La petición de más información aplaza el paso por el juzgado del gobierno valgués.

El fiscal se ha opuesto a que el caso sea sobreseído como pedían los acusados

El alcalde de Valga y seis de sus concejales tendrían que pasar esta semana por el juzgado de Caldas para, en calidad de investigados, despejar todas las dudas que envuelven las comisiones de organización que funcionaron en el Concello valgués, a razón de una reunión por semana, desde 1992. Pero esas declaraciones han sido aplazadas. Tras escuchar al Ministerio fiscal, la jueza ha decidido «dejar sin efecto las citaciones libradas para las declaraciones de los denunciados en calidad de investigados» hasta que se hayan practicado una serie de pruebas solicitadas por el Fiscal. En concreto, la acusación pública ha solicitado un informe del Colegio Territorial de Secretarios, Interventores y Tesoreros de la Administración local, «sobre la legalidad de la constitución de las comisiones de coordinación de delegados realizada por el Concello de Valga».

La solicitud de esa prueba fue planteada por el fiscal en un escrito firmado el 15 de marzo. Un documento en el que se oponía «a la solicitud de sobreseimiento libre del proceso penal efectuada por la representación procesal de los investigados». Justificaba esa postura en el hecho de que la documentación entregada por los propios acusados, si bien «arroja dudas razonables sobre la consistencia y la contundencia de la denuncia formulada [por el PSOE] por la posible comisión de un delito de prevaricación y malversación de caudales públicos, no excluye de forma total la ilicitud penal». De hecho, esa documentación genera dudas y hace preciso informes que, como el solicitado al colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros, aclaren «la legalidad de la constitución de las comisiones», así como «la legalidad de la percepción de dietas de asistencia» a las mismas.

Consciente de que se enfrenta a un caso largo, denso y lleno de complejidades y tecnicismos, el Fiscal también ha solicitado «que se declare la complejidad de la causa». Esta, razona, «garantiza contar con un plazo de instrucción de la causa de 18 meses, que parece suficiente», según señala el escrito en el que se formulaba esta petición, que también ha sido aceptada por la jueza que lleva el caso.

Así que, de momento, queda aplazada la declaración de los concejales acusados de cobrar ilícitamente las comisiones de coordinación que se celebraban en el Concello de Valga. Quienes en principio deberán declarar en la fecha prevista son los testigos, convocados para abril.

La Voz de Galicia

El PSOE acusa al gobierno de Valga de delegar en los padres el mantenimiento de las unitarias.

Esta misma semana, el cuadro eléctrico del aula del CRA de Ferreirós (Valga) ardió, obligando a desalojar a los alumnos. No fue más que un susto, afortunadamente. Pero ha servido al PSOE de esta localidad para denunciar que “o goberno local elude as súas responsabilidades e rexieta esixir á Xunta que manteña e financie as obras de mantemento das escolas unitarias”. Los socialistas recuerdan que en enero del año pasado presentaron una moción al pleno alertando del “estado de deterioro que sufrían as escolas unitarias do noso concello. Advertiamos que algunhas delas tiñan problemas serios cas instalacións de electricidade e calefacción, así como as carpinterías moi pouco eficientes. Esixiamos que se fixese un estudio de todas as edificacións para determinar as necesidades de cada unha delas e, posteriormente, acondicionalas”, reclamando a la Xunta que asuma las responsabilidades que tiene en esa materia.

Según el PSOE, nada de eso se hizo. “O PP nin sequera permiteu o debate daquela moción”, y eso pese a que “o goberno local non pode permitir que os escolares estean en locais deficientes e carentes dunhas mínimas condicións de hixiene, habitabilidade e accesibilidade”.

Según los socialistas, el gobierno local no solo no se ha dirigido a la Xunta para pedirle que actúe en esta materia, sino que “para máis inri, hai uns meses obrigou a pais e nais dos nenos usuarios destas escolas a pagar a man de obra dunhas obras de instalación de acumuladores eléctricos”. “? gravísimo que o goberno local eluda as súas responsabilidades e as da Xunta, e pretenda que os pais resolvan problemas que claramente son da administración”. En todo caso, consideran completamente injusto que se “deixe a carga econónima nas mans de pais e nais”, algo que consideran inaceptable, aunque sea “un procedemento moi empregado polo goberno local, carece de toda base legal”.

Desde el Concello aclaran, sin embargo, que antes del inicio del curso se mantiene una reunión de trabajo con padres y dirección de todos los centros para fijar las obras de mantenimiento prioritarias, y que todas esas actuaciones se hicieron puntualmente. La idea de colocar los acumuladores surgió más tarde y fueron los propios padres quienes ofrecieron hacerse cargo de su instalación.

La Voz de Galicia

Arde el cuadro eléctrico de un aula del CRA de Ferreirós, en Valga.

