Proteger (más) el pimiento.
Es que en Galicia somos la repera. Cuando por fin conseguimos que se proteja el pimiento de Herbón para distinguirlo del resto, resulta que se asienta una suerte de pseudocompetencia cunetera en la que determinados paisanos -no demasiados, ayer se contaban con los dedos de la mano- se dedican a comercializar a pie de carretera nacional el preciado manjar… eso sí, bien aderezado por el humo del intenso tráfico dominical y sin más garantías sobre su procedencia que la palabra de los ambulantes. Vigilancia.
EL CORREO GALLEGO, 22/08/11
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