse con los locales como los árbitros utilizaban como vestuarios las aulas y los baños del colegio.

Con camisetas de futbito
El otro problema a solventar fue el de la equipación. «Foi grazas á colaboración desinteresada do Bar Muelle polo que o equipo tiña uniformes para xogar», recuerdan en el blog del club. Claro que los uniformes eran de futbito, circunstancia que no impidió que «ese equipo xogara e competira durante toda aquela temporada coa maior das ilusións do mundo mundial», recuerdan. Aquellos equipajes tuvieron su reciclaje. También lo explican en el blog: « Na segunda tempada, xa con chándales aportados pola empresa Extrugasa, non chegaran a tempo para a primeira xornada da liga as equipacións de xogo doadas por Librería Sar, e houbo que botar man da equipación do Bar Muelle de novo, co conseguinte vacile por parte do público cambadés, o ver chegar ó equipo estreando chándales, pero aínda cas equipacións de futbito».

El club tiene previsto organizar toda una serie de actos para celebrar este treinta aniversario aunque, admite Fruqui, será difícil superar lo sucedido hace diez años, cuando en los festejos del vigésimo cumpleaños se pudo homenajear a todos los precursores de aquella idea de Manolo y José Ramón que se ha transformado en toda una referencia del baloncesto comarcal.

La Voz de Galicia

Empiezan las obras del paseo fluvial en A Ponte y el arreglo de la rampa del Ulla.

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Agosto no fue un mes de baja actividad en las obras previstas en los ríos del municipio de Padrón. Por un lado, concluyeron los trabajos de limpieza del canal de derivación del Sar y, por otro, días atrás comenzaron los de construcción de un paseo peatonal en la zona de servidumbre del Ulla, a su paso por A Ponte, así como de reparación de uno de los muros de sillería de la rampa que da acceso al río y que llevaba años destrozados.

Ayer, el alcalde de Padrón Antonio Fernández y el jefe del Servicio de Proyectos y Obras de la Demarcación de Costas del Estado en Galicia, Ricardo Babío, visitaron los trabajos que se localizan en el margen derecho del río Ulla y que servirán para ampliar el paseo fluvial desde la desembocadura del Sar.

Los trabajos comenzaron precisamente en el final de este paseo, con el derribo y nueva construcción de un muro, tras su retranqueo. En cuanto a la recuperación de la servidumbre de tránsito, el ministerio peatonalizará un tramo de longitud aproximada de 1.000 metros para el uso público y completará todo el sendero que recorre los bordes de los ríos Sar y Ulla conectando el núcleo de Paraíso con Padrón, permitiendo circunvalar esta zona hasta la confluencia de los ríos.

Esta senda, ejecutada predominantemente con pavimentos naturales, tendrá un tramo de 600 metros sobre zonas naturales y 400 metros sobre zonas pavimentadas que se peatonalizarán. Se instalarán 449 metros de barandilla ornamental y se echarán 4.072 metros cuadrados de jabre estabilizado.

En la rampa de acceso al río, las máquinas trabajan para acondicionar la zona y reparar el muro de sillería. Para ello, la empresa adjudicataria, Tragsa, tiene que esperar a que baje la marea, por lo que esta semana puede trabajar desde las doce de la mañana hasta las cinco de la tarde, aproximadamente.

La obra del paseo fluvial y de la rampa de acceso al Ulla tiene un plazo de ejecución de dos meses y un presupuesto total de 233.843,39 euros.

Total: 233.000

Medio Ambiente

Es la inversión total para el paseo el arreglo de la rampa

La Voz de Galicia

El canal de derivación del río Sar en Padrón quedó totalmente limpio.

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En cuanto a la limpieza del canal de derivación del Sar, las máquinas retiraron toneladas de sedimento del fondo del cauce artificial construido en el año 1993, así como árboles que crecían en el interior del mismo. La obra tuvo un presupuesto de más de 300.000 euros, aportados por la Consellería de Medio Ambiente. Esta tiene, además, otra obra en marcha en el río Sar en Padrón, la de estabilización de taludes en dos tramos del cauce, uno aguas arriba del puente nuevo de Iria y otro aguas abajo.

Los trabajos están adjudicados a la empresa pública Tragsa, que también se encarga del acondicionamiento del paseo de un kilómetro de longitud y cuatro metros de ancho en la zona de servidumbre del río Ulla, en el lugar de A Ponte.

La Voz de Galicia

Valga celebra las Bodas de Plata de su fiesta gastronómica más importante.

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Miles de personas se congregaron ayer en Valga para ensalzar dos de los productos gastronómicos más conocidos de esta localidad: la “caña do país” y la anguila del río Ulla. El Ayuntamiento y diversos colectivos diseñaron una completa y variada programación en la que había cabida para el deporte, el teatro, la música y la gastronomía. En conjunto, fue una programación amplia, pensada para celebrar las Bodas de Plata de la fiesta, que es de Interese Turístico Galego.

En el capítulo de premios, los ganadores fueron José Manuel Rodríguez Cerneira en las categorías de caña de hierbas y tostada, y Francisco Taibo Gómez, en blanca. El primero de ellos es de Campaña, y el segundo de Cordeiro.

