La Ruta Quetzal en la Ruta Xacobea.

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La Ruta Quetzal llegó aquel año a Vilagarcía. El televisivo Miguel de la Cuadra Salcedo ejercía de embajador de Galicia a en una de aquellas expediciones en las que se hacía acompañar por chavales de todo el mundo. En el 2004 la Ruta Quetzal terminaba en la ría de Arousa y 400 jóvenes de 48 países, después de pasar tres semanas en México visitando los volcanes, cruzaron el charco para hacer la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla desde Vilagarcía a Cesures, conmemorando el traslado de los restos del Apóstol.

La Voz de Galicia

Desmantelada una red que usaba cuatro burdeles para vender droga.

Tras una laboriosa investigación, la Guardia Civil ha completado la operación Posada con la detención de nueve personas que presuntamente formaban parte de una organización dedicada al tráfico de drogas y que utilizaba cuatro burdeles situados en las provincias de A Coruña y Pontevedra como puntos de distribución de las sustancias estupefacientes, fundamentalmente cocaína.

Entre los nueve arrestados hay vecinos de Brión, Padrón, Vilagarcía, Caldas y Catoira. En el operativo, desarrollado por agentes del cuartel de Noia, se han registrado cuatro domicilios, en los que fueron halladas diversas cantidades de droga, así como básculas de precisión y otros objetos necesarios para la preparación de las papelinas. También encontraron dinero en efectivo y unas libretas con anotaciones que los investigadores consideran que serán de gran utilidad para poder demostrar las actividades ilícitas a las que presuntamente se dedicaba el grupo.

De igual modo, se incautaron de dos vehículos de gran cilindrada y que suponen que eran utilizados para el transporte y posterior distribución de las drogas.

Los burdeles estaban en la zona de la comarca de Sar y entre Vilagarcía y Caldas de Reis. Los dos primeros abastecían al sur de la provincia de A Coruña, mientras que desde los otros dos se vendía en las zonas de Arousa y O Salnés. Además de como puntos de venta, los prostíbulos eran utilizados para reuniones.

La Voz de Galicia

Dieciséis concellos de Pontevedra y Arousa no tienen farmacia de noche.

En las comarcas de Arousa y Pontevedra hay ya dieciséis municipios que no cuentan con farmacia de guardia por las noches, según la información del colegio farmacéutico. Las boticas empezaron a cerrar en horario nocturno desde que hace años cambió la ley y se estableció que no es obligatorio hacer guardias en municipios donde no hay Punto de Atención Continuada (PAC). Se entiende, tal y como ayer repetían distintos farmacéuticos, que si uno no tiene en su localidad un servicio sanitario donde le puedan recetar un medicamento por la noche tampoco necesita botica para adquirirlo. Con esa lógica, que se le atraganta a algunos ciudadanos, algo más de 59.000 vecinos de A Lama, A Illa de Arousa, Barro, Cotobade, Cuntis, Campo Lameiro, Meaño, Meis, Moraña, Ponte Caldelas, Poio, Pontecesures, Portas, Ribadumia, Vilaboa y Vilanova están obligados a desplazarse para ir al dispensario de noche.

Ayer, al preguntar a los farmacéuticos por qué no se abre de noche en esos municipios, muchos de ellos contestaban lo mismo: «No es rentable, casi no viene nadie, se acaba perdiendo dinero. La gente que tiene que ir al médico de noche ya compra en el municipio donde le atienden, que ahí sí que está abierta la farmacia por la noche. Por ejemplo, si una persona de Vilanova de Arousa va al PAC, que le toca Cambados, ya compra allí y listo».

¿Y qué pasa con las urgencias oficiosas, es decir, los medicamentos sin recetas o artículos como chupetes, pañales o leche infantil que uno puede necesitar de noche y que quienes son padres saben bien que pueden convertirse en imprescindibles? Desde las boticas, con unas u otras palabras, indican que no están obligados a suministrar nada sin receta en horario nocturno. «Entendemos que puedan hacer falta algunas cosas, como leche o chupetes, pero por eso no se puede tener a una persona ahí. Nos costaba muchísimo dinero», señalaban ayer desde la farmacia de Carballedo, en Cotobade.

Ese argumento de los boticarios se repite una y otra vez se pregunte en Meaño, Ponte Caldelas, Vilanova, Pontecesures o Ribadumia. Los farmacéuticos también señalan que los kilómetros a recorrer no suelen ser demasiados. Con el mapa en la mano, hay que decir que los vecinos se enfrentan a situaciones distintas. Por ejemplo, un ciudadano de Poio no tiene que viajar demasiado para acceder a la farmacia de guardia en Pontevedra. Pero hasta la capital provincial también tienen que acudir, si lo necesitan, personas de Cotobade, Ponte Caldelas o Vilaboa. Ellos sí se enfrentan a más coche y tiempo. Por ejemplo, un vecino de Carballedo, en Cotobade, tiene que recorrer 22 kilómetros.

