Pontecesures tiene 2,96 bares por cada millar de cesureños.

Galicia es tierra de bares, pero menos de lo que parece. Al menos, a tenor de los datos de la Federación Española de Hostelería, que reflejabanan que a finales del 2016 la comunidad autónoma estaba por debajo de la media española en ese tipo de establecimientos. Si en España el promedio es de 2,8 locales por cada mil habitantes, en Galicia se queda en 2,73.

Esa tendencia a la mesura en al proliferación de las barras se mantiene por lo general en las distintas localidades de la comarca de O Salnés, aunque hay excepciones. O Grove lidera de manera muy destacada el ránking de establecimientos, según los datos de la Federación de Hostelería y del INE que utilizó Coca Cola para su informe anual. Los mecos cuenta con 4,93 establecimientos por cada mil habitantes. Un promedio que prácticamente dobla el estatal y que incluso supera a Sanxenxo, que se queda en 4,33.

Cambados, segundo

Tras el poderío de la península meca, en la clasificación irrumpe también con fuerza Cambados. En este caso, y siempre según los datos de la Federación Española de Hostelería, la cifra es de 3,29 establecimientos por cada mil habitantes. Lejos ya de los datos de la villa del Albariño aparecen Pontecesures, con una media 2,96 bares por millar de cesureños, Meaño, con 2,43 y Vilanova, que tiene un promedio de 2,31 cada mil personas.Vilagarcía, Meis y Valga están a la cola y muy por debajo de la media de la comunidad

La sensación puede ser la contraria, porque es difícil encontrar una calle de Vilagarcía en la que no haya algún bar, pero el número se pierde entre los algo más de 37.000 habitantes que viven en la localidad. De ahí que en la localidad vilagarciana el promedio de establecimientos por cada mil personas se quede en 1,56. Muy lejos, ya no por supuesto de vecinos como O Grove o Cambados, sino también de la media de la comunidad gallega.

Más complicado aún lo tienen los aficionados a esos establecimientos hosteleros que residen en Meis, donde el promedio es de 1,24, o en Valga, que se quedan en 1,32. Por encima de Vilagarcía están Ribadumia (1,76) y Catoira (1,78).

Evidentemente, el promedio que se ha usado para este estudio no implica que en Vilagarcía haya menos bares que en O Grove o en Cambados. De hecho, no es así. La localidad vilagarciana es la población de la comarca de O Salnés que cuenta con más establecimientos de este tipo, con un total de 58 en 2016 según los datos de la Federación Española de Hostelería. Son cinco más que en O Grove, que alcanza la nada despreciable cifra de 53. La villa del albariño ronda también el medio millar (46) y ya muy por detrás aparece Vilanova con 24.

León y Jaén

León es la provincia con mayor tasa de bares de España: 3,52 locales por cada 1.000 habitantes. En el lado opuesto, es una provincia andaluza la que menos tasa tiene de todo el país: Jaén, con 1,27 bares por cada mil habitantes.El estudio detecta una ralentización en la apertura de este tipo de locales de hostelería

El estudio anual que la Federación Española de Hostelería publicó hace unos meses detecta algunos apuntes para el optimismo, aunque lejos está la situación de aquella se vivía antes del inicio de la crisis, cuando se abrían bares como si fueran churros. La caída se ha estabilizado, pero persiste.

«A lo largo de la serie histórica se aprecian tres tramos de comportamiento distinto. El primero se corresponde con la década 1999-2009, con tendencias generalizadas crecientes y donde solo hay un pequeño estancamiento en 2005 y 2006. El segundo sería el período 2010-2014, con caídas en todos los años, y por último, tendríamos el trienio 2014-2016, donde se ha estabilizado el número de establecimientos», explica el documento. Pese a esa estabilización, los datos aún están por debajo de 2010.

La amenaza del botellón

Una de las conclusiones a la que llega el estudio es que ese estancamiento en el número de establecimientos que venden bebidas, y que no se reproduce en otros como por ejemplo los restaurantes o las casas de comidas, puede deberse a un cambio de costumbres. «Este comportamiento debe empezar a ser calificado como estructural, provocado por cambios en los hábitos de los clientes a la hora de tomar bebidas. Por un lado, puede estar el hecho de que se salga menos, pero por otro deben considerarse comportamientos de consumo fuera de los ámbitos tradicionales, como pueda ser el consabido botellón», razone la publicación de la Federación Española de Hostelería.

