La Justicia requirió hace un mes la paralización de la planta de Servia, que trata la basura de Pontecesures.
La planta de Servia, que desde el concello de Lousame trata la basura de los ayuntamientos de la Mancomunidade Serra do Barbanza y Pontecesures, se ha convertido en un géiser de malas noticias que poco ayudan a mantener una postura optimista sobre su futuro. La última revelación que ha visto la luz procede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que remitió en septiembre al Concello de Lousame un requerimiento para que ejecute la sentencia de paralización de la planta, dictada en el 2006. En esta notificación, sellada con fecha de entrada en las oficinas municipales el día 8 de septiembre, se indicaba al grupo de gobierno su obligación de cumplirla e informaba de que el requerimiento vencía en un mes, es decir, el pasado viernes.
La sentencia que motivó este último aviso procedía también del TSXG -año 2006-, dejando a la planta de compostaje de Servia en una situación de ilegalidad urbanística al estar asentada demasiado cerca de un almacén de explosivos instalado en Rois. Ahora, apuntan fuentes cercanas a la planta de residuos «ya ha pasado el tiempo que la ley fija para que se cumpla la sentencia, por lo que los propietarios del polvorín han exigido su ejecución».
Desde el Concello de Lousame, su máximo representante, el regidor Santiago Freire, aseguró que «o Concello xa lle deu traslado ao xulgado as medidas adoptadas e designouse quen será o representante neste proceso, que serei eu mesmo como alcalde».
La petición de FCC
Sobre esta cuestión, el mismo Freire aseguró que ya pidieron amparo a la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, con la que asegura «temos asinado un convenio que nos permite delegar as competencias en materia urbanística». Para concluir el alcalde popular confirmó que se defenderán con todos los medios posibles tanto la planta como los puestos de trabajo.
La empresa concesionaria de la planta de Servia, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), solicitó en el 2001 por escrito al Concello de Lousame que no se paralizase la edificación de la planta, que en aquel momento se estaba construyendo.
La causa de este documento eran los problemas que ya entonces estaba creando la cercanía del polvorín de Rois, algo que para la firma no era desconocido en el momento de elaborar el proyecto ni alteraba ninguna de sus pretensiones para hacerse cargo de la planta de compostaje.
LA VOZ DE GALICIA, 15/10/10
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