Al menos una excepción
En las comarcas de Arousa y Pontevedra hay al menos una excepción a la norma general. Se trata de Catoira. Aunque no tiene Punto de Atención Continuada, una de las farmacias del municipio sí abre de noche y hace guardias una semana sí y la otra no. Cuando cierra, toca ir a Vilagarcía.

Hay concellos de la zona donde, además del servicio nocturno, a veces tampoco hay diurno. En casi ningún municipio rural la botica está disponible los domingos. Y en algunos cierra también el sábado por la tarde. Los que sí tienen dispensario siempre son Caldas, Cambados, O Grove, Marín, Bueu, Vilagarcía, Sanxenxo y Pontevedra.

«Eu quero seguir dando ese servizo»
Fernando Casal está en el lado opuesto. ?l no está obligado a abrir su farmacia de Catoira por las noches. Sin embargo, mantiene el servicio dos semanas al mes. ¿Por qué? Indica lo siguiente: «Non gañas nada, pero hai que abrir. Non nos podemos mover só polo tema económico. Está claro que de noite non che da nin para pagar a luz. Pero eu creo que este é un servizo necesario e que o temos que dar».

Casal cuenta qué tipo de casos son los que le llevan a hacer guardias. «A min tenme chegado aquí de madrugada, chovendo, algún home en moto, que estivo soldando toda a tarde e necesita algo para os ollos. ¿Ti cres que a ese home o podemos mandar ata Vilagarcía? Eu creo que non, que debe ter farmacia aquí», explica. Habla también de que los vecinos son muy respetuosos y de que nadie acude de noche a la farmacia «se non é algo importante». Luego, sentencia: «Eu sigo co ritmo de toda a vida. Son de aquí e quero que Catoira teña os seus servizos aínda que iso supoña facer algún sacrificio».

Fernando Casal

Farmacéutico catoirense

«Es un absurdo abrir, no hay nadie»
María José Matovelle tiene una farmacia en Barro y una larguísima experiencia profesional. Al preguntarle si cree correcto que tanto en su municipio como en otros muchos no haya farmacias abiertas por la noche responde con contundencia: «Es un absurdo abrir, no hay nadie. Te aseguro que durante años lo vivimos y la gente no viene. Tener a una persona de guardia por las noches supone un coste económico y social enorme y no compensa», enfatiza. No se la convence con ningún argumento. Ni siquiera hablándole de la desesperación que puede sentir un padre que se quede sin un chupete o sin el Dalsy y tenga que salir pitando en coche a buscarlo: «Si uno se olvida de las cosas tiene que asumir las consecuencias, pero el pato no lo puede pagar la farmacia. ¿Va a estar una farmacia de guardia toda la noche para que venga alguien a quien se le olvidó una cosa? Yo creo que no tiene sentido ninguno».

María José Matovelle

Farmacéutica de Barro

Resignados a tener que coger el coche «para casi todo»
Visitar a media mañana de ayer en el centro de salud de Mosteiro, en Meis -uno de los concellos que no tiene farmacia durante las noches- era como ver retratada Galicia. Entrando a la derecha varias personas esperaban turno para ser atendidas por el doctor de cabecera. Todas peinaban canas y algunas no se libraban del bastón. A la izquierda, en la zona de pediatría, una única niña jugaba con su madre. Viendo el panorama, uno hasta llegaba a entender que, con la población envejecida y cayendo en picado, los servicios vayan a menos y ya no haya ni médicos ni farmacias en municipios pequeños. Pero conforme iban pasando los minutos, el panorama iba cambiando. Llegó una embarazada a la que le falta poco para tener su segundo hijo; una madre con una niña acatarrada hasta los topes, otra mujer que aseguró tener dos pequeños y una más que no pasaba de los cuarenta años. Todas viven en distintos lugares de Meis. ¿Qué dicen de no tener ni siquiera farmacia durante las noches?

Quizás porque la historia viene de lejos, todas aseguraron que ya están acostumbradas a tener que coger el coche «para casi todo». Eso sí, echan de menos los servicios. Y dicen que estos podrían ayudar a traer población. Patricia Lede, una de esas mujeres, contaba su experiencia: «Teño dous nenos pequenos e se hai que ir a urxencias de noite pois claro xa compras na farmacia de Cambados pero non é a primeira vez que mando ao meu home de noite por cousas que son sen receita. Ás veces chamo ao 061 por algún problema, falas co médico por teléfono e diche que lle deas tal cousa e, claro, hai que ir por ela». Algo similar opina otra vecina, Teresa Laíño, quien afirmaba: «Oxalá nos puxeran tanto farmacia como médico polas noites, pero non hai nada. Toca ir no coche e punto. Non lle hai que facer». Ambas señalaban que en sus casas hay vehículos, y que seguramente lo tengan peor quienes no disponen de coche.

