Prenden fuego a una de las puertas laterales de la iglesia de San Miguel.

Las primeras pesquisas indican que fue quemada con el objetivo de que sirviese de acceso de entrada a la iglesia y poder saquearla.

El Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) y Policía Local de Valga y los Bomberos de Vilagarcía fueron alertados ayer de que estaba ardiendo una de las puertas laterales de la iglesia de San Miguel, Valga. Fue un vecino que acudía a dejar flores al cementerio quien avisó de la situación al ver las llamas. Pronto estaban por el lugar los servicios de emergencias, que apagaron un fuego que fulminó esa entrada a la iglesia y que, por fortuna, no se propagó por el interior. Con la ayuda de los bomberos, ventilaron toda la iglesia. Tal y como indican las fuerzas de seguridad desplazadas hasta la zona, se trata de un fuego provocado. Las primeras pesquisas indican que la puerta fue quemada apropósito con el objetivo de que sirviese de acceso de entrada a la iglesia y poder saquearla. Pero, según las primeras comprobaciones no hay nada que se eche en falta. Las dimensiones de las pared sirvieron de barrera al fuego.

La Voz de Galicia

Investigado por robar veinte pájaros adiestrados a su vecino y sorprendido cuando vendía seis.

Un vecino de Pontecesures con numerosos antecedentes penales por robo e incluso vinculado a una banda relacionada con el asalto a gasolineras fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor del robo de una veintena de pájaros adiestrados que se encontraban en el interior de la vivienda de un vecino.

El individuo en cuestión estaba siendo investigado por los agentes de la Guardia Civil de Vilagarcía en base a las pruebas o indicios obtenidos en la inspección de la vivienda asaltada, a la que el ladrón de pájaros accedió tras forzar una de las ventanas.

La detención se produjo cuando el presunto autor de los hechos fue sorprendido en una conocida pajarería del municipio vecino de Padrón tratando de vender seis de los pájaros.

Hay que decir que el botín estaba valorado en unos seiscientos euros, ya que se trata de ejemplares adiestrados para participar en competiciones de canto y/o belleza.

Una vez practicada la detención y completada la investigación, tanto los pájaros -salvo tres que habían muerto ya- como las jaulas que habían sido robados fueron devueltos a su propietario, al tiempo que se tramitaron las oportunas diligencias judiciales en Caldas de Reis.

En términos coloquiales o campechanos puede decirse que el autor de estos hechos también es «un buen pájaro».

Así lo deja patente la Guardia Civil cuando señala que está ligado a otras actividades delictivas destacadas.

A modo de ejemplo se le vincula con «un robo cometido en el año 2014 en una vivienda situada en una céntrica calle de Pontecesures y con otro que tuvo lugar en diciembre de 2016 en un establecimiento de hostelería del Concello de Valga, de donde se había llevado la recaudación de la máquina del tabaco y varios décimos de lotería».

«Operación Pitillo»

Pero eso no es todo. La benemérita resalta que el detenido «tiene un amplio historial de antecedentes delictivos contra la propiedad» y que en noviembre del año pasado «fue detenido en el marco de la operación ‘Pitillo’, como uno de los integrantes de la banda que se dedicaba al robo en gasolineras».

A aquel grupo criminal organizado -fueron cinco los detenidos- se le atribuyó la comisión de, al menos, nueve robos con fuerza en gasolineras durante los meses previos en distintas localidades de las provincias de Pontevedra y A Coruña, fundamentalmente en las comarcas de Caldas y O Salnés.

Como se explicaba en noviembre, todos los hechos investigados fueron robos cometidos durante la noche y en estaciones de servicio cerradas al público.

En la práctica totalidad de los casos accedían al interior del establecimiento violentando o rompiendo la puerta con un mazo y el objetivo prioritario era la sustracción de las máquinas expendedoras de tabaco.

Faro de Vigo

Detienen a un vecino de Pontecesures por robar veinte pájaros en una casa.

El hombre cuenta con numerosos antecedentes

La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Pontecesures por el presunto robo de una veintena de pájaros y varias jaulas que habría sustraído en una vivienda próxima a su domicilio. Los animales eran de distintas especies y estaban adiestrados para competición, por lo que están valorados en algo más de 600 euros.

Una minuciosa inspección ocular de la vivienda del ahora acusado permitió al equipo de investigación de Vilagarcía acceder a su interior, tras forzar unas de las ventanas. Eso llevó a establecer una línea de investigación sobre esa persona, que concluyó cuando la sorprendieron vendiendo a los animales que había sustraído en una pajarería de Padrón. Al ser detenido, hizo entrega voluntaria de los jaulas y las aves, excepto de tres que habrían fallecido.

A raíz de esta detención, el equipo de investigación, que contó con la colaboración de efectivos del puesto de Caldas, pudo vincular a este persona con la autoría de otros dos robos. Uno de ellos fue cometido en el 2014 en una vivienda de Pontecesures y, el otro, en diciembre del 2016 en un establecimiento de hostelería de Valga. En este último se habían llevado la recaudación de la máquina de tabaco y varios décimos de lotería. El detenido tiene un amplio historial de antecedentes y hace unos meses ya había sido arrestado como integrante de una banda que se dedicaba al robo en gasolineras.

La Voz de Galicia

Implantación de las cercanías ferroviarias.

