Oficialmente, la campaña de pesca de lamprea en el río Ulla finaliza hoy, cuando aún podrían largarse las nasas butrón que emplea el colectivo de valeiros. Pero estos pescadores hace tiempo que decidieron desistir y dedicarse a otra cosa con sus embarcaciones. Los que más aguantaron ya ni siquiera dejaron ayer sus aparejos en el agua.
Pero el estado de alarma decretado por el avance del coronavirus Covid-19 provocó el cierre de los restaurantes, y estos son los principales compradores del cartilaginoso pez capturado en aguas de Pontecesures
Así
pues, y dado que el coronavirus Covid-19 fue un lastre demasiado pesado
como para salvar la positiva y esperanzadora temporada, ésta se tornó
en pésima para los intereses de la flota.
Tanto es así que se cierra antes de tiempo. Y no solo eso, sino que lo hace con otra preocupante noticia, como es la creciente presencia en el Ulla de una especie invasora, el cangrejo americano.
Uno de los cangrejos capturados en el Ulla.
De ello dan cuenta los propios valeiros, que en lo que va de temporada de lamprea encontraron en sus nasas una decena de esos crustáceos que amenazan a las especies autóctonas.
«Y si entraron diez en las nasas, que se sepa, quiere decir que hay muchos más y que pronto acabarán con todo como no se haga algo rápido», proclaman los pescadores que faenan en Pontecesures.
La «dama del Ulla» es abundante este año, pero ya casi no queda quien la compre.
Un pescador de lamprea de Pontecesures introduce un ejemplar en un saco.
La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla, que comenzaba el 2 de enero y debería finalizar el próximo día 15, estaba resultando fantástica, pero se ha convertido en una ruina. Había abundancia de producto, y de hecho la sigue habiendo. Pero los principales clientes de los valeiros, el colectivo que se dedica a su captura desde embarcación, son los restaurantes, y están cerrados.
Además, las medidas preventivas derivadas del estado de alarma obligaron a suspender la fiesta de exaltación de la lamprea del Ulla que estaba prevista en Pontecesures el pasado 29 de marzo. Dicho de otro modo, que sin esa degustación festiva y con el sector de la restauración inoperativo, el primitivo pez no tiene salida.
Agentes por mar y aire rastrearon Catoira, Isorna y una nave de Dodro usada antes por narcos.
Los vecinos residentes a orillas del río Ulla
asistieron ayer a un importante despliegue de medios policiales por
tierra, mar y aire desarrollados en el marco de la operación Lince que
evitó la entrada en Galicia de un macroalijo de 3,7 toneladas de
cocaína. Fuentes conocedoras del caso indicaron que el dispositivo tenía
por objetivo dar con el paradero de los lancheros de la embarcación que
logró eludir la persecución policial del pasado sábado, así como a
proceder al registro de inmuebles presuntamente vinculados a la
organización.
Rastreo del cauce
Entre ellos estarían una nave que ya en el pasado fue vinculada al
narcotraficante Manuel Abal Feijóo, Patoco. Sin embargo, no existiría
conexión con el grupo de la operación Lince, pero, en opinión de los
investigadores, la instalación, ubicada en Dodro, pudo ser punto de
partida de los lancheros. No obstante, también se pudo ver a la
embarcación de la Guardia Civil rastreando con atención los fondos del
Ulla en las orillas más próximas a Catoira. Asimismo, un helicóptero
estuvo sobrevolando después del mediodía, y muy bajo en algunos
momentos, la zona de la calle Estación, donde se concentra el principal
núcleo urbano de Catoira, y también el cauce del río.
Los vecinos de este municipio también detectaron la presencia de
vehículos policiales, a parte de los dispositivos de gran calibre
desplegados en los principales accesos a esta localidad; cubriendo todas
las rotondas en todas las direcciones y preguntando exhaustivamente el
destino de cada conductor tras su identificación.
