Los ciudadanos de Pontecesures ya disfrutan de las piscinas municipales, aunque sea estando obligados a respetar las importantes medidas de seguridad introducidas para evitar contagios por coronavirus. El uso está limitado a un máximo de cincuenta personas, como se informaba ayer, y existe una aplicación a la que es posible acceder desde la web del Concello mediante la cual gestionar la reserva de uso de las instalaciones. El alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, supervisó esta vuelta a la nueva normalidad en las «bañeras» del municipio ribereño y las medidas de limitación de aforo y desinfección introducidas.
La normalidad tarda más en llegar en algunos ámbitos. Si la reducción de la movilidad fue clave para controlar la expansión del covid-19, en la desescalada y en las primeras semanas después del fin del estado de alarma las circulaciones ferroviarias aún no han recuperado ni mucho menos el nivel previo a la crisis sanitaria, a pesar de que Renfe ha aumentado moderadamente las frecuencias. La situación no es grata para algunos usuarios, que se pusieron en contacto con La Voz para denunciar que no pueden coger el tren para ir al trabajo, como hacían antes, pues el que utilizaban para poder llegar a tiempo a su puesto fue retirado durante el estado de alarma y no ha sido repuesto. Tampoco los sindicatos están de acuerdo con esta política comercial de Renfe, y tanto CC.OO. como la CGT reclamaron en varias cartas a la dirección de Renfe Viajeros que se repongan los servicios suprimidos o, al menos, los que son necesarios para la conciliación laboral de los usuarios.
Fuentes de la operadora pública explican que la empresa ha ido aumentando progresivamente sus servicios -en general, un 50 % más de trenes con respecto a los que funcionaban durante el confinamiento- a medida que se iban relajando las medidas de contención de la movilidad para evitar contagios. Así, cuando Galicia fue la primera comunidad en salir del estado de alarma se añadieron seis trenes a los que ya circulaban. Y cuando lo hizo el resto del país, fueron 12 las conexiones que se retomaron. El 26 de junio, con la previsión de que se reabriera la línea a Madrid entre Zamora y Ourense -finalmente fue el domingo 28-, las frecuencias por sentido pasaron de una a tres.
Aunque la operadora ferroviaria pública se compromete a ir reponiendo los trenes suprimidos cuando detecten que aumenta la ocupación, fuentes de la empresa aclaran que la demanda durante el mes de junio en media distancia «ha sido del 36 % en relación con la del mismo mes del año pasado». «Esto quiere decir -añaden estas mismas fuentes- que estamos muy lejos todavía de mover a los viajeros que teníamos antes de la pandemia».
Por esa misma línea argumental transitó el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, cuando se le preguntó el martes por la reducida oferta de Renfe tras el fin del estado de alarma. «Lo que no va a hacer la compañía ferroviaria pública es sacar trenes vacíos y sin viajeros», aseguró. Los trenes suprimidos se irán recuperando «a un ritmo acomodado a la demanda», añadió.
Quejas de viajeros
Los usuarios, sin embargo, notan las carencias. Begoña Besteiro se puso en contacto con este periódico para denunciar que Renfe eliminó los dos primeros trenes de la mañana en Santiago: «El regional que hacía el trayecto Vigo-A Coruña (que salía de Santiago a las 6.48 horas) y el Avant Ourense-A Coruña (con parada en Santiago a las 7.25). Ahora el primer tren que ofrecen para viajar desde Santiago a A Coruña llega a esta ciudad a las 8.13 horas», dice. «Esto provoca -añade- que todas las personas que viajaban habitualmente en alguno de estos dos trenes, mayoritariamente trabajadores, no disponen de ningún tren si entran a trabajar a las ocho de la mañana».
En el asunto de los trenes matinales también incidió la CGT en su carta a los responsables de Renfe Viajeros, destacando que no hay ninguno que llegue a A Coruña o a Vigo antes de las ocho de la mañana. O que entre Santiago y A Coruña, tras el tren de las 14.05 horas, no hay otro hasta las 16.10. Tampoco en A Coruña y Vigo, denuncian, hay conexiones para cubrir la salida de los turnos de tarde.
