Atención: Tráfico despliega ocho radares móviles en los viales arousanos.

Más de cincuenta kilómetros de la red viaria comarcal están vigilados.

Ojo con pisar el acelerador. Tráfico vigila y está muy cerca. Mejor dicho, a lo largo del verano estará en todas partes, porque al margen de los radares fijos que funcionan todo el año en los puntos más conflictivos, ha desplegado por las carreteras de la comarca otros ocho radares móviles que estarán presentes tanto en las carreteras principales, las de más tráfico, como en las secundarias, utilizadas muchas veces para burlar la vigilancia policial y en las que también es habitual que se baje la guardia.

Hay 120 en la red viaria gallega, y cubren buena parte de las carreteras de la comunidad, ya que cada uno de los radares viaja en un coche de la DGT que cubre varios kilómetros. Así, en el caso de O Salnés, tanto se puede encontrar el conductor con el radar en un vial de carácter nacional, como el de Valga a Pontevedra, como en uno autonómico, como la Vía do Salnés o provincial, como el que enlaza Vilagarcía con Pontevedra. En todo caso, la Dirección General de Tráfico eligió para su colocación las carreteras que cuentan con un índice más alto de siniestralidad, con una distribución de 30 puntos por provincia.

Los nueve millones de conductores que está previsto que circulen este verano por las carreteras gallegas no sabrán dónde están los coches con las cámaras, pero Tráfico ha dado a conocer un mapa en el que se dibujan las carreteras afectadas, que son más o menos la mitad de la red viaria gallega. También la de la comarca, porque los radares móviles recorrerán 14 kilómetros de la Vía do Salnés, tanto en tramos de Sanxenxo como de Cambados; 12 de la carretera de Vilagarcía a Pontevedra o 26 de la N-550, la que va de Valga a Pontevedra pasando por Caldas, uno de los viales que ha registrado en los últimos años más accidentes mortales en la comarca.
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La infracción más frecuente

El despliegue en las carreteras españolas que se lleva a cabo este verano está estrechamente relacionado con los datos que arrojan las estadísticas, en las que se constata que el exceso de velocidad sigue siendo la infracción más frecuente entre los conductores, con 97.849 denuncias el año pasado en las carreteras gallegas. Le sigue la conducción bajo los efectos del alcohol, no llevar puesto el cinturón de seguridad y usar el teléfono móvil al volante.

Y todo ello en un año en el que, bajo una ligera recuperación de la economía, el número de vehículos en las carreteras ha vuelto a subir en torno a un 3,1 % después de varios años de caídas que, en la comarca, se dejó notar en el menor uso de la autopista y en el considerable descenso de camiones en las carreteras.
El dispositivo se completa con cámaras fijas en otros tres puntos

Los ocho radares móviles que vigilarán las carreteras de la comarca se verán complementados con otros tres fijos que hace tiempo que registran los excesos de velocidad de los conductores. El criterio para su colocación fue el mismo que con las cámaras móviles, dado que están situados en los puntos de la comarca que registraron más accidentes de tráfico de carácter grave o mortal.

Uno de ellos está en la N-550 a su paso por Valga, que ha contabilizado varios muertos en los últimos años. Otros dos están en la Vía do Salnés, en los puntos kilométricos 4.9 y 16.9 del tramo de Curro a Sanxenxo.

Con la intención de mejorar la seguridad vial en las carreteras españolas, Tráfico ha incrementado en los últimos años tanto los radares fijos como los móviles, porque a los dispositivos enumerados se suman las campañas que hacen las policías locales con los radares que les cede la Dirección General de Tráfico.

La Voz de Galicia

Diez siniestros laborales en Pontecesures en 2014.

Los trabajadores de la comarca sufrieron a lo largo del año pasado 808 accidentes laborales, de los que 15 fueron graves y 793 fueron leves. Hubo que lamentar también cuatro personas fallecidas por accidentes mortales en su jornada laboral.

Fue en Vilagarcía donde se produjeron más siniestros el año pasado, con 220 del total; concello al que le sigue Cambados, con 132 leves y seis graves. En Catoira fueron 21 leves; en O Grove, 94 leves; en A Illa, 68 leves; en Meaño, 26 leves y dos graves; en Pontecesures, nueve leves y uno grave; en Ribadumia, 33 leves; en Sanxenxo, 65 leves y uno grave; en Valga, 53 leves y uno grave y en Vilanova, 85 leves y tres graves.

En cuanto a los accidentes de carácter mortal, uno tuvo lugar en una empresa de Pontecesures, cuando dos trabajadores que reparaban una cubierta cayeron de la grúa en la que estaban subidos y fallecieron en el acto. El otro siniestro mortal tuvo lugar en Inglaterra, con el fallecimiento de dos trabajadores de la provincia, uno de Sanxenxo y otro de Caldas, cuando el coche en el que viajaban chocó contra un camión. Ambos eran operarios de una empresa de Sanxenxo, por eso el siniestro aparece contabilizado en la comarca.
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Por sexos, fueron 256 mujeres las que resultaron heridas el año pasado dentro de su jornada laboral, frente a 567 hombres.

