División de opiniones en el seno del cuerpo acerca del despliegue de los agentes en verano.

Vilagarcía es la cabecera de una compañía de la Guardia Civil que se articula en siete unidades: además de la propia capital arousana, Valga, Cambados, Sanxenxo, O Grove, Caldas de Reis y Cuntis. La dotación humana que comprenden estos siete cuarteles ronda los doscientos agentes. De acuerdo con los datos que maneja la asociación profesional Unión de Guardias Civiles en Galicia, su disponibilidad en verano cae a un tercio de su capacidad. Lo hace, explica la organización, lastrada por las vacaciones que agravan una situación enquistada de falta de cobertura de vacantes.

La opinión que expresa la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra es, sin embargo, muy diferente. «No vamos a entrar a discutir con la Unión GC, pero desde hace muchos años la política en verano consiste en reforzar los municipios litorales, los que más incrementan su población con la llegada de turistas», señalaron ayer fuentes oficiales en respuesta a la preocupación que expresaban los representantes de la organización profesional. Con todo, Comandancia no pudo concretar el número de agentes que se han desplegado con este objetivo en localidades como O Grove o Sanxenxo. Hay constancia, por ejemplo, de que sus dos cuarteles son de los pocos puestos que han recibido personal en prácticas.

Pero también esta implementación estival genera división de opiniones en el cuerpo. Así, la Unión GC indica que, en demasiadas ocasiones, los refuerzos se logran a costa de las unidades que operan en plazas como Vilagarcía, Cuntis o Caldas, cuyos agentes deben añadir a su zona de patrulla el territorio de Sanxenxo y O Grove en julio y agosto. De lo que caben pocas dudas es de que dos enclaves concentran la atención en verano: la propia Sanxenxo y Baiona, recorridas por patrullas mixtas de guardias españoles y portugueses.

La Voz de Galicia

Los alcaldes piden un refuerzo y una reestructuración de la Guardia Civil.

Desde Vilanova y Valga consideran que es necesario priorizar a las localidades que carecen de servicio de policía municipal.

«Nas localidades pequenas, nas que non hai policía municipal, é onde se debería esforzar máis o Ministerio de Interior por dotar de medios á Garda Civil». La frase la pronunció ayer el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (Partido Popular). A su juicio, el desmantelamiento que sufren los cuarteles, que están funcionando con un tercio de los efectivos debidos, resulta especialmente grave para las localidades más pequeñas. Y eso es algo que «non é admisible» para el regidor valgués. Las instalaciones del cuerpo, situadas a escasa distancia de su despacho, están cerradas prácticamente a todas horas «porque os axentes que hai están desbordados. Fan todo o que poden, pero son poucos e chegan ata onde poden».

«Está claro que o servizo, nestes momentos, non está ben estruturado ou distribuído no territorio. Igual os alcaldes deberiamos tomar medidas conxuntas para facer forza sobre esta cuestión», razona Maneiro.

No es el único regidor que piensa así. Su compañero de siglas, el también popular Gonzalo Durán, sostiene unos argumentos muy parecidos. «Está claro que debería haber más efectivos de la Guardia Civil de los que hay. Y creo que debería haberlos especialmente en municipios pequeños que no tienen policía local, como Ribadumia o Meis», señala. Para dar servicio a esa zona de O Salnés, Durán mantiene su oferta de ceder una parcela en el polígono de Baión para la construcción de un nuevo cuartel.

También el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela (PSOE) considera que es necesario un cambio en el despliegue de este cuerpo, y coincide con el criterio que ha expresado en varias ocasiones la Unión de Guardias Civiles, que consiste en la creación de un macro cuartel desde el que se centralicen los servicios y se distribuyan las patrullas en toda la comarca. En la capital arousana, estuvieron a punto de construirse unas instalaciones de este tipo en la zona de Fontecarmoa. El proyecto acabó en agua de borrajas.

Sobre la carencia de medios, la postura de los alcaldes es unánime. Carlos Iglesias, el regidor socialista de A Illa, tiene constancia a través de los propios agentes de las dificultades con las que estos se encuentran para realizar su trabajo y llegar a todos los puntos desde los que se reclama su presencia. «O trato cos axentes é impecable, magnífico. Pero eles mesmos nos trasladan as limitacións coas que se atopan á hora de facer o seu traballo», argumenta el primer edil isleño.

La Voz de Galicia

Un octogenario muerto en Catoira, cuarta víctima de tráfico en Galicia desde el viernes.