El ADIF arreglará trincheras y taludes en líneas convencionales
El Consejo de Administración del ADIF aprobó en su última reunión la licitación del contrato para la adecuación de taludes y trincheras en el ámbito de la red ferroviaria convencional y de ancho métrico de la zona noroeste.
El contrato, con un presupuesto de licitación de 7.018.000 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 24 meses, incluye actuaciones en la red ferroviaria a su paso por Galicia, las provincias de León, Zamora y Salamanca y parte de las de Ávila, Valladolid y Palencia.
La licitación servirá para proteger los taludes y erradicar la vegetación presente en la traza ferroviaria propiedad del ADIF y también de los árboles que, no siendo de su propiedad, pueden afectar al desarrollo de las circulaciones si se produce una caída sobre las instalaciones, algo relativamente habitual cuando hay temporales. El contrato también incluye los habituales tratamientos herbicidas.
García presidió ayer el lunes el primer pleno de su nueva etapa.
Alberto García presidió ayer su primer pleno desde que recuperó el bastón de mando de Catoira. Y aprovechó la sesión para sacar adelante el primer acuerdo trascendente de esta nueva etapa, como es una reivindicación dirigida a Renfe, al Estado central, la Xunta y a todo organismo que tenga algo que decir en la materia, para que se garantice el mantenimiento de los servicios ferroviarios.
En concreto, se quiere que se respeten la periodicidad y frecuencia de los trenes que utilizaban antes de la pandemia no solo los catoirenses, sino también los ciudadanos de Pontecesures y Padrón -con apeaderos propios- y, en general, los de comarcas como Caldas, O Sar y Barbanza.
Lo que hizo el alcalde vikingo fue incluir esta reivindicación en el orden del día a modo de Resolución de Alcaldía, pero sometiéndola a votación para que la Corporación le diera más fuerza tomando el acuerdo de reivindicar ese mantenimiento de los servicios ferroviarios, ya que con el estado de alarma por el coronavirus bajaron de 10 a 4 diarios, en cada sentido, y se teme que no vayan a recuperarse.
La propuesta elevada por García al pleno se basa en la reivindicación que hace días dio a conocer FARO DE VIGO, cuando el exconcejal pontecesureño Luis Sabariz hizo llegar a todos los grupos políticos parlamentarios y a los alcaldes del Bajo Ulla un informe en el que se alerta de esa pérdida de trenes, en perjuicio de la sociedad en general y, muy particularmente, de trabajadores y estudiantes.
«Como también van a salir muy perjudicados, en caso de reducirse el número de trenes, los ciudadanos de toda la comarca de Barbanza que se acercan a nuestras estaciones para utilizar este importante medio de transporte», advierte el propio García.
«No tiene sentido que se introduzcan nuevos recortes o se mantengan los aplicados a raíz de la pandemia cuando está demostrado que los ciudadanos utilizan el tren en gran número, e incluso que cada año parecen hacerlo más, por eso nos oponemos a la reducción de frecuencias y exigimos que sigan parando en nuestros apeaderos»,» proclama el máximo mandatario catoirense.
Iván Caamaño, portavoz del PP , se ofreció a pedir a la diputada Ana Pastor que ejerza de mediadora en el Congreso y reclamó un frente común de reivindicación participado por los Concellos de Rianxo y Boiro.
Los servicios de emergencias, tras rescatar al fallecido.
El hombre que apareció muerto el sábado en el río Ulla, entre Padrón y Pontecesures, ya ha sido identificado. Se trata de un vecino de Valga de 46 años, de iniciales J.L.V.R. Está siendo velado en el tanatorio municipal de esta localidad, y será enterrado a media tarde de hoy en el cementerio parroquial de Santa Cristina de Campaña.
