El PP irrita al PSOE en un pleno cargado de insultos tras evitar el debate sobre Castelao Bragaña.

Los socialistas presentaron una moción para retirarle el título de hijo predilecto, pero el gobierno impidió que se tratara el asunto.

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Una mujer recrimina al alcalde que sea “cómplice de Castelao Bragaña”.

El gobierno del PP de Valga, que goza de una mayoría aplastante, impidió con sus votos que se sometiera a debate plenario la moción del PSOE en la que se pedía la retirada del título de hijo predilecto a José Manuel Castelao Bragaña.

Los conservadores, liderados por el alcalde José María Bello Maneiro, alzaron su mano para votar en contra de la propuesta socialista sin ni siquiera abrir turno de intervenciones.

El regidor argumentó que lo hizo así porque se trata de un tema ya investigado en el último trienio, suficientemente debatido el año pasado en diferentes plenos y “finiquitado”, toda vez que las palabras de Bragaña en las que habría dicho que “las mujeres y las leyes están para violarlas” se produjeron hace ya más de tres años, y el autor, que entonces ejercía como presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior, ya habría pagado las consecuencias de ello, al menos a nivel político.

Maneiro, que justificó su decisión de someter el asunto a votación sin debatirlo, alegando que se ajusta a la legalidad vigente, también quiso responder a los socialistas cuando le dijeron que apoya a Castelao Bragaña porque “le consiguió votos de la emigración”.

El conservador espetó que “llevamos tres mandatos en los que no votan los emigrantes, y aún así seguimos ganando por mayoría aplastante, y volveremos a ganar en las siguientes elecciones”.

En cuanto a las explicaciones sobre lo sucedido con el hijo predilecto de Valga o su opinión al respecto, el conservador evitó darlas, remitiéndose “a todo lo que ya contesté y expliqué en otras ocasiones durante el mandato pasado”, reafirmándose así en que este asunto está “zanjado”.

Lógicamente los socialistas, con cuatro ediles frente a los nueve del PP, se mostraron irritados, pero poco o nada podían hacer. Es por ello que su portavoz, María Ferreirós, tiró de estrategia, y con cierta permisividad del alcalde, todo hay que decirlo, decidió que ya que no pudo intervenir para defender su moción lo mejor era camuflarla en el posterior apartado de ruegos y preguntas.

Fue de este modo como pudo explayarse y despacharse a gusto, insistiendo en la condena a las palabras de Castelao Bragaña y repudiando la actitud del PP local “por apoyarlo”.

Aunque los que más increparon al regidor fueron los espectadores asistentes a esta bochornosa y tensa sesión, una treintena de personas casi todas afines al PSOE entre las que estaba la concejala Tania García, de Vilagarcía. También representantes de la Plataforma Feminista Galega y familiares y amigos de los socialistas, quienes no dejaron de interrumpir, gritar e insultar tanto durante la sesión como una vez finalizada.

Acusaron a los miembros del PP, y particularmente a Bello Maneiro, de ser unos “terroristas” y “cómplices del machismo”, además de llamarles “sinvergüenzas” y emplear otros muchos descalificativos.

Faro de Vigo

Cinco concellos arousanos pagan a sus proveedores antes del plazo de treinta días.

La nueva normativa sobre morosidad establece que las entidades públicas deben pagar a sus proveedores antes de treinta días. Pero ajustarse a este plazo le está costando a las distintas administraciones públicas. En Arousa, la situación no es diferente y solo cinco municipios cumplen con lo establecido. Se trata de Vilagarcía, Meaño, Ribadumia, Valga y Pontecesures. En el polo opuesto de esta balanza están los más morosos. Una clasificación que encabeza, y a mucha distancia de sus inmediatos seguidores, el Concello de Vilanova. Y es que este tarda 196 días en hacer frente a sus facturas.

