«Prefiero el rápido, pero hoy vine en el otro y la diferencia es poca».

A las 15.58 horas, con una puntualidad de AVE, llegó el miércoles a la estación de Santiago un regional procedente de Vilagarcía. En una semana sin colegio ni universidad, la mayoría de los que se apearon acudían a la capital de Galicia para hacer compras o para pasar la jornada. Casi todos se habían subido al tren en Vilagarcía, pero algunos lo hicieron en Pontecesures y en Catoira.

Entre ellos, José Abad, un joven de Vilagarcía que durante años utilizó el tren para ir a la universidad pero que en esta ocasión lo hizo para quedar con unos amigos. «Ahora vengo dos o tres veces al mes; la verdad es que prefiero el rápido, pero tampoco tengo ningún problema en coger el regional, como hice hoy. Quedé con unos amigos y como venía con tiempo, prefiero pasarlo en el tren que no esperando en la estación; son diez o quince minutos más, tampoco es tanta la diferencia». El precio tampoco importa en su caso; es hijo de maquinista y los dos le cuestan lo mismo; para los demás pasajeros, la diferencia va de una tarifa de 4 euros en el regional a otra de 5.05 en el que va por la línea de alta velocidad.

José Abad es partidario de que se mantengan los dos servicios, «pero bien planteado y gestionado, que las frecuencias sea racionales y necesarias, porque si no la demanda va a ser escasa».

La Voz de Galicia

Salva o Tren expone sus argumentos en Portas que colisionan con la Senda Verde.

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La plataforma “Salva o Tren” explicó ayer en Portas sus argumentos sobre la defensa del tren de cercanías y su rechazo a la Senda Verde que plantean los concellos de Vilagarcía, Caldas y Portas. Al acto, celebrado en la Casa da Cultura, acudieron una veintena de personas.

El portavoz del colectivo, Fernando Gómez, insistió en su tesis de mantener el transporte público a su paso por municipios pequeños como Portas por ser importante para colectivos como universitarios y personas mayores.

Asimismo, hizo hincapié en la importancia de mantener la viabilidad de la unión con Vilagarcía y recuperar el apeadero de Rubiáns, al encontrarse a unos trescientos metros del Hospital de O Salnés y por ser clave, a su juicio, en la comunicación con Vilagarcía y su puerto.

Salva o Tren mantiene que se podía ejecutar la unión con Pontevedra “a coste cero y sin ningún impedimento técnico” y considera que uniría la comarca de Caldas con la capital de la provincia”.

Esta charla, apoyada en una proyección sobre las “ventajas” del mantenimiento del tren de cercanías, se produce días antes de que tenga lugar el pleno de Portas en el que la corporación municipal votará por el apoyo a la puesta en marcha de la Senda Verde en la vieja línea entre la estación de Portas y Vilagarcía.

Vía Verde

Este proyecto de Vía Verde choca frontalmente con la opción de recuperar el servicio de transporte ferroviario que se clausuró en 2008, de ahí que ahora los concellos apuestan más por el turismo medioambiental con el paseo para peatones y ciclistas, más que por la recuperación de la línea ferroviaria, ocho años después, a pesar de la insistencia de este colectivo y sus numerosas entrevistas con las administraciones.

Faro de Vigo

Despliegue de medios amplio.

El servicio 112 Galicia informó a las 13 horas de ayer de que efectivos del GES de Valga excarcelaron a Francisco Barreiro tras quedar atrapado bajo el tractor que conducía después de precipitarse al agua desde el puente del río Louro. Confirman que quedó bajo la máquina y que también participaron en el operativo bomberos de Vilagarcía, Tráfico y el helicóptero medicalizado con base en Santiago.

Faro de Vigo

Usuarios del tren ven inoperativa la estación del AVE Padrón-Barbanza.

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A punto de cumplirse un año desde la apertura de la estación del AVE Padrón-Barbanza, la zona de Arousa norte continúa tan alejada de la alta velocidad como antes de su puesta en marcha e, incluso, peor comunicada. Sin excepción, los usuarios del tren en la comarca la consideran totalmente inoperativa y cuando quieren moverse en ferrocarril a cualquiera de las grandes ciudades, bien sea hacia A Coruña o con destino a Vigo, prefieren desplazarse a Vilagarcía.

