El BNG colocó carteles a lo largo de esta carretera.
El BNG de A Estrada instó ayer públicamente a la Xunta de Galicia a mejorar la carretera que une Baloira con Pontecesures. La formación nacionalista colocó carteles a lo largo e la PO-214 como gesto de reivindicación de que la administración gallega mejore el trazado y la capa de rodadura de esta infraestructura de comunicación.
La edil del BNG, Susana Camba, explicó que esta carretera «es la única vía que une el municipio estradense con Pontecesures y Padrón, que es también la única vía de acceso con la autovía del Barbanza». «No solo tiene un trazado sinuoso sino que tiene un apreciable deterioro de la capa de rodadura, que en el algún tramo es intransitable», apuntó la portavoz del grupo municipal del Bloque.
Desde el BNG se aseguró que los vecinos que utilizan esta carretera «están hartos de esta desidia por parte de la administración autonómica y por parte del Concello, que no exige la mejora de esta carretera», apuntó Camba. Añade que a los problemas del vial hay que sumar los enormes eucaliptos a lo largo de su trazado, señalando que, cuando hay temporal o vientos fuertes, la carretera se llena de ramas, algunas de importante calibre, que dificultan el tránsito.
El personal del equipo de lucha contra la avispa asiática de la Xunta
ha tenido que intervenir en Pontecesures. En concreto, procedió a la
retirada de nidos de velutina detectados e San Xulián, la calle Novo
Núñez y la subida hacia los colegios.
Así lo aseguran en el Concello, donde piden a los vecinos que si detectan estos nidos tomen precauciones y los comuniquen en las oficinas municipales o en el teléfono 012 de la Xunta.
En los últimos
días se ha intensificado la limpieza y desbroces de cunetas, caminos y
todo tipo de espacios públicos de la comarca de O Salnés y los
municipios del Ullán.
Este
plan, iniciado hace meses pero reforzado con la llegada del buen tiempo,
se realiza tanto a instancias de los diferentes Concellos como con
ayuda de la Diputación y por medio de los servicios de mantenimiento de
carreteras dependientes de la Xunta de Galicia.
Estas
operaciones incluyen la tala de árboles situados en los márgenes de las
principales vías de circulación. Entre ellas la PO-548, que une Pontecesures
con Vilagarcía, donde los operarios contratados al efecto llevan
semanas empleándose a fondo para retirarlos, especialmente en el caso de
aquellos que amenazaban con desplomarse sobre la calzada debido a la
acción de los fuertes temporales o la lluvia.
Estas labores, que también sirven para despejar los arcenes y aceras -en las carreteras que disponen de ellos-, pueden llegar a provocar retenciones o cortes puntuales en la circulación rodada, ya que en ocasiones es preciso colocar maquinaria pesada en la calzada o derribar sobre la misma los grandes árboles que se están talando.
El patrán mayor denuncia la situación ante la Consellería do Mar. El vertido, asociado a aguas muertas, podría matar los bivalbos sembrados en los parques de cultivo.
El incidente podría tener su origen en la apertura de las compuertas del embalse de Portodemouros. La corriente creada habría arrastrado posibles corrimientos de tierra o desprendimientos procedentes de fincas en terrenos próximos a causa de las torrenciales lluvias den se produjeron en el entorno de Santiago hace unos días.
Las estadísticas de Renfe demuestran que es un servicio muy utilizado entre Vigo y A Coruña. En los apeaderos de Pontecesures y Catoira se nota la ausencia de revisores.
Los usuarios siguen demandando la continuidad del tren de cercanías. Y ahora que con el estado de alarma se eliminaron muchos de ellos, lo que exigen es que una vez superado se retomen las frecuencias de viaje existentes antes de la pandemia.
Así lo hace constar el exconcejal pontecesureño, Luis Sabariz Rolán, que como miembro de la plataforma en defensa del servicio ferroviario de proximidad lleva años aportando datos que avalan la continuidad del mismo.
Y el balance oficial de Renfe referido al año 2019 solo sirve para reforzar sus planteamientos, ya que constata la existencia de una gran cantidad de pasajeros en la línea Vigo-A Coruña, con una importante actividad en las estaciones de ferrocarril tanto de Pontecesures como de Catoira, Padrón y Vilagarcía.
«Esperando que, a medida que se va superando la situación que sufrimos por la pandemia del Covid-19, vuelvan a circular todos los trenes que lo hacían antes de la declaración del estado de alarma», clama Sabariz, quien al referirse a los datas facilitados por Renfe Comercial sobre los viajes en 2019 en las estaciones citadas concluye que en las Baixo Ulla » el número total de subidas y bajadas fue de 102.647″.
Al desglosar la cifran sale a relucir un viejo problema, como es la carencia de máquinas expendedoras de billetes en los apeaderos del Ullán, unido a la insuficiencia de interventores, o al poco tiempo que tienen para supervisar los billetes durante los viajes cortos, hace que se produzca un desfase entre subidas y bajadas, estimándose que hay alrededor de 30.000 viajeros que se desplazan gratis a lo largo del año.
Prueba de ello es que el período citado «las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón fueron 66.703, mientras que, sorprendentemente, las subidas computadas fueron solo de 35.994», reflexiona.
Para explicar esta desproporción señala que «el número real de subidas fue muy superior al computado, pues como en las tres estaciones del Baixo Ulla no se despachan billetes, la ausencia de interventores en muchos trenes motiva que muchos usuarios viajen en tren gratis», insiste.