El informe del Ministerio de Hacienda sobre la morosidad de los concellos establece que, a 31 de diciembre del pasado ejercicio, las arcas de los municipios arousanos adeudaban en total 7,7 millones de euros a sus proveedores. Pero la situación de endeudamiento difiere mucho según la localidad en cuestión. En Pontecesures, por ejemplo, no tenían a finales del pasado año ninguna factura pendiente de pago. En Vilanova, en cambio, adeudaban más de 2,3 millones de euros, siendo el municipio que más dinero debe con diferencia. Le sigue Vilagarcía, ciudad que triplica su número de habitantes, con 1,6 millones de euros. Más de un millón adeuda también Cambados, mientras que las deudas de O Grove rondan esa cifra, 962.696 euros. En el entorno de los seiscientos mil euros se quedan Valga y Meis. Meaño y Ribadumia, por su parte, disfrutan de una situación mucho más holgada y solo tenían pendientes de pago 100.849 y 39.463 euros, respectivamente.

En ese último trimestre del año, los concellos también invirtieron 7,6 millones en pagar a sus proveedores. La mayoría gastó más en saldar sus deudas de lo que dejó pendiente de pago. Excepto Vilanova. Solo abonó 751.592 euros, a pesar de que las facturas pendientes superan los dos millones. Esa misma cantidad es la que destinó Vilagarcía a pagar a sus proveedores durante el último trimestre del año.

Así las cosas, la mayoría de las localidades arousanas incumplen los plazos de pago previstos por la normativa. Vilanova tarda 196 días en abonar sus facturas y Meis 78. Cambados y O Grove necesitan 45 días. Entre los que cumplen el que mejor comportamiento tiene es Ribadumia. Cerca de cuatro días tarda esta administración en atender los requerimientos de sus proveedores. Algo más se demora Vilagarcía, hasta los siete días. En Pontecesures y Meaño las facturas se abonan en quince días, mientras que en Valga la demora es de 24 jornadas.

La mancomunidad de O Salnés es otra de las Administraciones que incumple la regulación del pago a morosos, según los datos del Ministerio de Hacienda. Tarda más que buena parte de los concellos, 104 días, en saldar sus deudas y tiene pendiente de pago algo más de 600.000 euros.

La Voz de Galicia

La ría de Arousa tendrá su propia red de cruceros desde abril a octubre.

Hay varios itinerarios que incluyen a Vilagarcía, Vilanova, Cambados, O Grove, Cesures y Ribadumia.

«Cremos no turismo náutico», señaló ayer Carmen Pita, de Turismo de Galicia, y fruto de esta apuesta es la creación de la red «Cruceiros costeiros de Galicia» en la que la ría de Arousa tiene un papel destacado. Hay dos itinerarios: «Tesoros de las rías de Galicia» e «Islas atlánticas y villas marineras». En ambos hay paradas en la comarca: Vilagarcía, Cambados, Vilanova, O Grove y no faltan excursiones tierra adentro hasta Ribadumia, para visitar las rutas de las camelias y del vino, o río arriba, hasta Pontecesures, siguiendo el curso de la ruta jacobea.

Punto informativo en Vilanova
Los primeros cruceros saldrán este mes y se prolongarán hasta el mes de octubre. Para dar a conocer esta oferta, la estación marítima de Vilanova abrirá sus puertas en los próximos días y se dotará de folletos y material audiovisual sobre la materia, a mayores de la información que se puede obtener a través de www.nauticdestination.com. Esta red de cruceros se convertirá en un escaparate más de la oferta turística de Galicia y permitirá descubrir las rías desde mar adentro.

Pensando en el turismo y en los usuarios en general, Portos de Galicia también ha decidido sumarse al servicio de «reserva con llave inteligente» que permite, con una APP y desde un smartphone o smartwaches, reservar y abrir puertas en hoteles, coches de alquiler e instalaciones portuarias de forma virtual.

La Voz de Galicia

El alcalde Alberto García reitera la necesidad de reforzar la línea convencional de ferrocarril en Catoira.

El alcalde de Catoira, Alberto García García, aprovechó la visita de Ana Pastor a su localidad para entregarle un sobre. En su interior incluía un escrito que ya le había remitido hace justamente un año y en el que pedía un mayor esfuerzo del ministerio para reformar la línea de tren convencional.

El regidor felicita a la ministra “por la defensa que siempre hace de la Alta Velocidad para conectar Galicia con Madrid y el resto de España, frente a quienes parecen entender que el progreso y las inversiones públicas no deben estar al alcance de todos los ciudadanos de este país”. Junto a estos elogios, García hace constar que se alegra por “poder seguir contando con el transporte de viajeros por la vía convencional, porque poder disponer de siete trenes diarios que paran en Catoira, en uno u otro sentido, es una magnífica noticia”.