Poco después de hablar ellas así, salía del médico una mujer mayor, que no conduce. ¿Su receta? «Hai que ter sempre medicamentos na casa. ? necesario ser moi previsor», decía.

La Voz de Galicia

Vilagarcía, Pontecesures, Meaño y Vilanova reciben dinero para acción social y contrataciones.

Los Ayuntamientos de Vilagarcía, Meaño, Pontecesures y Vilanova se suman a la lista de municipios pontevedreses beneficiados por el reparto de ayudas económicas de la Diputación, en este caso para labores relacionadas con la contratación de personal o el turismo y la cultura.

El gobierno pontevedrés aprobó ayer el desembolso de un millón de euros más dentro del “Plan Concellos”, de tal forma que “en los dos primeros meses el año se distribuyó ya el 25% de los 10 millones concedidos” en las cuatro líneas de apoyo establecidas.

A modo de ejemplo, la relación de subvenciones para actividades culturales, deportivas, turísticas, sociales y medioambientales incluye en esta ocasión al Concello de Meaño.

Por su parte, el listado de ayudas del ente provincial para el fomento del empleo incorpora ahora a Pontecesures, Vilagarcía y Vilanova.

El municipio vilagarciano logra casi 326.000 euros para contratar a dos administrativos, un monitor o animador deportivo, un conductor operador de retroexcavadora, una decena de ayudantes de albañilería, cuatro peones forestales, tres pintores, cuatro instaladores electricistas, un carpintero, dos fontaneros, un soldador y cinco trabajadores de conservación de parques.

La cantidad que se entrega a Pontecesures ronda los 81.000 euros y va a permitir contratar a tres peones de obra pública, dos peones auxiliares de jardinería, tres de limpieza de edificios y fachadas y un técnico de Protección Civil.

En cuanto a Vilanova de Arousa, la ayuda que le concede la Diputación de Pontevedra es de 131.000 euros y va a destinada a la contratación de siete peones de obra pública, dos albañiles, un carpintero, un fontanero, un soldador, un chófer, dos tractoristas, un palista, dos conserjes, un animador y tres peones.

Al margen de esto, pero también en relación con los servicios del ente provincial, hay que destacar que impulsa un nuevo convenio para la recogida y tratamiento de vehículos abandonados en municipios de menos de 50.000 habitantes, que de este modo van a ahorrarse tanto las gestiones como el coste de la operación de retirada de tales elementos, que en muchos casos obstaculizan durante meses e incluso años tanto calles como zonas de estacionamiento, con el consiguiente perjuicio para la imagen de los pueblos y el conjunto de la población.

En la Diputación recuerdan que “la recogida de los vehículos abandonados y su posterior gestión es competencia directa de los Concellos”. Pero el ente provincial quiere “garantizar la prestación integral y adecuada en toda la provincia de los servicios de competencia municipal, así como dar soporte a los ayuntamientos en la tramitación de procedimientos administrativos y en la realización de actividades materiales y de gestión”.

De ahí el compromiso de colaborar en la recogida de vehículos abandonados, que cada vez son más. El convenio a firmar con los Concellos no tendrá coste alguno para estos, comprometiéndose el gobierno de Carmela Silva a recoger y transportar los vehículos en un plazo máximo de cinco días desde el momento en que así lo requiera cualquier gobierno local.

Pontecesures de los concellos que reciben menos dinero del Estado por habitante.

¿Tienen todos los ciudadanos los mismos derechos y obligaciones? La respuesta teórica señala obviamente que sí. La praxis, sin embargo, revela muchas disfunciones, que se manifiestan en los ámbitos más diversos: sanidad, educación… La financiación municipal, esto es, los recursos a los que acceden los concellos para prestar los servicios a sus ciudadanos, es otro de estos campos en los que la idea de la igualdad se presenta con llamativos matices. Así, por ejemplo, un análisis detallado de las transferencias que el Estado realizará este año a los ayuntamientos de la provincia revela diferencias cuantiosas entre unos y otros.