Cabe recordar que la operación Lince estalló el pasado sábado tras meses de investigación por parte de la Udyco de Policía Nacional y el EDOA de Guardia Civil, ambas de Pontevedra, con el apoyo de Vigilancia Aduanera. Continúa abierta y bajo secreto, pero el número de detenidos ya supera la media docena y estos días siete prestaron declaración por videoconferencia en el juzgado número 2 de Cambados, que decretó para ellos prisión provisional y sin fianza como investigados por un delito de tráfico de drogas en notoria cantidad. Entre ellos, están el isleño C.R.R., el vilanovés J.M.P, un hombre de nacionalidad peruana y cuatro vecinos de A Guarda, entre los que estaría el presunto cabecilla.
Dona más de medio millón de productos para UCIs, centros de salud y hospitales de campaña
La factoría de Nestlé en Pontecesures.
FdV
Nestlé, con diez centros de producción distribuidos en cinco
comunidades autónomas españolas, entre ellos el de Pontecesures, se ha
comprometido a «desempeñar un papel clave» en la respuesta frente a la
pandemia por Covid-19 «garantizando el suministro de alimentos y bebidas a todas las familias».
Para
ello, establece medidas de apoyo tanto a sus trabajadores como a los
transportisttas, el personal sanitario y la población en general, en
este caso a través de Cruz Roja.
En
relación con la plantilla de personal, considera pieza clave «la
dedicación y compromiso» de los empleados de sus factorías y de su
centro de distribución de Guadalajara, de ahí que les ofrezca mientras sigan en funcionamiento una asignación de hasta 500 euros al mes, con efectos retroactivos desde el pasado día 15.
Jacques
Reber, el director general de Nestlé España, asume que es gracias a
ellos, a los trabajadores, que «podemos cumplir con la que es nuestra misión esencial en estos momentos: garantizar el suministro de alimentos a todas las familias españolas y a sus animales de compañía».
Les garantiza el salario íntegro
Pero
eso no es todo, sino que la compañía, que destina el 56% del total de
la producción española a la exportación y factura 1.995 millones de
euros al año, se ha comprometido a garantizar «el salario íntegro, durante un mínimo de doce semanas»
contadas desde la citada declaración del estado de alarma, a todos los
empleados cuya actividad pueda verse impactada por el mismo.
E
incluso ofrece a su plantilla la posibilidad de solicitar un anticipo
de salario, ofreciéndole «una ampliación de una mensualidad respecto a
la política vigente en cada centro de trabajo».
«Estoy
muy orgulloso de la calidad profesional y humana que están demostrando
nuestros trabajadores, por eso quiero agradecer personalmente su
compromiso ante este reto sin precedentes al que nos estamos
enfrentando», sentencia el director general.
Medidas de seguridad y prevención
Paralelamente,
y también en relación con los trabajadores y las medidas
extraordinarias adoptadas en relación con el estado de alarma, cabe
destacar que, por tratarse de una empresa de alimentación y estar
sometida a todo tipo de controles y auditorías, Nestlé España también presta una especial atención a las medidas y planes de seguridad y prevención laboral.
Ahora, en buena lógica, «más que nunca», pues dice considerar la salud y seguridad de sus trabajadores «una prioridad máxima».
Esto
supone que, «a los estrictos estándares de higiene habituales, se suman
medidas adicionales, tanto en las fábricas como en las oficinas y
centros de distribución» citados.
Otras medidas frente al Covid-19
Por
otra parte, pero también en relación con la lucha contra la pandemia,
cabe destacar otras acciones emprendidas por la multinaciona:
Ha
donado para el personal sanitario de Unidades de Cuidados Intensivos
(UCIs), centros de salud y hospitales de campaña más de medio millón de
productos, como platos preparados a base de legumbres, suplementos
nutricionales, snacks, barritas de cereales, agua y café, entre otros.
Ha
proporcionado lotes con productos a los transportistas que hacen
posible estos días que los alimentos lleguen a los supermercados y
comercios de.
A nivel mundial, donará 10 millones de francos suizos a Cruz Roja Internacional.