Todos reconocen que la estación tiene unas prestaciones de primera: un amplio aparcamiento gratuito y prácticas instalaciones en un edificio pensado para proporcionar comodidades a los viajeros. El problema radica en que le falla lo principal: frecuencia de paso de trenes, está alejada del entorno urbano, carece de comunicaciones con el transporte público por carretera y, por encima, está mal señalizada. Son tantas las carencias que algunos no dudan en calificar de vergonzosa la situación.

Seis paradas

A lo largo de todo el día solo paran seis trenes, tres en dirección a la capital herculina y otros tantos con destino a la olívica. Los horarios tampoco puede decirse que faciliten su uso. Los que van hasta A Coruña se detienen a las 7.27 horas, 14.29 y 22.24, y el trayecto hasta la última parada es de unos cuarenta minutos. Para cogerlo hacia Vigo hay que ir a las 7.43, 13.43 o 21.45.

Un vecino de Boiro que señala que le gusta viajar en tren por la comodidad que supone, afirma: «Esa estación es un misterio». El arquitecto Carlos Fernández Coto es otro habitual del ferrocarril e indica que ya el emplazamiento es un despropósito.

Tanto el presidente de la FEB, José Romero, con su gerente, Víctor Campaña, son asiduos del servicio férreo, pero Campaña solo en una ocasión utilizó la instalación de A Escravitude. El hecho de que únicamente abra cuando pasa un convoy, unido a la escasa frecuencia, le llevaron a continuar sirviéndose de las que hay en la vecina provincia pontevedresa, que son «más prácticas».

La Voz de Galicia

La aventura de repostar de noche.

Solo siete gasolineras abren las 24 horas; algunas lo hacen para que no les roben.

Ojo con quedarse en la reserva cerca de la noche. Si un vecino de la comarca de Pontevedra o de Arousa tiene que salir disparado de madrugada y a su vehículo no le queda combustible las pasará canutas para poder repostar. Salvo siete estaciones de servicio, el resto actúan cual Cenicienta; a partir de la medianoche -muchas incluso antes, a las once o las diez- desaparecen por completo del mapa. Dicen desde el sector que no es rentable abrir. Lo afirman incluso quienes dan ese servicio. ¿Por qué lo hacen, entonces? Por dos motivos: para mantener las gasolineras con personal en las horas sin luz y evitar robos y porque consideran que es una prestación que, aunque deficitaria en algunas ocasiones, es de recibo que exista. «Somos un pouco como as farmacias, eu penso que debemos abrir», dice un empresario del ramo de Pontecesures.

Empecemos por Pontevedra. ¿Dónde se puede repostar? Si uno vive en la ciudad puede respirar más o menos tranquilo. Tiene dos opciones relativamente cercanas. Están abiertas tanto la gasolinera ubicada en la Avenida de Lugo -en la salida hacia Ourense- o el área de servicio de Placeres. Eso sí, desde esta última recuerdan que están en una situación precaria, en concurso de acreedores y, por lo tanto, no saben hasta qué momento darán servicio. De momento, sí atienden. La de Placeres es la única de toda la zona en la que, en horario nocturno, hay un trabajador que sirve el combustible.

¿Qué ocurre con los alrededores pontevedreses? Ahí la cosa está peor. Las únicas gasolineras abiertas 24 horas están en Caldas, una en Godos y la otra en Carracedo -esta última lo hace con una máquina dispensadora, sin personal que cobre-. Ni siquiera funcionan las de la autopista AP-9. Tampoco hay servicio en municipios como Poio, Marín, Bueu, Cuntis, Moraña, Portas, A Lama, Cotobade, Barro, Campo Lameiro, Ponte Caldelas o Vilaboa. En Sanxenxo sí hay una, llamada Anduriña y ubicada en Vinquiño, que abre por la noche. Pero lo hace únicamente en los meses de verano. «En xullo, agosto e setembro si que hai movemento e compensa abrir. Pero o resto do ano non merece a pena, así que pechamos ás once da noite», señalan desde el negocio.

El caso vilagarciano

¿Y en Arousa? La situación es curiosa, sobre todo, en Vilagarcía. Con casi 37.500 habitantes y siendo la octava ciudad gallega, no tiene ni una sola estación de servicio abierta por la noche. Si un vilagarciano necesita repostar a deshora no le queda más remedio que conducir, si es que le queda algo en el tanque, hasta Cambados o Godos. Pongamos un ejemplo: un vecino que viva en plena zona de Ravella, en el centro de la urbe, tendrá que peregrinar con su coche, como mínimo, cinco kilómetros hasta el lugar caldense de Godos.