Sin embargo “se producen algunas disfunciones en el funcionamiento de los trenes de cercanías y regionales que, de persistir y no subsanarse, perjudicarán a los vecinos de este Ayuntamiento”. De este modo el primer edil vikingo pide que se ajusten algunos horarios y que se detenga un tren en el apeadero catoirense todos los días a las ocho de la mañana, en dirección a Vilagarcía.

Faro de Vigo

Un mal diseño de horarios lastra la utilidad del tren en Arousa y Barbanza.

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El alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, aprovechó la fugaz visita que Ana Pastor realizó ayer a esta localidad para trasladarle una petición: que se amplíe el número de trenes que, a lo largo del día, paran en la estación de la villa vikinga. García explica que «en contra de lo esperado, los trenes de proximidad entre Vilagarcía y Santiago no paran en Catoira, como siempre solicitó la comisión en defensa del tren de cercanías donde está integrado este Concello». La decisión, argumenta el alcalde, no responde a ningún tipo de criterio técnico, y su modificación no supondría ampliar más que en unos minutos los tiempos del viaje. El alcalde llama la atención, también, sobre el hecho de que durante las mañanas la estación está desértica. Justo, indica, «en esas horas cruciales para desplazarse los trabajadores y los estudiantes. Un tren de proximidad sin parada durante cuatro horas en Catoira queda muy afectado».

Aunque con más frecuencias y paradas que en Catoira, en Pontecesures también hay problemas con el tren. «Nós o que queremos é recuperar os que daban servizo á xente que vai ou ven a traballar ou estudar», explica la alcaldesa de esta localidad, Cecilia Tarela. La regidora nacionalista indica que hace aproximadamente un año se eliminaron varias frecuencias en esas horas punta. Luis Ángel Sabariz, portavoz de la comisión de cercanías, también reconoce que en los servicios regionales «hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo», aunque destaca que, pese a ello, siguen ganando usuarios.

Los usuarios

¿Y qué dicen los usuarios de esas «lagunas»? Desde que empezó la convivencia entre los trenes de alta velocidad y los servicios regionales, «puede que las grandes ciudades estén mejor comunicadas, pero por el medio hay mucha gente que, aunque quiera, no puede usar el tren para ir al trabajo», dice Jesús García. ?l trabaja en el Concello de Ribeira pero vive en A Coruña. Lleva años usando el tren -combinado con el coche, claro- pero cada vez Renfe se lo pone «más difícil». En la misma línea se expresa Andrea Serrano, trabajadora del Ayuntamiento de Pontecesures, que antes se bajaba del tren en esta localidad y que ahora debe hacerlo en A Escravitude, en una «estación fantasma» a kilómetros de su destino. Viaja, eso sí, en un rápido Avant. «¿Ahorrar tiempo de viaje? En mi caso, yo no ahorro nada», sentencia.
«Renfe no hace más que ponernos obstáculos»

A Andrea Serrano, Renfe le puso la vida patas arriba hace un año, cuando cambió las frecuencias de sus trenes regionales para acoplarlos a la alta velocidad. «Llevo seis años haciendo el trayecto desde A Coruña -donde vive- a Pontecesures -donde trabaja-», narra. Antes, un tren la dejaba a orillas del Ulla a las ocho menos cinco, justo a tiempo para incorporarse a su puesto de trabajo. Salía también con el tiempo necesario para subirse al convoy en el que hacía el viaje de vuelta. «Y de repente Renfe decidió que iba a quitar frecuencias del servicio regional, y que a cambio nos daban una línea súper rápida, Avant, con parada en la estación que llaman de Padrón-Barbanza y que está en medio de la nada».

Allí llega ella ahora, cada mañana, a las 7,43. Y allí, tras rascar el hielo que la madrugada ha dejado sobre el parabrisas del coche, se sube en el vehículo de segunda mano que le han tenido que prestar para poder cubrir la distancia que la separa del Concello de Pontecesures, en el que trabaja. Al acabar la jornada, toca de nuevo coger el coche y quemar combustible hasta la estación Padrón-Barbanza para, «a las 14.29», coger el tren de vuelta. Si lo pierde la lleva clara: hasta la noche no hay otro viaje. Porque «hay tres viajes al día en cada dirección». Si se resiste a esperar y busca servicio en otra estación, tiene que pagarse el billete completo, «porque aunque tenemos un bono de 229 euros al mes, no nos lo aceptan».

