La diferencia es importante, por cuanto, únicamente los trenes regionales hacen escala en estaciones intermedias, como las de Catoira, Pontecesures o Padrón, que en los últimos años no han dejado de perder servicios, pese a que están llamadas a constituir una pieza clave en cualquier intento por implantar en Galicia un sistema de cercanías como el que existe en muchas otras comunidades.
Por lo demás, en cuanto Renfe recupere los seis trenes cortos entre Vilagarcía y Santiago, es de esperar que incluyendo a Catoira entre sus paradas, la oferta de Vilagarcía recuperará la veintena de viajes diarios a lo largo del eje atlántico.
La operadora, cuyo propósito inicial era hacerlo en febrero, no pone fecha para una medida que supondrá seis frecuencias más
Con la cúpula del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en ascuas a raíz de la dimisión de su número 2, la secretaria de Estado Isabel Pardo de Vera, y del presidente de Renfe, Isaías Táboas, hay grandes intervenciones sobre las que se proyectan sombras, como la conexión de alta velocidad a través de Cerdedo que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, reclama infatigable desde hace años. Pero también decisiones mucho más modestas que, pese a su sencillez, ejercen una incidencia directa sobre el día a día de miles de gallegos. Una de ellas tiene que ver con la recuperación de las seis frecuencias de ferrocarril entre Vilagarcía y Santiago que desaparecieron al hilo de la pandemia. La operadora aseguró ayer que su intención sigue siendo rescatar esos trenes, que en el argot ferroviario se denominaban cortos. Aunque, obviamente, no será ya en febrero, tal y como se había anunciado en noviembre. La idea, confirma la compañía, es hacerlo en cuanto sea posible, sin que por ahora haya una fecha sobre la mesa.
Fuentes ferroviarias calculan que el rescate de estos seis servicios, que unían ambas ciudades sin prolongaciones hacia A Coruña o Vigo, podría plantear algún problema de tipo logístico, aunque de ningún modo insalvable. Para empezar, porque la flota de convoyes regionales parece suficiente para ponerlos de nuevo en marcha.
Se trata, desde luego, de una medida que daría oxígeno a uno de los tramos más saturados del principal eje del ferrocarril gallego. Basta comprobar cómo, para hoy mismo, la posibilidad de viajar entre Compostela y la capital arousana se limita a los primeros trenes de la mañana. A partir de las 10 horas, las únicas plazas disponibles son las que se reservan para las personas que padecen problemas de movilidad.
El tercer trayecto más usado
No faltan razones que justifiquen la necesidad de recuperar las frecuencias perdidas. Cierto que dos factores recientes han distorsionado cualquier lectura estadística. El primero, la pandemia desatada por el coronavirus, con todas las consecuencias que ha acarreado sobre la movilidad. El segundo es la emisión de los bonos que permiten viajar de forma gratuita en los trenes regionales y de media distancia, que ha disparado la utilización del ferrocarril. Pero la Estratexia Galega de Mobillidade, el amplio análisis que la Xunta acaba de presentar sobre la forma en la que los gallegos se desplazan y se comunican, incluye un estudio, previo al confinamiento, que refleja con claridad la importancia del trayecto que une Vilagarcía con Santiago. Este es, de hecho, el tercer tramo con un mayor número de usuarios (313.000 personas en el 2019) de Galicia, solo por detrás de las conexiones entre A Coruña y Santiago y de Santiago con Vigo.
Es más, entre los doce viajes que cuentan con un mayor volumen de viajeros figuran tres que pivotan en la capital arousana: además de la comunicación con Santiago, la de Vigo con Vilagarcía y la de A Coruña con Vilagarcía. Ninguna de las tres dejó de crecer en los tres años analizados. Juntas, sumaron en el 2019 571.000 viajeros, lo que supone el 16,6 % del movimiento que entonces registraron las principales estaciones de la comunidad.