Por raro que suene, están mejor otros concellos arousanos que Vilagarcía. Por ejemplo, Cambados sí tiene gasolineras abiertas. Dos nada menos. Permiten repostar de noche tanto la de Corvillón como la que está ubicada en la vía rápida a su paso por el término cambadés. Encima, también se mantiene abierta la otra estación de este mismo vial, ubicada en Meis. Los que sí o sí deben cambiar de municipio para repostar son los de Ribadumia, Meaño, O Grove, A Illa o Vilanova. Y en la misma situación están los de Catoira y Valga. Se salvan los de Pontecesures. En el caso de Cambados, hay algo llamativo. La estación de Corbillón, además de ser punto de referencia para repostar de noche, es un mítico lugar de compra de bebidas y comida para después de las noches de fiesta. En la localidad cambadesa son muchos los que cuentan las colas que hicieron para coger un bocata de madrugada en este local o para comprar pan fresco el día de primero de año. La estación cambió de dueños hace un año. Y el nuevo gerente señalaba ayer lo siguiente: «Imos abrir de noite ata o verán, despois botaremos números e quizais cerremos. Non o sabemos de momento».

Más allá de las dos de Pontevedra, el otro par de Caldas y Cambados, hay una séptima gasolinera abierta en Arousa y Pontevedra. Está a orillas de la N-550, en Pontecesures. Desde ella, llamada A Palmeira, habla Rubén García, su gerente: «Non merece a pena abrir, claro que non. Poden venderse entre 500 e 600 litros nunha noite e iso é moi pouco. Pero temos que dar o servizo, eu creo que si. Ademais, é a única forma de que non nos rouben».

Sus palabras, el hecho de que abrir y tener personal en el interior de las instalaciones -atienden por ventanilla- sea un escudo antirrobos lo repiten en más sitios. Lo dicen en Cambados. Y lo certifica Silvia Charlín, desde la gasolinera CKM de Godos, en Caldas: «Abrimos por la noche no por el trabajo que hay, que es muy poco, sino por la seguridad. Si esto se queda vacío entran y te rompen todo. Lo vemos en gasolineras que cierran», dice. Por rentabilidad, señalan desde todos lados, no habría ni un solo surtidor disponible por las noches.

La Voz de Galicia

Solo Vilanova y A Illa ofrecen Wifi gratuito y en abierto a los vecinos.

Hoy en día es casi imposible vivir sin conexión a Internet. En el trabajo, en casa y en la calle, las obligaciones y el ocio obligan a estar permanentemente conectados, y el acceso libre y gratuito a la red todavía sigue siendo una quimera en la mayor parte de la comarca.

Solo los concellos de Vilanova y A Illa ofrecen este servicio, aunque está lejos de ser perfecto. En los demás municipios hay Wifi gratuito en instalaciones públicas, pero fuera de allí son contados los lugares donde se puede captar la señal. Por ejemplo, en la plaza del Campo da Feira de Mosteiro (Meis) la antena instalada en la casa de la cultura permite acceder a una web que, previa inserción de usuario y contraseña, da opción a navegar gratis por Internet durante una hora. Así que no es raro encontrarse a gente dentro del coche con un portátil o, si el tiempo lo permite, en un banco de la plaza para coger la señal pública.

Los alrededores del consistorio de Vilagarcía en Ravella o el paseo marítimo de A Compostela son otros de los puntos en los que puede saltar la señal de los «edificios municipales» en los dispositivos móviles, pero el éxito de la navegación no está garantizado.

Un operador público

En este terreno, Vilanova se lleva la palma. Fue el primer concello, hace ya casi nueve años, que apostó claramente por esta tecnología y hoy, prácticamente, da cobertura a sus 34 kilómetros cuadrados. El Concello funciona como un operador autónomo que cuenta con 86 antenas distribuidas desde Baión a San Miguel y desde Tremoedo a Corón, sin olvidar el casco urbano. Su señal en abierto ofrece cuatro megas simétricos por usuario, que utilizan una media de once mil máquinas durante las mañanas de un día laborable, tantas como habitantes tiene el ayuntamiento.

Pero en este cómputo no solo caben usuarios de Vilanova. Con esta señal tienen Internet vecinos de A Illa, Vilagarcía, Cambados, Meis, O Grove y hasta alguno de Ribeira y de Caldas, según informan desde el centro de procesado de datos, situado en A Pantrigueira (San Miguel).

