Abanderados en la defensa de un tren de cercanías.
Es difícil saber, con la previsión que supone anticiparse en más de un par de años a lo que nos depare el destino, cuántos de nuestros lectores serán usuarios forzados o voluntarios del tren de alta velocidad, más conocido como AVE. La predicción no parece, sin embargo, tan difícil si se proyecta sobre recorridos más cortos que aquellos para los que el AVE es más propicio. Así, no es difícil intuir que un viaje de Padrón a Santiago o de Pontecesures a Vilagarcía se antojan como más probables y repetidos, a poco que la oferta de un transporte publico lo permita con una frecuencia de horarios generosa y una economía en tiempo y dinero. Por esta segunda opción es por la que llevan meses peleando los integrantes de la comisión de defensa del tren de cercanías, tratando de sensibilizar a las formaciones políticas de las ventajas que para el conujunto de la sociedad representa contar con un transporte limpio, rápido y económico, como es el tren. Inasequibles al desaliento, los integrantes de la mencionada comisión siguen llamando a cuantas puertas tienen competencia en la materia, con un entusiasmo y entereza que bien merecen el aplauso que desde aquí les damos con las Rosas de nuestra admiración. Son abanderados de una noble causa que a todos beneficia.
Columna «Rosas». TIERRAS DE SANTIAGO, 04/08/09
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