Los pimientos de Herbón, una de los manjares más exquisitos para el Rey.
Una de las debilidades que al parecer tiene el Rey es su afición por los pimientos de Herbón. La devoción por este fruto le viene de su estancia en la Escuela Naval de Marín, desde donde, según vecinos del municipio padronés, se desplazaba a la villa rosaliana para degustar este manjar (plantado, cuidado y cultivado con sumo mimo). Cuentan que Don Juan Carlos hacía un alto en restaurantes como el Cuco, entre otros, para saborear una buena ración de pimientos.
Dicen que no hay mejor padrino que el Rey para abanderar un producto autóctono que sigue suspirando por su denominación de origen protegida.
TIERRAS DE SANTIAGO, 01/07/09
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