Un servicio que se detenía en Padrón y Pontecesures, pero no en Catoira
Pese a que no ha concretado la fecha para la recuperación de las seis frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, fuentes de Renfe en Galicia señalan que el objetivo sigue apuntando a los primeros meses de este año, por lo que no debería demorarse. La operadora tendrá, entonces, la oportunidad de corregir algunos sinsentidos que lastraban el funcionamiento de los trenes cortos.
El principal es, sin duda, el olvido de Catoira, una estación que carecía de escalas en esas seis frecuencias (tres de ida y tres de vuelta), que sí se detenían, en cambio, en las de Padrón y Pontecesures. Catoira era escenario, eso sí, de una parada técnica, para que los convoyes pudiesen cruzarse, por no comercial. El otro punto no del todo bien planificado afectaba a unos horarios manifiestamente mejorables para el trabajo o el estudio.
La Xunta de Galicia ha pedido este jueves al Gobierno central que active el 22% de las conexiones ferroviarias de media distancia y de proximidad que aún no se repusieron tras la pandemia y ha solicitado además el refuerzo de los servicios en hora punta para hacer más atractivo el tren.
La Xunta de Galicia ha pedido este jueves al Gobierno central que active el 22% de las conexiones ferroviarias de media distancia y de proximidad que aún no se repusieron tras la pandemia y ha solicitado además el refuerzo de los servicios en hora punta para hacer más atractivo el tren.
En concreto, el Consello de la Xunta ha evaluado un informe sobre la necesidad de recuperación y mejora de los servicios ferroviarios regionales y de proximidad en Galicia, concluyendo que todavía no se han recuperado el 22% de las principales conexiones ferroviarias, una cifra que se eleva hasta el 28% en los servicios regionales que atienden pequeñas conexiones intermedias.
Así, el Ejecutivo autonómico ha calificado de «preocupante» la situación en ejes como Vigo-Monforte, que perdió un «gran número» de servicios de tren diarios en el cómputo global, con una reducción de alrededor del 75% en el trayecto Vigo-Ourense, de los cuales la mitad eran regionales, y de un 50% en la conectividad con Portugal, pasando de 8 a 4 servicios actuales.
Entre otras conexiones, la Xunta ha criticado que también se registra una pérdida del 66% de los servicios en el eje Monforte-Ponferrada, que pasó de tener una dotación de 12 trenes a solo 4.
En cuanto al eje atlántico, la línea A Coruña-Vigo recuperó los servicios previos a la pandemia, aunque se ha apreciado un trasvase de servicios de carácter regional a los de media distancia, reduciéndose el número de trenes regionales que circulan por las antiguas vías entre Vigo y Pontevedra y entre Vilagarcía y Santiago. Esto significa que faltan por recuperar el 7% de las conexiones regionales, según explica el Gobierno gallego.
Ante esta situación, la Xunta ha insistido en la necesidad de mantener los servicios ferroviarios, incrementarlos y adaptarlos a las necesidades reales de los usuarios para garantizar que sean «eficientes y competitivos» y una «alternativa complementaria» a otros modelos de transporte.
Por ello, ve «imprescindible» una revisión de la oferta por parte del Gobierno de España para atender las demandas de los últimos años, garantizando los tiempos de viaje, las altas frecuencias en horas punta, la regularidad de los horarios y la calidad y puntualidad en el servicio.
La Xunta ha recordado que la variación y no adaptación de horarios a las necesidades de la población redundan en una pérdida de atractivo para el usuario, «que podría entenderse erróneamente como una falta de demanda».
Esta vez lo hace reclamando la reposición de todas las frecuencias que los trenes de proximidad tenían antes de la pandemia, así como la potenciación del apeadero de Catoira.
Una parada, por cierto, que ocupa una posición de «estratégica» ya que no solo presta servicios a los vecinos de esta localidad que se deplazan a estudiar o trabajar, sino que también da respuesta a las necesidades de muchos habitantes de la comarca coruñesa de Arousa Norte (Barbanza).
El exconcejal independiente de Pontecesures, que en su día ejerció como cabeza visible de la comisión creada en defensa del tren de cercanías, vuelve a intervenir dirigiéndose por escrito a Javier Pérez López, el representante institucional de Renfe en Galicia.