«Parece que Renfe no hace más que ponernos escollos», apunta Jesús García. ?l también vive en A Coruña y trabaja en el Ayuntamiento de Ribeira. Lleva años combinando tren y coche: se bajaba en la estación de Padrón y subido a su automóvil se dirigía a su puesto de trabajo. La operación se le ha complicado. «Si un día tengo que coger el tren en Padrón, además de que hay que pagar el billete, tengo que dejar el coche en esa estación. Y al día siguiente llego a la de Padrón-Barbanza que está en medio del monte, y allí no hay ni servicio ni de taxis, ni de buses, ni de nada».

Y tanto que no lo hay. Por no haber, apunta Ángeles Freire, otra de las usuarias de esa parada de trenes, no hay ni personal de Renfe, ni carteles que indiquen de qué andén salen los trenes. «Mucha gente llega aquí esperando encontrarse en el centro de Padrón y se quedan descolocados. A muchos los bajamos nosotros en coche», señala Andrea. Las reclamaciones que han presentado ante Renfe no han servido de gran cosa.

La Voz de Galicia

Valió la pena conservar la línea convencional del ferrocarril Vilagarcía/Santiago.

Fomento incluso incrementó las frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, con una alta demanda en su recorrido

Casi un año después de que llegase la alta velocidad al eje atlántico -fue el pasado mes de abril cuando, además de reducir tiempos los viajeros pudieron atravesar el nuevo puente de Catoira- ya se puede responder a una de las preguntas que se hacían entonces; si compensaría el mantenimiento de las vías regionales que finalmente Fomento permitió que siguiesen operativas. Y lo cierto es que sí, que la Comisión en defensa de las cercanías que peleó por ello durante varios años tenía razón; la demanda de pasajeros en el eje atlántico es tal que valió la pena mantener el servicio en las viejas vías que quedaron al margen de la alta velocidad y en estaciones como la de Catoira, Pontecesures o Padrón, que siguen teniendo un tráfico similar al que registraban ante de la llegada del AVE.

Luis Ángel Sabariz, que fue concejal en Pontecesures y uno de los abanderados de aquella comisión, asegura que en general están satisfechos de cómo quedó el servicio. «Solo hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo, porque sale uno a las 6.36 horas de Santiago y no vuelve a haber otro hasta las 10.35. En general está mejor en dirección A Coruña que en dirección Vigo, pero se mantuvieron las frecuencias y estamos contentos».

Buena prueba de que el tráfico de pasajeros no bajó es que el alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, se dirigió varias veces a Fomento para hacerle llegar un acuerdo plenario en el que se pedía que los nuevos trenes regionales que entraron en servicio entre Vilagarcía y Santiago parasen también en Catoira. Curiosamente lo hacen en Pontecesures, pero no en la localidad anterior, y todo ello pese a que los usuarios de la zona de Barbanza siguen prefiriendo coger el tren en Catoira y no en la nueva estación construida más allá de Padrón, que está resultando ser un fracaso porque está aislada. «Si tienes que coger el coche para hacer ocho kilómetros hasta la estación, para eso ya vas en coche hasta Santiago», razona Sabariz.

Al margen de ajustar las frecuencias, los usuarios piden que se mejoren y modernicen las estaciones pequeñas que quedan fuera de la línea del AVE.

Frente a la línea del eje atlántico, los regionales de la vía férrea que une Santiago con Ourense languidecen. Ni el servicio ni las frecuencias cubrían las necesidades de los pasajeros antes de la llegada de la alta velocidad, pero después, todo fue a peor. Renfe acaba de reducir las paradas en la vieja estación de Lalín, de tres que había, a una sola en ambos sentidos. Los vecinos saben que es la crónica de una muerte anunciada, y aunque Fomento prometió un apeadero en la línea de alta velocidad, en realidad, dan el tren por perdido.

La Voz de Galicia