Esta partida, la que la Administración central inyecta cada ejercicio a los concellos de menos de 50.000 habitantes, es uno de los pilares que permite a los consistorios sostener sus, por lo general, maltrechas arcas. Los de más de 50.000, en el caso de la provincia Pontevedra y Vigo, tienen un sistema de financiación distinto porque participan de los tributos generales: IRPF, IVA, alcohol y tabaco…

Al procesar los datos, y dejando al margen a las dos urbes más pobladas, se constata que hay cuatro ayuntamientos en la provincia (Cangas, A Estrada, Vilagarcía y Lalín) que reciben un ingreso per cápita del Estado superior a los 200 euros, una cifra que contrasta (ver gráfico adjunto) con los menos de 160 euros de municipios como A Illa de Arousa, A Lama, Pontecesures, Forcarei, Covelo, Campo Lameiro, Arbo, Fornelos…

Factores de corrección

Sobre el papel, y habida cuenta de que ese principio de igualdad de derechos estaría consagrado, parecería lógico pensar que el ingreso por ciudadano transferido desde la Administración central debería ser bastante parejo en todos los concellos, y no mostrar una horquilla tan acusada entre unos y otros. Si ocurre así es porque el sistema de financiación introduce factores de corrección al realizar el cálculo de lo que le corresponde a cada consistorio que alteran el reparto final.

Así, el Ministerio de Hacienda tiene obviamente en cuenta la población al realizar su estimación, pero también otros factores como la superficie del concello en cuestión o su política fiscal. Este último coeficiente no es menor a la hora de repartir los fondos. Y es que el sistema actual penaliza a aquellos ayuntamientos que practican una cierta insumisión fiscal al mantener unas tasas inusualmente bajas. Hasta no hace muchos años, sin ir más lejos, había en la provincia municipios que no cobraban a sus vecinos, o si lo hacían la cantidad era insignificante, por servicios como la basura o la traída.

Por contra, el sistema de cálculo alzaprima a aquellos gobiernos locales que mantienen una presión fiscal equilibrada y sensata, de tal forma que se ven beneficiados en las transferencias de fondos que cada año proceden de Madrid.

La Voz de Galicia

«Vin para aquí polo alugueiro, e agora creo que se quedara en Padrón non traballaría tanto».

Rodrigo Ces decidió hace algo más de dos años dedicarse a lo que realmente le gustaba: hacer arte sobre la piel. Así que dio un salto al vacío, decidió abrir un estudio de tatuajes y empezó a buscar el mejor lugar para ello. Como vive en Rianxo, sus primeras pesquisas las realizó por las calles que vieron crecer a Castelao. «Pero os prezos eran altísimos, un desfase». Una vez descartado el entorno más cercano, volvió sus ojos hacia Padrón. Pero de nuevo se encontró con que las tarifas que se piden por el alquiler de un bajo en la villa de Rosalía se escapaban de su presupuesto de joven y arriesgado emprendedor.

Puestos a tantear opciones llegó a las Galerías Belsay, en Pontecesures. «A verdade é que aquí, nas galerías, os prezos dos locais están baratísimos». Allí encontró un establecimiento del tamaño perfecto, y por menos de la mitad del dinero que le reclamaban en otras localidades.

Tuvo mucho que trabajar en el local. Se encargó de la electricidad, de las divisiones internas, de dotarlo de todo aquello que la normativa exige a un centro de tatuajes. Y luego, por fin, abrió las puertas. «Os primeiros meses non facía nin 50 euros á semana. Era un desastre, non daba nin para os gastos», relata. Pero poco a poco la situación fue cambiando. Empezó a funcionar el boca a boca y, ahora, en manos de Rodrigo Ces se pone gente llegada de lejos. Cuando hablamos con él, acaban de salir del estudio Andrea y Marta, dos jóvenes de Rianxo que han venido a hacerse un tatuaje, la primera, y un piercing la segunda. «Non doeu nada», dicen antes de marchar, sonrientes y satisfechas, a comerse el mundo.

Pero los clientes del Ink Friends no solo llegan del otro lado de la ría. Hasta el local de las Galerías Belsay llegan clientes de Milladoiro, de Cacheiras, de Vilagarcía. «Date de conta de que Pontecesures ten unha cousa moi boa: está moi ben situado, a vinte minutos de Santiago, a outros vinte de Pontevedra», señala Rodrigo. ?l llega todos los días a su negocio a eso de las diez de la mañana -cosas de la conciliación de familia y trabajo-. Pero reconoce que no es lo habitual en este tipo de negocios, que amanecen más tarde.

Los horarios varían
Sus horarios, en realidad, dependen mucho de las citas que tenga marcadas para el día. «Porque este non é un negocio no que entres porque pasas por diante e dis, ?vou facer unha tatuaxe?. Non entra xente a preguntar». A Rodrigo le va bien. Siente que crece como artista con cada trabajo que realiza, y siente también que crece su prestigio. Ha ganado algún certamen que otro, ha sido invitado a participar en congresos y ferias. La prueba definitiva de que su trabajo gusta está en su agenda: «Estou dando citas para o mes de marzo». Puestos a hacer balance de su estancia en Pontecesures, Rodrigo está satisfecho. «Vin para aquí polo alugueiro, pero agora creo que se quedara en Padrón, ao mellor non traballaría tanto nin tería tanto éxito». Aunque, con la energía que le pone, el triunfo parecía cantado.

La Voz de Galicia