Nestlé
España también anima a sus trabajadores a realizar donaciones
económicas que se destinarán a Cruz Roja Española. La empresa se
compromete a doblar la cantidad total, aportando el mismo importe que el
recaudado por los empleados.
187 países
Con una plantilla media de 4.020 personas el año pasado en España (291.000 empleados en 187 países), Nestlé lidera el mercado alimentario nacional «con una amplia gama de productos».
Se
trata de «alimentos infantiles, lácteos, chocolates, cafés y bebidas a
base de cereales, culinarios, cereales para el desayuno, aguas
minerales, especialidades de nutrición clínica y alimentos para
mascotas», recuerdan en la compañía.
Todo ello prpoducido en centros españoles como sel de Pontecesures, al que se suman los de Gijón
y Sevares (Asturias), La Penilla (Cantabria), los catalanes de Gerona,
Viladrau, Castellbisbal y Reus, Miajadas (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz).
Los orígenes de Nestlé Pontecesures.
80 años a orillas del Ulla
En
el caso de la factoría de Pontecesures, de la que dependen alrededor de
doscientos trabajadores, hay un artículo que destaca por encima de
todos los demás, como es la popular leche condensada La Lechera.
Imagen de un anuncio histórico de La Lechera.
Dispone de ocho líneas de llenado que el año pasado produjeron alrededor de 51.000 toneladas de ese producto, dulce de leche y cocido de leche, «elaborados en su totalidad con materia prima gallega».
En esta industria, creada hace ocho décadas, reciben cada año 110.000 toneladas de leche fresca gallega proveniente de más de 150 explotaciones ganaderas ubicadas en un radio máximo de 60 kilómetros.
El 60% de su producción se destina a países europeos como Reino Unido, Francia, Portugal, Italia y Bélgica, pero también a Oriente Medio, África Central y el Magreb.
Atrapado está el sector en un callejón sin salida: podrían vender su producto, ¿pero a quién?.
En cualquier buena fiesta gallega no pueden
faltar los gaiteiros, los pulpeiros o las orquestas, pero tampoco los
churros. Los churreros ambulantes, en realidad, están por todos lados
porque a quién no le apetece una buena docenita de ese manjar recién
salido de la sartén cuando se está dando una vuelta por el mercadillo o
un paseo una tarde de domingo cualquiera por Vilagarcía. Un placer que,
evidentemente, ha desaparecido de nuestras vidas tras la irrupción del coronavirus y que ha dejado al sector de los churreros ambulantes totalmente desprotegidos.
La Churrería Sandra, en Pontecesures,
es uno de los buques insignia de este tipo de negocios en la comarca
del Baixo Ulla. «No hay eventos en la calle, no hay ferias, no hay nada.
Nosotros no podemos salir a la calle con nuestros furgones a montar un
estand de una churrería y ponernos a vender porque la gente no puede
venir a la calle», explican los propietarios.
Lo cierto es que los churreros ambulantes están
metidos en todo un laberinto. Agrupados en el sector de la alimentación,
apuntan desde Pontecesures que ellos podrían seguir vendiendo su
producto, pero que sería algo absurdo porque no es un producto de
primera necesidad y podrían multar a quien bajara de su domicilio
exclusivamente para comprarlos. Al margen de otras consideraciones de lo
más lógico. «Nin sería ético, nin san», apuntan desde la Churrería Sandra.
Desde
el 14 de marzo con los hornillos apagados, las facturas sin embargo,
siguen llegando. La opción que les queda, y que están estudiando, es
optar por el ces de actividad, pero para eso tienen que demostrar una
merma en los ingreso del 75 %, algo que tampoco va a ser muy fácil
porque lo que ha sucedido, directamente, es que las ferias, mercadillos y
demás eventos se han cancelado. Y temen, además, lo que pueda suceder
durante el verano.
La multinacional láctea produce alimentos infantiles, chocolates, cafés, bebidas a base de cereales y aguas.
