Un valgués asegura que la Guardia Civil lo detuvo por impedir que le derribaran un muro.
Ramón Fontenla es un vecino de Cordeiro que lleva tiempo en litigio tanto con la Xunta como con el Concello por las obras de mejora de la PO-548, que afectan a su propiedad. ?l se reconoce como expropiado, pero no está de acuerdo con el proceso porque, a su entender, no se tuvieron en cuenta árboles de gran valor que tiene en su finca.
En medio del conflicto, el pasado jueves se presentaron las palas en su casa a las ocho de la mañana. «Pensaban que eu non estaría, pero avisoume un veciño, e fun alí para que pararan, pero me dixeron que eu era un expropiado e que non era dono dos terreos. Eu non me opoñía a que o fixeran, pero díxenlles que tiñan que poñer unha mampara, porque eu tiña dentro ao neto de dos anos e era un perigo».
Luego llegó el jefe de obras, quien tras una fuerte discusión, llamó a la Guardia Civil. Siempre según el testimonio de Fontenla, los agentes trataron de convencerlo de que dejase trabajar a los obreros, pero como no llegaron a un acuerdo, le amenazaron con llevarlo al cuartel. «Pois terán que facelo esposado», respondió él. Y en efecto, Ramón Fontenla asegura que le pusieron unas esposas y lo tuvieron tres horas retenidos. El martes se celebrará un juicio en Caldas.
LA VOZ DE GALICIA, 13/06/10
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