No es política, es desfachatez
Hace apenas dos semanas que desde esta misma Carta de la Redacción lamentábamos con indisimulada añoranza los bonancibles tiempos del día a día, sin que la actualidad informativa nos hiciera derivar, como ocurre en las últimas semanas, hacia los más encrespados y borrascosos de la actividad política, que todavía colea – y de qué forma – cuando se cumplen ya los dos meses desde que se celebrasen las elecciones municipales, el 27 de mayo último.
Si la intención de hace quince días era demandar de las formaciones políticas la necesaria autocrítica que les hiciera asumir la derrota con dignidad, hoy nuevamente hay que incidir en lo negativo de los ejemplos que, pleno a pleno, se están sucediendo por parte de unas corporaciones que desprecian de modo palmario cuanto apenas unas semanas antes proclamaban defender como ideales supremos. Lamentable pero también equivocada forma de actuar de quienes por egoísmo propio debieran ser los primeros interesados en defender los valores democráticos y sociales de aquellas instituciones de las que forman parte gracias a la voluntad del electorado.
Apenas constituidas las corporaciones locales, el espejo de la actualidad nos trae cada día las lamentables imágenes de una oposición haciendo extraños pactos con la doble finalidad de hacer ingobernables los ayuntamientos, por una parte, y, por la otra, conseguir incrementar las prebendas económicas muy por encima de lo que aconseja el buen sentido y hacen posible las depauperadas arcas municipales. En suma, ahogar toda gestión municipal y, de paso, sacar el mejor provecho económico. Todo ello protagonizado por quienes no hace tanto se lamentaban, mitin a mitin y con prometido afán regenerador de la política local, de los derroches municipales, de las ingobernabilidades, de la necesidad de consensos en favor del ciudadano, de apretarse el cinturón… ¿Les suena?
De Teo a Santa Comba, de Ames a Ordes, de A Estrada a Silleda… allí donde no se cerraron gobernabilidades de mayoría absoluta, las distintas formaciones políticas – todas, según la lotería electoral las colocó en cada caso en el gobierno o en la posición – están ofreciendo lamentables ejemplos de respeto ciudadano, de espíritu democrático y de defensa de la administración local. Por eso se impone una seria llamada a la reflexión, a la mesura y al autocontrol. Por parte de todos.
Porque siempre será mejor que el raciocinio venga por propio convencimiento antes que por imposición de una ciudadanía cada vez más asombrada por el desvergonzado espectáculo al que asiste.
NOTA DE LA REDACCI?N DE «TIERRAS DE SANTIAGO» 17/07/07
1 comentario
pandorcas · 18-06-2008 a las 18:57
Eu pensaba que ia ser unha cafetería MIRANDO AO RÍO pero resultou ser UN GARDA PIRAGUAS non está mal a ver se dades uso e o mesmo tempo podedes facer deporte de brazos e o adecentades por fora que parece un galiñeioro de bloques.