Además, «no se computaron las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón de viajeros procedentes de otras estaciones del trayecto A Coruña-Vigo en las que no se expiden billetes como las de Cerceda, Ordes, Arcade…, como tampoco las subidas y bajadas de los usuarios que circulan entre las tres poblaciones del Ullán cuando el tren no lleva interventor».
EL NÚMERO DE USUARIOS SIGUE EN AUMENTO
Luis Sabariz destaca que los usuarios del tren siguen en aumento, pues en 2018 hubo 35.448 subidas y 61.838 bajadas». Respecto a esto último, en los dos últimos años el número de personas que se apearon del tren en Pontecesures pasó de 18.355 usuarios a 19.047; mientras en Catoira subió de 21.554 a 24.355 usuarios y en Padrón, de 21.929 a 23.301.
A modo de conclusión, Luis Sabariz Rolán, proclama que «los usuarios crecen día a día, de ahí que la potenciación del ferrocarril por la vía convencional es fundamental». Y esto implica no solo mantener o reforzar las frecuencias de viaje, sino también «instalar paneles informativos en Catoira y en Pontecesures» y «subsanar las deficiencias que presentan los andenes, ya que motivan incomodidades a los usuarios».
CLAVES ECOLÓGICAS, ECONÓMICAS Y DE SEGURIDAD
A juicio de Luis Sabariz «desde las administraciones públicas se debe apoyar con decisión el uso del tren de proximidad por razones ecológicas, económicas y de seguridad, de ahí que deseemos todos que la anunciada electrificación de este tramo de vía convencional, fundamental para la continuidad del servicio, no se quede solo en buenas palabras».
El Gobierno, en cambio, sí permitirá al País Vasco que regule los desplazamientos entre sus tres provincias.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, justificó ayer en la “precaución”, la “prudencia”, y el “criterio de los expertos científicos” la decisión del Ministerio de Sanidad de no aceptar la propuesta de la Xunta para permitir la movilidad entre las cuatro provincias de Galicia al entrar en la fase 1 de la desescalada.
Al
ser preguntado al respecto durante la rueda de prensa celebrada ayer en
La Moncloa, Sánchez respondió que “limitar la movilidad a la provincia
es la manera más segura” y que, además, es “fundamental” porque “está
directamente relacionado con la propagación mayor o menor del virus”.
Seguidamente,
el líder del Ejecutivo central subrayó que, por lo menos “en estas
primeras fases” de la desescalada, la restricción de los desplazamientos
entre provincias “es esencial, es básica y es fundamental por
precaución, por prudencia y, sin duda alguna, porque así lo dicen los
distintos expertos científicos”.
El pasado viernes,
el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya manifestó en su
intervención después del Consello que no era “muy optimista” con que el
Ejecutivo estatal aceptase esta propuesta de la Xunta, entre otras como
la que pedía que, para la desescalada, las áreas de salud fuesen la
referencia territorial en Galicia.
“Me da la
sensación de que el Gobierno está muy contundente con la provincia, lo
cual, en nuestra opinión, desde el punto de vista sanitario, no tiene
ningún apoyo ni clínico, ni organizativo ni epidemiológico”, aseveraba
el mandatario gallego.
Finalmente, a pesar de que
toda Galicia entrará este lunes en la fase 1, las cuatro provincias
serán la referencia de división y no las áreas de salud, como sí se
aceptó en autonomías como Cataluña, Castilla y León y Comunidad
Valenciana.
Extensión pequeña y fuerte relación socioeconómica.
Frente a su postura con respecto a Galicia, el Gobierno sí permitirá en
cambio al Ejecutivo vasco que regule la posibilidad de desplazarse
entre sus “territorios históricos”, la denominación usada en la
normativa vasca para referirse a las provincias de Álava, Guipúzcoa y
Vizcaya.
Fuentes gubernamentales argumentan que la
extensión del País Vasco, donde viven más de dos millones de personas,
es similar a la de la provincia de Cádiz y existe una gran relación
socioeconómica entre las provincias.
En
la propuesta original que el Gobierno vasco remitió al Ejecutivo
español para pasar a la fase 1 del conocido como plan de desescalada
(relajación progresiva del estado de alarma), se pedía considerar como
unidad territorial de referencia el conjunto de la comunidad, si bien
finalmente en la orden publicada ayer por el Ejecutivo, donde se regulan
las actividades permitidas en la fase 1, se especifica que la unidad
territorial aplicable en el País Vasco son “los territorios históricos
de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa”.
En cualquier
caso, desde el Gobierno se aclara que los dos Ejecutivos entienden que
puede haber razones justificadas que permitan la movilidad entre las
tres provincias y cuya regulación quedará en manos de las autoridades
vascas.
Para el resto del territorio español, los
desplazamientos quedan limitados al interior de una misma provincia,
isla o área sanitaria, si bien se permiten “excepciones que justifiquen
el desplazamiento a otra parte del territorio nacional por motivos
sanitarios, laborales, profesionales o empresariales, de retorno al
lugar de residencia familiar, asistencia y cuidado de mayores,
dependientes o personas con discapacidad, causa de fuerza mayor o
situación de necesidad o cualquier otra de análoga naturaleza”, reza la
orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La Xunta de Galicia ya avanzó que pedirá pasar a la fase 2 dentro de 15 días y que solicitará al Gobierno que autorice para entonces los desplazamientos entre sus cuatro provincias.