Angueira y Seage se verán mañana las caras en el Juzgado de Paz de Cesures.

PETRONIO · 19-07-2011 a las 23:56

Kublai Kan Angueira, nieto del gran Gengis Khan Matías de San Julian atravesó desde Taragoña el Gran Río Ulla y asentó su reino mongol donde hacía ya 20 siglos otro tirano había buscado refugio.
Esta vez, el temido Kamikaze (�??viento divino�?�), no detuvo su avance como ocurriera con su homónimo visionario en el siglo XIII, cuando intentó atravesar el Mar del Japón.
Rodeado de sus lugartenientes Subotai Tarela y Djebe Araujo, gustaba de salir a cazar con su cortejo por las vastas estepas de Pontecesures.
Cierto día en que el gran Khan Angueira y su cortejo salían a cazar, mientras sus compañeros portaban los arcos y las flechas reglamentarias, nuestro Khan Angueira lo hacía con su halcón favorito en el brazo, mejor y más preciso que las flechas, porque él podía ascender a los cielos y llegar donde el ojo político no alcanza�?�
En la cacería de 22M no consiguieron cazar tantas presas como tenían en expectativa por lo que el Gran Khan Angueira, decepcionado, prefirió no descargar su ira en sus compañeros y renunció incluso a cobrar diezmo alguno fruto de su victoriosa alianza con otros clanes de la zona.
Llegó un momento, no obstante, en que sintió sed y acercándose al regato de la Chancela vió un hilo de agua que manaba entre unas piedras, se acercó y buscó entre sus vestimentas, habitualmente la ropa de lino y cuello Mao habitual entre los clanes nacionalistas a los que pertenecía, un vaso de plata, como era preceptivo entre las personalidades de su rango.
Mas cuando estaba a punto de llevárselo a los labios, el halcón alzó el vuelo y le arrebató el vaso de entre los dedos arrojándolo lejos.
El gran Khan Angueira se enfureció, pero no reprendió al halcón, se limitó a coger de nuevo el vaso y volvió a llenarlo del líquido que manaba entre las rocas. Nuevamente el halcón alzó el vuelo derramando su contenido y el recipiente, tal como sucediera la vez anterior.
Khan Angueira miró a Subotai Tarela, él , el gran Khan , el azote de los infieles, dejado en ridículo por un halcón�?� dio órdenes a su lugarteniente de que si una vez más el halcón intentaba derramar el contenido del vaso lo atravesara con una flecha.
Procedió el gran Khan de nuevo a llevar el vaso a los labios cuando el halcón de nuevo alzaba el vuelo decidido a arrancar el vaso al gran Khan Angueira, cuando una flecha lo atravesó.
Amaba a su halcón, pero no podía permitir perder el respeto de sus hombres, podía suceder que se corriese la voz que el gran político era incapaz de subyugar a una simple ave.
De repente el agua dejó de manar en el regato de la Chancela, en gran Khan Angueira tenía sed y estaba dispuesto a beber a cualquier precio, así que avanzó por el regato en busca de la fuente. Lo que descubrió lo dejó petrificado. En el regato de la Chancela moraba una serpiente del género Maribelino, considerada una de las serpientes más venenosas de la región y que le hubiera provocado la muerte de haber bebido el agua derramada por su halcón.
Recogió a su amado halcón, y mandó hacer una reproducción en oro del ave. En su base mandó grabar lo siguiente: �?? Toda acción motivada por la ira es, a priori, una acción fracasada�?�
Posiblemente mañana, en el Juzgado de Paz de Pontecesures se cumplirá esta sentencia�?