En esa comunicación le recuerda que ya planteó en anteriores ocasiones la necesidad de poner en marcha tales servicios, «en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno de España en el Congreso de los Diputados en relación con recuperación inmediata de todos los servicios ferroviarios» para volver a prestarlos como antes de la pandemia.
En base a ello y dando respuesta a las demandas de Sabariz, el pasado mes de noviembre el citado representante de Renfe le contestó «comunicando que estaba previsto que estos servicios de trenes cortos Vilagarcía y Santiago y viceversa, fueran repuestos en febrero de 2023».
Un plazo que se ha cumplido de ahí que Sabariz se lo haga saber a Javier Pérez López en este nuevo escrito, en el que lamenta que «todavía no sabemos nada de dicha reposición».
Pide información.
De ahí que el pontecesureño vuelva a solicitar información a este respecto para saber «si ya se conoce la fecha exacta en la que van a circular los trenes y los horarios de los mismos, haciéndo hincapié en la imporancia que tiene para toda esta comarca contar con estos servicios».
Y, como se decía anteriormente, Sabariz aprovecha esta comunicación y la demanda que conlleva para insistir ante Renfe en que «si bien estos trenes no paraban en Catoira, es fundamental que ahora lo hagan».
Lo cree así porque, «no tiene sentido que, precisamente, unos trenes de proximidad por la vía convencional, se salten esta parada», la cual «resulta fundamental no solo para los catoirenses, sino par los usuarios del tren que suben y bajan en dicha estación y que residen en comarcas como Barbanza».
El vial, asfaltado pero sin pintar en su totalidad, acumula accidentes
El 21 de noviembre del año pasado fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade aseguraban a preguntas de esta Redacción que los trabajos de pintado de la carretera PO-548, la que une Vilagarcía con Pontecesures se harían en «canto o tempo o permita». El vial ya llevaba varias semanas con su nuevo asfalto y las señales de premarcado estaban sobre la carretera, pero seguía sin pintar. Apenas unos días después, se realizó un primer pintado, pero solo en la línea central, la que divide los carriles. Nada más.
Ayer, cerca de setenta días más tarde de aquella consulta inicial, esta Redacción volvió a preguntar a la Xunta sobre el asunto. Y esta fue su respuesta: «Tal e como xa avanzaramos, estes traballos de pintura tiveron que esperar á chegada do tempo seco, xa que a pintura sobre o firme non se pode executar co asfalto mollado. Agora mesmo xa están con eses traballos e a previsión é que nesta semana quede xa pintado todo o que é o aglomerado novo».
Entre tanto, el vial —uno de los más transitados de la comarca— acumula incidentes. Al menos tres salidas de vía se han producido en las últimas semanas. Un par de ellas, sin consecuencias importantes, más allá de los daños materiales que pudieron haber sufrido los vehículos. El último, sin embargo, pudo haber acabado en desgracia porque el automóvil implicado se cayó por un terraplén de unos tres o cuatro metros de altura. Afortunadamente, cuando los servicios de emergencias llegaron al lugar —más o menos a la altura del asador O Rancho se produjo el accidente— el conductor ya había podido salir del coche por sus propios medios.
Cualquiera que haya conducido su vehículo últimamente por esa carretera es más que probable que se haya llevado algún susto similar porque el vial, además de estar sin pintar, no tiene iluminación en muchos de sus tramos y hay curvas que se acaban cogiendo por puro instinto, sobre todo si a la oscuridad se le añade la lluvia.
La obra fue adjudica en el mes de julio del año pasado a la empresa Construcciones y Obras Taboada Ramos, S. L. U, que tenía seis meses para ejecutarlas. La firma cumplió con los plazos y los trabajos de asfaltado quedaron rematados incluso antes del tiempo establecido. Otra cosa fue lo del pintado de los diecisiete kilómetros de vía, en los que realizaron labores reposición del firme mediante el fresado y, posteriormente, el arreglo de las zonas deterioradas y la aplicación de una nueva capa de rodadura.