La organización también concedió una distinción a cuatro personas que participaron en la fundación de la fiesta, hace ya un cuarto de siglo. Fueron los “cañeiros” Fermín Rodríguez y Antonio Santiago y los catadores Francisco Taibo y Antonio Castaño, a quienes la organización entregó la reproducción de un alambique con motivo de la 25 edición de la fiesta.

En cuanto al premio al “Lugar máis fermoso”, se lo ha vuelto a llevar Barcia, que ganó en tres de las cuatro ocasiones en las que participó, las dos últimas en 2014 y 2015. El trabajo colectivo de Barcia que le ha permitido este premio consistió en la adecuación de un parque infantil, en el que esculpieron con resina figuras de personajes de Disney trabajando, como Mickey Mouse, al tiempo que ampliaron una casita que hicieron junto a un árbol y colocaron unos bancos. Detrás quedaron Vilar y Vilarello.

Finalmente, hubo un concurso gastronómico entre una docena de bares de Valga que prepararon tapas de anguila, y el ganador fue el bar Alba, de Vilar. La fiesta sigue hoy en Valga con exhibiciones de cetrería y de perros de competición, con una demostración de caza con arco y una comida campestre.

Faro de Vigo

Anguila del Ulla.

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A orillas del río Valga, en realidad, el pescado estaba ya vendido desde el sábado. Fue entonces cuando la vigésimo quinta edición de la Festa da Anguía despachó el grueso de las raciones, en sus dos recetas más célebres, frita o empanada, aunque Cunqueiro recomendaba una salsa verde, en caso de tratarse de ejemplares de buen tamaño, y recordaba la tradición de conservarlas ahumadas, colgadas de cestas de mimbre sobre la lareira. Que la anguila da bastante más de sí lo demuestra la segunda ruta de tapas que, organizada por el Concello, reunió a 16 establecimientos en la pugna por los tres mandiles a concurso.

Ganó la Anguía á mariñeira del bar Alba, seguida por la Muiñeira do areal, de la cafetería del auditorio y por la Anguía ao estilo pontellón, del bar del mismo nombre. Mandiles de oro, plata y bronce. Para redondear la degustación, sin por ello perder la cabeza, nunca biene mal un tróspiro de caña del Ulla, cuyos aguardientes encontraba el maestro de Mondoñedo «finos e soaves». Antonio Santiago, Francisco Taibo, Fermín Rodríguez y Antonio Castaño, distinguidos por su contribución a la fiesta, conocen a la perfección el antiguo arte de la destilación en alambique.

Con el pescado más o menos vendido, decíamos, los últimos compases de la celebración se consagraron al mercado pirata, la comida popular que reunió a dos centenares de personas bajo las carpas, a ese ánimo medievalizante que tanto abunda últimamente en cualquier festejo y ha despertado un inusitado interés por la cetrería y disciplinas como el tiro con arco, y un amplio surtido de elaboraciones artesanales, que comienza por las gominolas de calimocho, gintónic o vodka con naranja, y terminan por los licores de mojito.

La Voz de Galicia

Los paladines de la caña del país.

Caña

Valga celebra los 25 años de una fiesta que hermana aguardiente y anguila.

Los piratas desembarcaron ayer en Valga. Los bucaneros llegaron al parque Irmáns Dios Mosquera cargados con sus cofres de artesanía y se instalaron para pasar unos días en este amable rincón del Baixo Ulla. Poco después de que su campamento estuviese listo, las asociaciones del municipio abrieron sus propios puestos, en los que se pueden encontrar curiosos productos hechos con caña. Y por la noche, los acordes del Cañarock recordaron a todo el mundo que Valga está de fiesta. Hoy es el día grande de una celebración doble en la que la anguila y la caña del país se dan la mano. Llevan así 25 años.

Un cuarto de siglo de vida es tiempo más que suficiente para reconocer a los auténticos devotos de esta fiesta valguesa. Sobre todo, a aquellos que reverencian a la caña del país sobre cualquier otro bebedizo. Este año, el Concello ha identificado a cuatro de esos históricos de la fiesta y hoy les rendirá un merecido homenaje. Será a partir de la una de la tarde, después del pregón que oficiará el humorista Xosé Antonio Touriñán. A esa hora, se le impondrá la insignia de la celebración a los cañeiros Fermín Rodríguez y Antonio Santiago Gregorio, que año tras año hacen demostraciones de destilado para los asistentes a la fiesta. También serán reconocidos dos de los catadores oficiales del concurso, Antonio Castaño y Francisco Taibo. A pesar de que todos ellos tienen bastantes más años que la celebración, nunca fallan. Y si lo hacen, es por motivos más que justificados y asegurando un buen relevo.

Otro histórico
El empresario Andrés Quintá es otro de los devotos de la Festa da Anguía e a Mostra da Caña do País. Una celebración con la que colabora año tras año porque, dice, «debemos seguir apoyando y fomentando estas fiestas de productos naturales pues forman parte de la cultura y tradición de nuestros pueblos, además de que fomentan estos productos autóctonos y favorecen la economía local». La de la anguila y la caña son fiestas «muy populares en la comarca por la calidad de lo que en ellas se ofrece, por sus productos atractivos para vecinos y visitantes, que acaban acudiendo todos los años a esta festividad». Este año, con mayor razón, ya que con motivo del 25 aniversario de la fiesta esta se ha alargado en el tiempo y enriquecido con una amplia oferta de ocio.

La Voz de Galicia