Trabajadores de la planta que trata la basura de Cesures se manifiestan en Santiago para reclamar su continuidad.
Con la fuerza que da caminar durante horas en defensa de su puesto de trabajo, el grueso de la plantilla de la planta de compostaje de Lousame, que a diario recibe la basura que generan, entre otros, concellos como Ames, Muros, Pontecesures, Noia y Carnota, aprovechó ayer su jornada de huelga para manifestarse ante la Consellería de Medio Ambiente y pedir su mediación para que la planta pueda seguir funcionando.
En la protesta participaron más de cien personas, que salieron de Lousame a las seis de la mañana y llegaron a la sede central de Medio Ambiente a las 13.30 horas, tras una gran pancarta y banderas de las tres centrales sindicales: CIG, CC.?OO. y UGT. Con esta concentración quisieron llamar la atención sobre el peligro que corre la planta de reciclaje de Servia como consecuencia del retraso en los pagos de varios concellos, por un fallo judicial relativo a la ubicación de la planta y por el temor de que la firma Ecoembes reduzca de forma drástica la recogida del volumen de plásticos, lo que la abocaría al cierre, según los empleados.
La marcha cruzó Santiago con absoluta tranquilidad y tras llegar a San Caetano realizó una demostración práctica de lo que supone el sistema de tratamiento de la basura de Sogama y el de Lousame. Un cubo metálico con basura quemada en su interior y varios recipientes con residuos separados por componentes fue el ejemplo empleado para reclamar a voz en grito la supervivencia de la planta de Servia por la calidad de su servicio y de sus empleos en un momento de grave crisis.
Agentes policiales vigilaron la entrada a la consellería de Agustín Hernández y los manifestantes solo hicieron amagos verbales sobre su interés por entrar.
Respuesta de la Xunta
Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas garantizaron ayer tras la manifestación de los trabajadores que harán todo lo necesario para que la sociedad Ecoembes recoja el 100% de los envases ligeros que llegan a la planta de Servia, y no el 30% como pretende hacer a partir del próximo 1 de enero. Aun así, desde el Ejecutivo gallego quisieron recordar que la responsabilidad de la situación actual es de los Concellos que no pagaron su deuda y que ahora tendrán que solucionar este problema.
LA VOZ DE GALICIA, 20/10/10
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