Alredador de las doce y media de la mañana, el cuadro eléctrico del aula del CRA de Valga ubicada en Ferreirós comenzó a quemarse. El docente al frente de este servicio actuó con celeridad y sacó del centro a los niños, que permanecieron fuera del mismo hasta que se sofocó el incendio y se ventiló la sala. Fueron efectivos del GES de Valga quienes apagaron el fuego. Luego, operarios del concello revisaron la instalación eléctrica.

La Voz de Galicia

Las llamas dan la puntilla a Casa Castaño, el que fue restaurante de la alta sociedad.

La Familia Real española, clubes como el Real Madrid, ilustres literatos y políticos de renombre saborearon sus viandas -El edificio estaba en ruinas y ayer ardió por dentro.

Las llamas, parece que iniciadas en un colchón situado en una de las plantas superiores, utilizada en ocasiones para pasar la noche algún conocido drogodependiente de Pontecesures, dieron la puntilla ayer al edificio Casa Castaño, un emblemático restaurante que tuvo su época de esplendor en los años sesenta, setenta y ochenta.

Famoso por la preparación de lamprea a la bordelesa, pero también por sus croquetas de marisco, la merluza a la cazuela y postres como tocinillo de cielo, entre otros platos representativos de la cocina tradicional gallega, este establecimiento fue visitado por la Familia Real española y destacados personajes de la política, la empresa y la cultura antes de entrar en declive.

Un declive, por cierto, que en gran medida se produjo a raíz de la entrada en funcionamiento de la autopista del Atlántico (AP-9), ya que la carretera Nacional 550, al lado de la que se sitúa este inmueble, dejó de ser la principal vía de circulación.

Considerado todo un clásico de la cocina, y siendo tradicional la visita para tomar la lamprea el día de San José, este restaurante pontecesureño cerrado en 1994 se había convertido desde hace un par de décadas en un edificio ruinoso.

De un tiempo a esta parte estaba invadido de maleza, además de ser utilizado con frecuencia por los okupas, de ahí que cuando ayer a las tres de la tarde se descubrió el fuego en el interior saltaran todas las alarmas, ante la posibilidad de que alguien pudiera estar en el interior.

Pero también porque este edificio está situado justo frente a una gasolinera, a escasos metros del puente romano que une la localidad con Padrón a través de la N-550. Precisamente una de las fachadas del inmueble da a esta carretera, mientras que la otra se asoma prácticamente encima del cauce fluvial, solo separada del agua por la calle José Novo.

Afortunadamente, y según indicaron en el Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga, el incendio quedó controlado unas horas después sin que hubiera que lamentar daños personales, apuntándose la posibilidad de que el fuego se iniciara en los colchones antes referidos, quizás utilizados por los okupas del edificio.

La importante intervención de los equipos de emergencias evitó que las llamas afectaran a otros inmuebles y los vecinos y testigos de los hechos pudieron respirar tranquilos, aunque lógicamente apenados por la pérdida de un edificio que era una referencia histórica en la localidad.

No cabe duda de que, si alguna esperanza quedaba, ayer parecía quemarse la posibilidad de recuperar un restaurante que fue sinónimo de buen comer y se convirtió en una de las referencias culinarias de Galicia. Como no podía ser de otra manera, por aquello de situarse en Pontecesures y a orillas del Ulla, con la lamprea como tarjeta de presentación.

Faro de Vigo

Un incendio en el viejo edificio de Casa Castaño desata la alarma en Pontecesures.

Los bomberos de Vilagarcía, el GES de Valga, Protección Civil de Pontecesures y la policía local de este municipio procedieron este mediodía a sofocar un incendio declarado en el arruinado edificio de Casa Castaño. Según explica la policía municipal, el fuego de inició, aparentemente, en un colchón de una habitación de la parte alta de la casa. Aunque el incendio fue aparatoso y generó una densa humareda, los daños parecen reducirse al habitáculo en el que se prendieron las llamas. Poco después de las cuatro de la tarde el fuego se daba por controlado.

La Voz de Galicia

Arde una habitación de Casa Castaño en la que se había instalado un transeúnte.

A pesar de estar hecho una ruina, el viejo edificio de Casa Castaño es una de las señas de identidad de Pontecesures. El inmueble estuvo a punto de ser arrasado ayer por las llamas. Y es que en una habitación del segundo piso, en la que se había instalado un transeúnte, se declaró a las tres y veinte de la tarde un incendio.

Hasta el lugar se trasladó de inmediato la policía local cesureña, los voluntarios de Protección Civil, efectivos del GES de Valga y de los bomberos de O Salnés. Según informaron estos últimos, las llamas empezaron en una habitación del segundo piso que estaba habitada. Ardió un colchón, algunas piezas de ropa que estaban esparcidas por la sala, y alrededor de diez metros cuadrados del suelo de madera.

Aunque el incendio fue aparatoso y generó una densa humareda, a los bomberos no les resultó muy complicado sofocarlo. De hecho, permanecieron en el lugar alrededor de cincuenta minutos, tiempo más que suficiente para sofocar las llamas y para comprobar que estas no habían dañado una estructura que, pese a los años y el olvido, sigue robusta.

La Voz de Galicia