La Mancomunidade formula varias rutas para atraer a los cruceristas.

Los cruceros trajeron el año pasado hasta el Puerto de Vilagarcía a un total de 1.596 pasajeros. La cifra se queda muy lejos de los grandes números de A Coruña o Vigo, que frisan el horizonte de los 150.000 turistas que llegan anualmente por esa vía, pero supone el inicio de un camino que desde el equipo que encabeza Sagrario Franco se pretende alimentar, cuidar y potenciar. Vilagarcía logró en 2017 doblar el número de visitantes del año anterior. Y aún queda mucho camino por andar.

Hasta ahora, salvo cuando algún grupo de cruceristas aprovecha la escala para deambular por Vilagarcía, este negocio turístico pasa bastante desapercibido en la comarca de O Salnés. En demasiadas ocasiones, quienes llegan al Puerto de Vilagarcía, embarcan en un bus que los conduce a Santiago o a algún otro punto de Galicia. Desde la mancomuniad están convencidos de que parte de esos visitantes disfrutarían con la oferta turística de la comarca. Y, por eso, han trasladado al Puerto de Vilagarcía su interés en iniciar una colaboración. Ya ha habido reuniones y sobre la mesa de los responsables de la Autoridad Portuaria hay ya un fajo de propuestas. «Les hemos planteado varias rutas e itinerarios que nos parecen que pueden resultar interesantes», argumenta el gerente de la mancomunidad, Ramón Guinarte.

Así, sabedores de que Santiago es el destino favorito de los cruceristas, la Mancomunidade do Salnés plantea la posibilidad de completar esa visita a la capital de Galicia reviviendo la Traslatio y remontando el Ulla hasta Pontecesures. Hacer un recorrido por las bodegas de Rías Baixas, revestidas del encanto de los viñedos y la calidad de sus caldos, sería otra de las opciones que brinda O Salnés. Para los amantes de la botánica, proponen realizar la ruta de la camelia. Para quienes disfruten descubriendo el patrimonio, la de los pazos. Y para quienes quieran conocer los secretos que hacen de Galicia el paraíso del marisco, una ruta que les permita conocer el marisqueo y el trabajo de las bateas.

La Voz de Galicia

Cecilia Tarela na mobilización do BNG contra a mina de Touro.

O BNG realizou unha nova mobilización contra a mina de Touro nesta ocasión cunha visita-protesta á propia mina que congregou a unha nutrida representación de concelleiros e concelleiras dos municipios afectados por este proxecto de megaminería, que afecta aos concellos de Touro e O Pino, pero tamén ten efectos directos nos concellos limítrofes e da comarca de Compostela e nos municipios regados polo río Ulla que soportaría de cheo a afectación por metais pesados.

Neste contexto, unha ampla representación de responsables municipais nacionalistas dos municipios afectados realizaron unha visita á propia mina, na que tamén participou o deputado pola Coruña, Xosé Luís Rivas. Ademais, dos portavoces en Touro e O Pino, asistiron representantes dos concellos de Teo, Padrón, Dodro, Rianxo, Boiro, Arzúa, A Pobra do Caramiñal, Ribeira, Vila de Cruces, A Estrada, Pontecesures, Catoira, Vilagarcía, Vilanova de Arousa, A Illa de Arousa, Cambados, Sanxenxo e O Grove.

El BNG inicia en la comarca una campaña contra la reapertura de la mina de Touro.

El responsable comarcal del BNG, Manuel Domínguez, presentó ayer las acciones a llevar a cabo por esta formación política en la comarca en contra de la reapertura de la vieja explotación minera de Touro, que no solo provocará contaminación en este municipio, sino que arrastrará los vertidos hasta llegar al río Ulla que desemboca en la ría de Arousa.

Una de las primeras actuaciones es la organización de una charla informativa para explicar a la ciudadanía los riesgos de esta explotación minera y los motivos que causan la oposición. El acto será mañana jueves en el Auditorio Municipal de Vilagarcía a las 20.30 horas.

En esta charla participarán el portavoz del BNG en Vilagarcía, Xabier Ríos, el concejal nacionalista de Touro, Xoán Louzao, y el parlamentario del BNG Xosé Lois Rivas. Al finalizar el acto los organizadores continuarán con la recogida de firmas en contra de la mina.

