El albañil valgués que construía los zulos declaraba que su obligación era “trabajar y cobrar”.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán o

Otro de los acusados de la “Operación Cormorán” que declaró ayer fue Antonio Gómez Eiras, albañil valgués contratado por “Pelopincho” para hacer obras en varias viviendas y locales y construir zulos en los que “Pelopincho” escondía dinero, joyas y otros objetos de valor. Gómez Eiras afirmó sobre la profesión de Pouso Rivas que “supuestamente era marinero”, aunque no se interesó por su oficio argumentando que su jobligación era “trabajar y cobrar”. Explicó que en la reforma de una casa antigua encontró “por casualidad” un tragaluz que llegó a tapar y a abrir en varias ocasiones en el que Pouso y Teresinha de Jesús habían guardado algo que identificó como “folios”, no billetes. La última en declarar fue Saladina Plaza González, una administrativa de Arte y Naturaleza (actualmente en fase concursal) que relató hasta cuatro inversiones de 150.000 euros, si bien había llegado a efectuar operaciones por un valor superior a un millón de euros. “Todo se decidía en Madrid”, indicó la acusada, que también aseguró desconocer que Pouso Rivas pudiera dedicarse a actividades ilícitas.

DIARIO DE AROUSA, 29/06/11

Categorías: Sociedade

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