Los servicios municipales reconocen que «todo es mejorable» y que puede haber puntos en los que falla la conexión, pero sostienen que la calidad y la cobertura del servicio es más que óptima.

Su dinero le ha costado al Concello. La inversión inicial para instalar Wifi en Vilanova rondó el medio millón de euros y la intención del gobierno local es seguir mejorando el servicio mediante la implantación de fibra óptica «que ya la tenemos en el pueblo, en el polígono de Tremoedo y en Corón», según explicaba ayer el alcalde, Gonzalo Durán.

En el Ayuntamiento han recurrido a subvenciones para sufragar la infraestructura y, a mayores, debe afrontar unos gastos fijos de mantenimiento anuales. Por el uso de la señal, le paga a la compañía R 2.500 euros al mes. Además de la conexión libre y gratuita, Vilanova también ofrece Wifi cerrada, con clave y cifrada, solo para vecinos de la localidad que cumplan una serie de requisitos.

Para espacios abiertos

A Illa es otro de los concellos que ofrece Wifi gratuito, aunque las características son distintas. Inicialmente para poder conectarse era necesaria una clave que facilitaban en el Concello, pero ahora ya no es necesario. El sistema de «Wifi Plazas públicas» funciona gracia a diez antenas distribuidas por el término municipal. La señal está concebida para espacios abiertos aunque, con suerte, también se puede captar bajo techo. El gobierno local va a continuar con esta apuesta en el 2016. Con cargo a 4.000 euros del presupuesto municipal se van a instalar nuevas antenas con el fin de cubrir las zonas oscuras que todavía quedan en el territorio insular, según informa el alcalde, Carlos Iglesias.

11.160

Usuarios

Ayer a las 10 horas. En verano se alcanzan los 18.000

2.500 ?

Canon mensual

Que paga el Concello de Vilanova a la operadora R

86

Antenas

Distribuidas por todo el término municipal
Vilagarcía, en 35 puntos y con escasa potencia, y en Cambados estudian ampliar la cobertura

Vilagarcía, la cabecera de la comarca en población, está lejos de universalizar el servicio. El Concello dotó de Wifi gratuito a todos sus centros públicos, pero la potencia se queda corta en cuanto hay una concentración de gente, caso del pabellón de deportes los días de partido o el auditorio cuando hay una actuación que atrae mucho público. Según la relación que facilita Ravella, hay Wifi libre y gratuito en los dieciséis centros culturales y en otras diecinueve instalaciones municipales como el consistorio, la escuela de música, las bibliotecas, el museo del ferrocarril, la plaza de abastos de Vilaxoán, las escuela taller y otras. En el recinto de Fexdega también existe infraestructura disponible durante los eventos.

En Cambados el abanico de posibilidades para acceder a Internet de forma gratuita es más pequeño. Solo es posible en la biblioteca municipal Luis Rei, en las casas de la cultura y en el centro social de A Mercede. El gobierno local está estudiando la posibilidad de ampliar la cobertura, pero todo va a depender del coste económico, según explica el portavoz, Xurxo Charlín.

Zonas rurales

En O Grove se cuentan con los dedos de una mano los edificios que dispone de Wifi, una cobertura mucho peor que otros concellos menores en población, caso de Ribadumia. Allí también hicieron hace años un intento por llevar la señal a todas las parroquias, pero el proyecto se quedó a medias. Hoy solo da cobertura al núcleo de Barrantes y a la casa de la cultura de Ribadumia y el Concello está en fase de revisión del servicio dadas las anomalías que se han detectado en el sistema, según informan desde el gobierno local.

En programa Repoblar impulsado por la Diputación de Pontevedra posibilitó implantar el Wifi en algunos núcleos rurales de la comarca, caso de Armenteira (Meis). Y en Meaño disponen de red gratuita en el centro social de Dena, en la casa de cultura de Meaño, en la plaza de abastos, en el centro de mayores y en las escuelas infantil y de música.

En los concellos situados al norte de la comarca, el escenario es similar. En Pontecesures intentaron extender la señal aprovechando la ventaja que ofrece su distribución geográfica y poblacional. Se colocaron varias antenas pero acabaron estropeándose. Las maltrechas instalaciones todavía permiten conectarse a Internet gratis en la plaza del coche de piedra.

La Voz de Galicia