El hombre conducía una furgoneta que se empotró contra un autobús en una curva de la carretera Pontecesures-Vilagarcía -Falleció antes de poder ser evacuado en helicóptero.

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Un vecino de Padrón, de 80 años, se convirtió ayer en la cuarta víctima mortal en las carreteras gallegas solo desde el viernes. El hombre, José Luis Castro Lorenzo, iba solo en una furgoneta Citroën Berlingo por la carretera PO-548 (Pontecesures-Vilagarcía), y por razones que no han trascendido a la altura del término municipal de Catoira invadió el carril contrario de la carretera y chocó contra un autobús que iba en el otro sentido, quedando empotrado debajo.

En los últimos cuatro días perdieron también la vida en accidentes de tráfico en Galicia una vecina de Caldas de Reis de 52 años, un motorista en Viana do Bolo (Ourense) y una octogenaria en Silleda. Este último siniestro fue anteayer domingo.

El siniestro de Catoira se produjo a las 8 de la mañana. El fallecido iba en sentido a Pontecesures, y al pasar la rotonda que conduce al puente interprovincial Catoira-Rianxo se salió supuestamente en la primera curva de la carretera, impactando entonces contra el autobús, que iba en sentido a Vilagarcía. El autocar era de la empresa Monbus e iba vacío. El chófer resultó ileso.

Movilizaron un helicóptero

Pero José Luis Castro no tuvo tanta suerte. La furgoneta recibió un impacto muy fuerte, y el hombre quedó atrapado en su interior. Fue necesario movilizar a los bomberos de O Salnés, que desplazaron hasta el punto una unidad para proceder a la excarcelación del herido.

Debido a la gravedad del siniestro también fue alertado un helicóptero medicalizado, para que la evacuación del accidentado fuese lo más rápida posible. Acudieron también dotaciones de Tráfico, de Protección Civil de Catoira y del Grupo Supramunicipal de Emergencias de Valga.

El hombre fue rescatado con vida del vehículo, pero falleció a los pocos minutos pese a los esfuerzos de los médicos, de ahí que ya se anulase su traslado por aire.

En cuanto a la circulación por la carretera -la principal vía de comunicación entre el norte de la provincia y Vilagarcía- se vio afectada por el siniestro hasta cerca del mediodía.

Tras la retirada de la furgoneta del padronés, que quedó completamente destrozada, aún hubo que regular el tráfico puesto que el autobús quedó averiado en su carril, por lo que no se podía circular por él. La reparación se realizó con el apoyo de una furgoneta mecánica móvil.

En cuanto a las causas de la supuesta pérdida de control del vehículo por parte del fallecido, no se pueden determinar, sin excluir la posibilidad de una indisposición. Lo que manifestó el conductor del autobús es que vio ir hacia él la furgoneta, y que aunque frenó no le dio tiempo de evitar el impacto.

Faro de Vigo

La plantilla de la Guardia Civil cae a un tercio de su capacidad en Arousa.

Las vacaciones y las vacantes sin cubrir merman las unidades y a sus patrullas.

La llegada del verano acaba de ejercer un efecto a la baja en la mayoría de las siete unidades que componen la compañía de la Guardia Civil en Arousa. Si hace meses su situación saltaba a la luz pública por la falta de cobertura de vacantes, y una reducción de su capacidad de trabajo que en Vilagarcía caía hasta un 50 %, las vacaciones a las que tienen derecho los agentes no han hecho sino empeorar este panorama. La asociación profesional Unión de Guardias Civiles en Galicia no dudó ayer en mostrar su preocupación ante una merma que, aseguran sus representantes, deja la disponibilidad real del cuerpo en apenas un tercio de la que debería ser.

Este fenómeno ha llegado a un punto en el que los guardias están comenzando a realizar patrullas mixtas entre las dotaciones de diferentes cuarteles. Es decir, un agente de Vilagarcía puede salir a patrullar con uno de Valga, en lugar de hacerlo con uno de sus compañeros de puesto. Por la sencilla razón de que su respectivas plantillas no dan para más. La Unión GC pone sobre la mesa un ejemplo elocuente: la semana pasada, durante algún turno, únicamente dos patrullas tuvieron que asumir a su cargo las tareas de seguridad ciudadana en Valga, Pontecesures, Vilanova, Catoira, A Illa y Cambados, un territorio demasiado extenso para tan exigua dotación humana.