Corregir la pertinaz discriminación que padecen los usuarios gallegos del ferrocarril frente a los ciudadanos de otras comunidades se sitúa en la base de la iniciativa que el pleno de Vilagarcía adoptó el jueves por unanimidad. Se trata de una moción que, propuesta a debate por el grupo de gobierno, insta a la Xunta a gestionar la creación en Galicia de un tren de cercanías similar a los que funcionan en Andalucía, Asturias, Aragón, Cataluña, el País Vasco, Madrid o Alicante y Murcia. El ámbito que la capital arousana propone para ello es el del eixo atlántico, una de las líneas más rentables de cuantas opera Renfe. La reclamación será planteada ante los grupos parlamentarios del PP, En Marea, PSdeG-PSOE y BNG. Los socialistas, en concreto, anuncian la presentación de una iniciativa en el Parlamento de Galicia.

Independientemente de la vía parlamentaria, la corporación de Vilagarcía pretende poner su petición directamente sobre la mesa de los responsables del operador ferroviario. En último término, son la empresa estatal y el Ministerio de Fomento, que la tutela, los que deben poner en marcha la creación de una jefatura de cercanías para Galicia. Aunque obviamente no tendría demasiado sentido sin una reivindicación explícita de la Xunta.

Hasta un euro más por billete

La ausencia de un cercanías tiene consecuencias directas para los bolsillos de los viajeros gallegos, obligados a pagar hasta un euro más por billete que madrileños, vascos o asturianos por recorridos equivalentes. Claro que este no es el único sinsentido que sobrevuela el ferrocarril gallego, en general, y el servicio que se presta a la ría de Arousa, en particular. Independientemente de las paradas incluidas en el recorrido A Coruña-Vigo, en estos momentos circulan también seis trenes diarios (a razón de tres en cada sentido) que cubren exclusivamente la distancia entre Vilagarcía y Santiago de Compostela. Pues bien, ni siquiera todos ellos hacen escala en Catoira para recoger y depositar pasajeros.

La línea más antigua de Galicia, que todavía permanece operativa, se antoja particularmente propicia para la implantación de un tren de proximidad. Su puesta en marcha permitiría, por ejemplo, establecer apeaderos en Bamio o Valga, además de potenciar las paradas de Catoira y Pontecesures con frecuencias más baratas y numerosas.

La Voz de Galicia

El viajero gallego paga hasta un euro más por billete ante la falta de cercanías.

«Viajeros al tren, gallegos también». Cuando Antón Reixa y sus Resentidos rescataron esta frase del acervo de seculares aldraxes hacia el país del fin del mundo, sabían lo que hacían. Difícilmente podrá expresarse mejor la sensación de humillante discriminación que en tantas ocasiones ha caracterizado la relación de Galicia con el ferrocarril. La sentencia regresa a la actualidad gracias al pleno que mañana celebra la corporación municipal de Vilagarcía. El gobierno socialista de la ciudad propondrá a la oposición un frente común para instar a la Xunta a que defienda de una vez la implantación de un tren de cercanías, al menos por lo que respecta al eixo atlántico, tanto en aquellos tramos que se han renovado y electrizado, como en los que continúan más o menos como fueron inaugurados en 1873. Es es el caso de la primera línea de Galicia, que unió Cornes (hoy Santiago) con Carril (Vilagarcía de Arousa).

La falta de un servicio de proximidad se traduce en realidades que el viajero gallego puede comprender perfectamente. El precio del billete, sin ir más lejos, no admite discusión. En función del lugar en el que uno se suba al tren en Galicia, estará pagando hasta un euro más que asturianos, madrileños o vascos por trayectos similares, que los ciudadanos de las comunidades mencionadas sí pueden cubrir en un tren de cercanías.

Desplazarse entre Madrid y Aranjuez equivale a hacerlo entre Santiago y Vilagarcía. En el más barato de los casos, el que encarna el ferrocarril regional, más lento, el tramo gallego costará lo mismo; en el tren rápido, el billete se encarecerá en 55 céntimos. Algo parecido sucede entre Vilagarcía y Pontevedra. En Guipúzcoa, el trayecto de Zumárraga a San Sebastián siempre es más asequible, pese a recorrer una mayor distancia. Una apreciación que se repite en Asturias, al analizar el servicio entre las ciudades de Avilés y Oviedo.

Aunque el establecimiento de un cercanías puede llevarse a cabo perfectamente en la doble vía electrificada del flamante eixo atlántico, Galicia dispone de varias plataformas antiguas en activo que piden a gritos este tratamiento. El tren entre A Coruña y Ferrol es una de ellas. Otra apunta al viejo trazado entre Santiago y Vilagarcía, que bordea la ría de Arousa y, por si fuese poco, cuenta con el valor añadido de recorrer prácticamente el mismo dibujo que trazó aquel primer tren, hace 145 años. Pese a sus condiciones propicias, y a la posibilidad de multiplicar las paradas para ofrecer un servicio realmente eficaz, solo dos tipos de convoyes utilizan sus vías: medias distancias o regionales. Las consecuencias claman al cielo. Alguien que se suba al ferrocarril en Catoira con intención de llegar a Pontecesures, apenas nueve kilómetros, pagará más del doble que un tipo que cubra en cercanías los once kilómetros que separan Fuenlabrada de Leganés, en Madrid. Sobran, en definitiva, razones para el debate.

La Voz de Galicia