En lo que se refiere a las marcas que delimitan el eje de la calzada, se propone la disposición de una doble línea continua en algunos tramos. En otras partes del trayecto, en las cuales —y por diversas cuestiones— lo que se pretende es conseguir una reducción de la velocidad de los vehículos que por allí transitan, el proyecto plantea una clara reducción del ancho de los carriles destinados al tráfico rodado, estableciendo una zona central que será cebreada, anunciaba el gobierno gallego en su momento. Ahora, aprovechando el repintado en el alto de Cordeiro, la Xunta va a modificar la señalización a fin de mejorar la seguridad vial en el cruce que une esta vía principal con el acceso hacia el colegio Ferro Couselo, el pabellón municipal o la iglesia de Cordeiro. El proyecto que ahora se está ejecutando, y cuyo presupuesto rozará los 800.000 euros, lleva aparejada la reordenación del tráfico en la intersección situada a la altura del kilómetro 3,9 de la carretera de Vilagarcía a Pontecesures, en Cordeiro, con el fin de «evitar que os condutores realicen manobras indebidas», según anunciaron los técnicos hace apenas unos días.
La Xunta de Galicia licitó por importe de casi nueve millones de euros las obras de ampliación y modernización de la potabilizadora de Padrón, que permitirán aumentar un cuarenta por ciento la capacidad de tratamiento y blindar el suministro de agua a los diez ayuntamientos conectados, lo que beneficiará a una población de aproximadamente más de noventa mil habitantes.
Estos datos fueron avanzados este viernes por la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez que, junto al gerente de Augas de Galicia, Gonzalo Mosqueira, presentó en Padrón este proyecto, que permitirá mejorar el abastecimiento del sistema del margen derecho de la ría de Arousa.
En la presentación, Vázquez Mourelle explicó que la Plataforma de Contratos Públicos de Galicia recogía este viernes la licitación de estas obras en la potabilizadora de Padrón, que abastece al margen derecho de la ría de Arousa.
Las empresas interesadas en los trabajos tienen hasta el próximo día siete de marzo para presentar sus ofertas. A partir de ahí, según señaló la responsable de Infraestruturas, se trabajará para comenzar las obras en el último trimestre del año, con un plazo de ejecución de dieciocho meses, a lo largo del cual se irán poniendo en servicio los distintos elementos de manera progresiva.
En lo que se refiere a las obras, la conselleira explicó que el Gobierno gallego asume íntegramente la financiación y ejecución de la ampliación de la estación de tratamiento de agua potable, en el marco de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Padrón, que recoge una inversión global de diez millones de euros. La administración local, por su parte, asume la realización de las gestiones y los trámites necesarios.
OBJETIVOS. La ampliación y modernización de la potabilizadora permitirá blindar el abastecimiento futuro de agua a los 10 ayuntamientos del margen derecho de la ría que están conectados a este sistema. La titular de Infraestruturas precisó que estas instalaciones suministran actualmente agua a los ayuntamientos de Boiro, Catoira, Dodro, A Pobra do Caramiñal, Pontecesures, Rianxo, Ribeira, Valga y el propio Padrón, estando también conectado el municipio de Vilagarcía de Arousa.
Asimismo, apuntó que el objetivo de los trabajos es aumentar la capacidad de tratamiento de la planta hasta los 630 l/s, frente a los 450 l/s que suministra ahora. También remarcó que la actuación permitirá superar las actuales limitaciones en el suministro y ofrecer mayores garantías de abastecimiento a una población de más de 90.000 habitantes, en previsión de un futuro incremento de la demanda.
Indicar, finalmente, que la conselleira también hizo hincapié en que este tipo de actuaciones son importantes para estar preparados para afrontar con mayores garantías posibles situaciones de falta de agua, que Galicia padece cada vez con más frecuencia a consecuencia del cambio climático. En este sentido, apuntó que contribuye a incrementar la competitividad y la actividad económica de estos ayuntamientos del margen derecho de la ría de Arousa, que verán garantizada la posible demanda de agua con la ejecución de estas importantes actuaciones.