El fallecido vivía solo, lo que explicaría por qué la familia tardó tanto en echarle en falta y en denunciar su desaparición. De hecho, a última hora de la tarde del sábado, el cuerpo todavía no había sido identificado, a pesar de que el cuerpo apareció a las dos de la tarde y se cree que el hombre pudo caer al río a última hora del viernes.
De todos modos, todavía no se pueden concretar las causas del deceso y como se produjo. Eso sí, los primeros indicios descartan la participación violenta de otras personas. En cualquier caso, al no aparecer todavía la bicicleta y otros enseres del fallecido, tampoco se puede determinar en que zona del Ulla cayó al agua.
La comitiva fúnebre saldrá del tanatorio de Valga a las 17.30 horas, y la misa de funeral será en la iglesia de Campaña, a cuyo término los restos mortales de J.L.V.R. recibirán sepultura en el cementerio parroquial. En la esquela se advierte a amigos y allegados que el aforo máximo en la iglesia será de 25 personas, debido a las restricciones impuestas por el coronavirus.
El cuerpo sin vida del valgués fue visto en A Ponte (entre Padrón y Pontecesures) sobre las 14.00 horas del sábado. Llevaba ropa deportiva y un casco de ciclismo, por lo que se sospecha que pudo salir a hacer deporte, pero no fue identificado al estar sin documentación.
Unos vecinos del lugar de A Ponte-Padrón, vieron sobre las 14 horas de ayer el cuerpo sin vida de un hombre flotando en aguas del río Ulla. Dieron aviso inmediato a los servicios locales de emergencia, que tras recuperar el cadáver con una lancha lo trasladaron hasta el muelle existente en las proximidades de Finsa. El hombre, de entre 40 y 50 años, no llevaba documentación, por lo que no fue posible indentificarlo. Un dato que sí ha transcendido es que tenía puesto un casco de ciclismo.
Al cierre de esta edición, las fuerzas de seguridad todavía desconocían la identidad del fallecido, habida cuenta de que aún no se había cursado denuncia alguna por desaparición, ni en la provincia de A Coruña ni en la de Pontevedra. En cualquier caso, lo que parece inicialmente descartado es que el hombre fuese víctima de un acto violento. Según fuentes de la investigación, la hipótesis más probable ahora es que el hombre terminase en el río tras sufrir un accidente.
En el lugar de los hechos se presentó el alcalde de Padrón y miembros del gobierno pontecesureño, pero nadie conoció al varón, por lo que se cree que no reside en ninguna de estas dos localidades, y que su presunta caída al Ulla se produjo en alguna zona del curso alto o medio del río. También se cree que llevaba en el agua al menos desde última hora de la tarde del viernos. Participaron en el operativo la Policía Local, el GES de Padrón y la Guardia Civil.
El cuerpo corresponde al de un hombre de entre 40 y 50 años, y llevaba puesto un casco de ciclismo.
Efectivos de emergencias cubren el cuerpo aparecido en el Ulla.
La Guardia Civil investiga en estos momentos la aparición de un cadáver en el río Ulla, en las inmediaciones de Padrón y Pontecesures. Se trata de un varón de entre 40 y 50 años, y aún se desconoce su identidad, pues no llevaba documentación. La única pista que ha trascendido hasta el momento es que llevaba puesto un casco de ciclismo.
En
el lugar de los hechos se presentó el alcalde de Padrón y miembros del
gobierno pontecesureño, pero nadie reconoció al varón, por lo que se
cree que no reside en ninguna de estas dos localidades, y que estaba
haciendo deporte en alguna población del curso medio o alto del río
cuando se precipitó al río por las razones que todavía se están
investigando.
El
cuerpo fue localizado flotando en el río poco después de mediodía, y
tras ser rescatado por una lancha lo llevaron hasta el muelle de Padrón,
donde se procedió al levantamiento del cadáver poco antes de las cuatro
de la tarde.
En el operativo participaron miembros del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, de la Policía Local de Padrón y de la Guardia Civil.