Nestlé, con diez centros de producción distribuidos en cinco
comunidades autónomas españolas, entre ellos el de Pontecesures, se ha
comprometido a «desempeñar un papel clave» en la respuesta frente a la
pandemia por Covid-19 «garantizando el suministro de alimentos y bebidas a todas las familias».
Para
ello, considera pieza clave «la dedicación y compromiso» de los
empleados de sus factorías y de su centro de distribución de
Guadalajara, de ahí que les ofrezca mientras sigan en funcionamiento una asignación de hasta 500 euros al mes, con efectos retroactivos desde el pasado día 15.
Jacques
Reber, el director general de Nestlé España, asume que es gracias a
ellos, a los trabajadores, que «podemos cumplir con la que es nuestra misión esencial en estos momentos: garantizar el suministro de alimentos a todas las familias españolas y a sus animales de compañía».
Les garantiza el salario íntegro
Pero
eso no es todo, sino que la compañía, que destina el 56% del total de
la producción española a la exportación y factura 1.995 millones de
euros al año, se ha comprometido a garantizar «el salario íntegro, durante un mínimo de doce semanas»
contadas desde la citada declaración del estado de alarma, a todos los
empleados cuya actividad pueda verse impactada por el mismo.
E
incluso ofrece a su plantilla la posibilidad de solicitar un anticipo
de salario, ofreciéndole «una ampliación de una mensualidad respecto a
la política vigente en cada centro de trabajo».
«Estoy
muy orgulloso de la calidad profesional y humana que están demostrando
nuestros trabajadores, por eso quiero agradecer personalmente su
compromiso ante este reto sin precedentes al que nos estamos
enfrentando», sentencia el director general.
Medidas de seguridad y prevención
Paralelamente, y también en relación con los trabajadores y las medidas extraordinarias adoptadas en relación con el estado de alarma, cabe destacar que, por tratarse de una empresa de alimentación y estar sometida a todo tipo de controles y auditorías, Nestlé España también presta una especial atención a las medidas y planes de seguridad y prevención laboral.
Ahora, en buena lógica, «más que nunca», pues dice considerar la salud y seguridad de sus trabajadores «una prioridad máxima».
Esto
supone que, «a los estrictos estándares de higiene habituales, se suman
medidas adicionales, tanto en las fábricas como en las oficinas y
centros de distribución» citados.
187 países
Con una plantilla media de 4.020 personas el año pasado en España (291.000 empleados en 187 países), Nestlé lidera el mercado alimentario nacional «con una amplia gama de productos».
Se
trata de «alimentos infantiles, lácteos, chocolates, cafés y bebidas a
base de cereales, culinarios, cereales para el desayuno, aguas
minerales, especialidades de nutrición clínica y alimentos para
mascotas», recuerdan en la compañía.
Todo ello prpoducido en centros españoles como sel de Pontecesures, al que se suman los de Gijón
y Sevares (Asturias), La Penilla (Cantabria), los catalanes de Gerona,
Viladrau, Castellbisbal y Reus, Miajadas (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz).
Los orígenes de Nestlé Pontecesures.
80 años a orillas del Ulla
En
el caso de la factoría de Pontecesures, de la que dependen alrededor de
doscientos trabajadores, hay un artículo que destaca por encima de
todos los demás, como es la popular leche condensada La Lechera.
Imagen de un anuncio histórico de La Lechera.
Dispone de ocho
líneas de llenado que el año pasado produjeron alrededor de 51.000
toneladas de ese producto, dulce de leche y cocido de leche, «elaborados en su totalidad con materia prima gallega».
En esta industria, creada hace ocho décadas, reciben cada año 110.000 toneladas de leche fresca gallega proveniente de más de 150 explotaciones ganaderas ubicadas en un radio máximo de 60 kilómetros.
El
60% de su producción se destina a países europeos como Reino Unido,
Francia, Portugal, Italia y Bélgica, pero también a Oriente Medio,
África Central y el Magreb.