Algo superior fue el número de accidentes laborales en el área de Pontevedra, con 1.315 personas que resultaron heridas de diversa consideración a lo largo del año pasado.

En toda la provincia de Pontevedra se registraron 7.249 accidentes laborales en el 2014, de los que 7.097 fueron leves y 130 graves. Hubo que lamentar, además, 22 fallecidos en la provincia, y todos ellos fueron varones.

4 fallecidos

Dos siniestros mortales

Uno de ellos tuvo lugar en Valga, y el otro en Inglaterra, aunque los trabajadores eran de Sanxenxo y Caldas.

La Voz de Galicia

A utilidade do tren de proximidade.

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Pinchar nas fotos.

Imaxes de 50 nenos de Padrón cos seus monitores na Estación de Ferrocarril de Vilagarcía antes de subir ao tren das 15:58 horas que os deixou na capital do Sar.

Ás 10:29 horas subiron na estación de Padrón 50 nenos da localidade cos seus monitores para pasar a mañá na Praia de Compostela de Vilagarcía de Arousa e dentro das actividades organizadas pola Sociedade Cultural Padronesa. Regresarón no tren das 15:58 horas todos felices e contentos, pois bastantes deles aínda non subiran nunca ao tren na súa vida.

Esta é unha boa iniciativa para potenciar o uso do ferrocarril, e nos amosa o importante que é o tren para toda a comarca. Ogallá nunca se perda o servizo pola vía convencional con máis parada e mellores frecuencias.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Comisión de Defensa do Tren de Cercanías Vilagarcía/Santiago

El ladrillo toca fondo: En Pontecesures no se levantó ningún edificio nuevo ni en 2012 ni en 2013.

En concellos como Vilagarcía apenas se levantaron ocho edificios nuevos en el 2013 cuando llegaron a ser decenas en pleno bum; en otros como Pontecesures, ninguno.

Durante unos años sostuvo aquella hipérbole triunfalista que equiparaba la economía española con la de potencias industriales como Francia. Fueron miles los ayuntamientos de la Península que cayeron en las tentadoras redes del ladrillo. De pelotazo en pelotazo, las finanzas ibéricas miraban al cielo catapultadas por un crecimiento desordenado y caótico que infló la burbuja hasta que esta no dio para más. Y el sector saltó por los aires. De la era dorada de la construcción apenas queda nada. La comarca es fiel testigo de ello. El Instituto Galego de Estatística (IGE) divulgó ayer un minucioso informe que da cuenta del vertiginoso desplome de esta actividad.

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Vilagarcía, por ejemplo, apenas vio levantarse ocho edificios nuevos en el 2013 (último dato analizado por el IGE), una cifra incluso inferior a los de los tres ejercicios precedentes, con la crisis económica en plena ebullición. Muy lejos quedan los tiempos en los que Ravella contabilizaba las licencias por decenas. Entre el 2003 y el 2007, y con la única excepción del 2004 (89), en la capital arousana se construyeron no menos de un centenar de nuevos inmuebles.

Desde entonces, esa estadística ha entrado en caída libre y año tras año se ha ido desplomando sin dar ni una sola señal de recuperación. Lo explica gráficamente un joven arquitecto vilagarciano que hace tiempo ya que desistió de trabajar en lo suyo en su lugar de origen: «El sector es un erial. Apenas hay trabajo y lo que es peor, no se ve ningún síntoma de que vaya a recuperarse».

Registro a cero

El análisis del IGE resulta elocuente en este sentido. En municipios como Pontecesures no se levantó ningún edificio nuevo ni en el 2012 ni en el 2013, y en otros las cifras son poco menos que anecdóticas: uno en Valga, dos en Ribadumia, tres en Catoira… Sanxenxo es el único concello de la comarca en el que se construyeron al menos una decena de edificios en el 2013 (quince en total), un dato en todo caso que está a años luz de los 214 del 2014, los 186 del 2006 o los 191 del 2007.

La rehabilitación de viviendas o edificios, una alternativa en la que se habían depositado esperanzas para que animase la actividad, tampoco está como para echar cohetes, a tenor de lo que dicen las estadísticas. En Vilagarcía apenas se sustanciaron cuatro proyectos de estas características en el 2013, mientras que en otros ayuntamientos como Ribadumia, Catoira o Meis no se tramitó ni uno. El caso de este último concello es ciertamente llamativo, pues en el 2013 se construyeron en su término municipal nueve edificios de nueva factura, la cifra más elevada de la comarca tras Sanxenxo.

La Voz de Galicia