La organización profesional matiza que las vacaciones estivales solo agravan unas circunstancias que el resto del año también son difíciles. Las vacantes, indica la Unión, apenas se están cubriendo y el porcentaje de reposición se establece en un 10 % del número de plazas de trabajo. Es decir, si existen cien bajas, solo se cubrirán diez puestos. Un nivel que para los cuarteles más pequeños resulta inapreciable.

Así las cosas, no es extraño que los tiempos de reacción ante episodios que comprometan la seguridad de sus poblaciones de referencia preocupe a los representantes de los guardias. En el territorio de Arousa funcionan siete cuarteles. Tan solo dos de ellos, el de Cambados y el de Sanxenxo, prestan un servicio de atención al público las 24 horas del día. En el resto, una serie de carteles instalados en la parte exterior de cada puesto recomiendan a los ciudadanos telefonear al 062 o, directamente, acudir al cuartel más cercano. Así sucede en Valga, que remite a la población a Vilagarcía solo para comprobar que sus oficinas también están cerradas a partir de mediodía. Pese a intentar recabar la opinión de la Comandancia Provincial, ayer no fue posible hacerlo.

La Voz de Galicia

Tráfico incrementa en verano la vigilancia por radar en la zona.

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La época estival es proclive a los despistes en la carretera. Puede que las vacaciones y el clima ayuden a relajarse a la hora de conducir. Eso y el aumento de los desplazamientos hace que sea necesario incrementar la vigilancia. Lo cree así la Dirección general de Tráfico que en estos meses incrementa la vigilancia por radar en la zona.

El Destacamento de Lalín añadió a un radar fijo, de los que van dentro del coche, uno de trípode que se coloca en el exterior. Había sido enviado a reparar y ya vuelve a estar en uso.

A los controles que puedan hacer los agentes de la zona se añaden los que se puedan llevar a cabo por parte de efectivos y medios procedentes de Pontevedra.

La zona entre Vilagarcía, Caldas y Cesures es una en las que Tráfico estará presente especialmente, al igual que la carretera que une O Grove con Pontevedra y que recibe gran parte del tráfico a esa parte de la costa.

Pero en el interior también están previstas medidas. La vía que será objeto de una inspección más exhaustiva es la N-640 de Pontevedra a Caldas de Reis y de camino a A Estrada y Lalín.

La DGT anunció que durante los meses de verano desplegará por esta zona hasta cinco radares móviles que peinarán más de setenta kilómetros de carretera. Una especial atención con la que se espera conseguir rebajar el índice de accidentes y ayudar, dicen, a que los conductores eviten excesos de velocidad y otras conductas que pueden resultar imprudentes o de riesgo.

En la zona, las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico continuarán volcándose especialmente con las zonas en las ,más accidentes se producen. Si en invierno una de esas zonas es a carretera de O Candán, en verano se mantendrá la vigilancia y los controles en la zona.

En este caso no por el peligro de lluvia, hielo o niebla, sino especialmente los fines de semana, con controles sobre todo a motoristas.

Hay otras como Ponte Vilariño, entre Agolada y Lalín, donde en los últimos años se rebajó de forma considerable la siniestralidad.

La Voz de Galicia

Un vecino de Padrón fallece en un accidente en Catoira.

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El fallecido en el accidente de tráfico que se produjo a primera hora de esta mañana en Catoira se salió supuestamente de su carril en una curva, impactando contra un autobús que iba en el otro sentido.

El hombre es J.L.C.L., es un vecino de Padrón y tiene unos 70 años. Conducía una furgoneta Citroën Berlingo e iba por la carretera Pontecesures-Vilagarcía (PO-548) en sentido Pontecesures. El otro vehículo implicado fue un autobús de la empresa Monbus, que iba sin pasajeros en sentido Vilagarcía.

El accidente ocurrió a las 8 de la mañana, en la primera curva de la carretera que se encuentra tras la rotonda que conduce al puente interprovincial Catoira-Rianxo, en sentido Pontecesures.

Supuestamente, el fallecido perdió el control del vehículo e invadió el carril contrario, impactando contra el vehículo de pasajeros y quedando atrapado dentro de su furgoneta.

Desde la central de emergencias se activó un protocolo de actuación en el que participaron miembros de varios equipos, incluido el helicóptero medicalizado con base en Santiago de Compostela, pero nada se pudo hacer por salvar la vida del padronés.

La carretera permaneció parcialmente cortada, pues el carril de circulación Pontecesures-Vilagarcía estuvo inutilizado debido a la presencia del autobús.

Faro de Vigo