«Hay personas que se fanatizan con cualquier cosa».

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Isorna fue el capellán del Santa María, el mítico trasatlántico que secuestró Galvão. Y reconoce que, caer bien, «es una gracia de Dios».
-Creo que usted conoce personalmente a Benedicto XVI, si no estoy mal informado…
-Mucho. Estuve una hora entera, codo con codo, en la plaza de San Pedro, pero sin darnos palabra. ?l era un cardenal y yo era un fraile, claro. No teníamos que decirnos ¿no?
-Podían hablar… ¡De fútbol!
-De música en tal caso. ?l de música sabe mucho, siempre le gustó. Y su hermano también tocaba.
-¿No le inquietan tantas polémicas que surgen en torno a la Iglesia?
-El hombre suele ser dialogante pero, al mismo tiempo, políticamente está muy embebido por esas ideologías. Pero si das con un fanático, en cualquier punto que sea, en ciencias, en religión… Esas actitudes no me gustan. Yo dialogué en África con musulmanes, con judíos, y nunca tuve una polémica con ninguno. Pero, cuando había un fanático, ya me daba cuenta. En Santiago encontré un protestante fanático y le dije: «Mira, por ese camino no vamos a ninguna parte».
-¿Y los católicos fanáticos?
-¡También los hay! Es una cosa psicológica, hay personas que se fanatizan en cualquier cosa. El hombre se apasiona y se pierde. Hay que abrirse y dialogar. Si dialogas en un clima de paz te enriqueces.
-¿Descubrir a personajes como Sebastián de Aparicio puede ayudar?
-Sebastián de Aparicio es un modelo humano riquísimo, en todo: en los valores humanos y en los valores espirituales. Fíjate, en el aspecto sentimental, por ejemplo. ?l fue religioso pero, antes, se casó dos veces. ¡Pero no por un amor de jóvenes, sino por caridad! Estaba sola aquella señora y se casó con ella. Quedó viudo y volvió a casarse con otra, pero por hacer caridad. El amor enriquece a todos. La persona que ama enriquece todo el universo. Sebastián de Aparicio era una de esas personas.
-Qué bien está usted con casi noventa…
-El 29 de mayo cumplo noventa. ¡Estás invitado a la fiesta!
-Lo anoto. ¿Lo celebrará por todo lo alto?
-Con la sobriedad y la alegría franciscanas.
-¿Le pide algo a la vida?
-Salud. Conviví en San Francisco el Grande con un fraile de 104 años, fray Vicente Sierra. Estaba cantando y, al acabar, me preguntó: ¿Desentoné? ¡No, fray Vicente, cantó usted estupendamente! Eran 104 años.

LA VOZ DE GALICIA, 31/10/10

Categorías: Persoeiros

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