La segunda actuación es de ámbito gallego y consistirá en una visita-denuncia prevista para la mañana del sábado a la zona afectada por el proyecto minero. Esta actividad está abierta a las personas que quieran participar. Por parte del BNG de la comarca asistirán el responsable local de Vilagarcía y los concejales de este municipio, así como los portavoces nacionalistas de Cambados, Sanxenxo, O Grove y Catoira, así como el responsable comarcal.

Domínguez apuntó que el desarrollo del proyecto de reapertura de la mina de Touro supondrá una contaminación importante. «Nos enfrentamos a una opacidad absoluta de la Xunta de Galicia. No sabemos el estado de tramitación para la apertura.

Pregunta parlamentaria

Por otra parte, la diputada nacionalista Montserrat Prado Cores ha presentado una pregunta en el Parlamento de Galicia dirigida a la Consellería do Mar para conocer si este departamento autonómico hizo alguna valoración de la posible afectación en la Ría de Arousa de la reapertura de una mina en los concellos de Teo y O Pino. La parlamentaria del BNG entiende que se trata de un proyecto con elevadísimos impactos negativos tanto medioambientales como económicos.

Faro de Vigo

Para a Iniciativa pola Memoria Histórica, Pontecesures é un concello sen sensibilidade.

La investigadora Aurora Marco, los historiadores Xoán Carlos Garrido y Bernardo Maíz, el diputado provincial Xosé Leal y una de las integrantes y colaboradoras de la Iniciativa Cidadá pola Memoria Histórica, Margarita Teijeiro, protagonizaron ayer el acto solidario organizado por esta plataforma en el cementerio municipal de Vilagarcía. «Esta pedra, que aquí vemos, colocámola o 17 de abril de 2004 para homenaxear as dezanove persoas que compoñen esta fosa común. Dezanove persoas cuxa vida lles foi arrebata de forma inxusta. Estas persoas que compuñan a coordinadora da memoria daquela época e foi Andrés Roo o encargado de descubrir esta pedra». Estas palabras son de Teijeiro y están dedicadas al lugar que escogieron para este pequeño homenaje. Un acto simbólico, tal y como insistieron ayer, pero necesario. «Creo que este tipo de actos dignifican aspectos que foron esquecidos. Son necesarios para aprender dos erros do pasado e non volver a cometelos», añadió Leal, quien considera que es necesaria la voluntad social, pero también la institucional. En esta línea diferenció entre dos tipos de concellos: «Hai algúns con sensibilidade, como o de Cambados, e outros sen ela, como o de Pontecesures».

Un resumen del sentir generalizado son las tres palabras pronunciadas por Aurora Marto: «verdade, xustiza e reparación». Sintetizan lo que solicitan: «Pedir xustiza é recuperar a verdade, e así e como alcanzaremos a reparación».

La Voz de Galicia

Catoira aguarda una revisión de su estación que el ADIF sí ha llevado a cabo en Pontecesures.

Intermodalidad al margen, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) mantiene otras tres deudas pendientes. Que el AVE entre Vigo y Madrid discurra por Vilagarcía, en lugar de utilizar la antigua ruta del Miño, parece cosa imposible mientras Abel Caballero no le dé su visto bueno. No ocurrió en la última etapa del PSOE en el Gobierno central, ni tampoco en los sucesivos gabinetes del popular Mariano Rajoy. Descartado también este empeño, resta por abordar la situación en la que se encuentran las históricas estaciones de Pontecesures y Catoira.

A finales del año pasado, el ADIF anunció una campaña de revisión de 117 estaciones en toda Galicia. Entre ellas, las dos que se encuentran en el trazado del Baixo Ulla, en la primera línea de ferrocarril que funcionó en Galicia. Las instalaciones de Cesures sí han sido objeto de un lavado de cara. Las de Catoira, en cambio, aguardan su momento. En todo caso, lo que el operador ferroviario manifestaba en noviembre era su intención de mejorar el estado de las terminales, pero también su propósito de estudiar alternativas de uso que rescaten los edificios del abandono en el que languidecen.

Ni la terminal de Catoira ni la de Pontecesures tienen, en la actualidad, un uso conocido. Los viajeros que suben y bajan del tren en ellas adquieren sus billetes a bordo. Las taquillas están ciegas desde hace largo tiempo.

La Voz de Galicia