La cesureña María García continúa con su labor en la protectora de animales de Vilagarcía.
Ellos no lo harían, pero siguen siendo abandonados.
En el albergue de Pinar do Rei (Vilagarcía) no cabe ni un alfiler. Con apreturas se suelen instalar allí un centenar de perros, pero a día de hoy son ya 245 los que conviven en este centro. La asociación protectora de animales dice que la situación es insostenible y ya no ve la forma de ponerle coto. Lo inmediato es apelar a la solidaridad de los vilagarcianos, de modo que ayer se instalaron en la céntrica plaza de Galicia con el fin de recabar su apoyo, no solo moral, sino también económico.
Camisetas y lotería
En el puesto de la protectora se vendían camisetas, lotería y se recogían donativos, por pequeños que fueran. Toda ayuda es bienvenida ante el aluvión de abandonos que está habiendo en los últimos tiempos. El problema no es nuevo, pero no por ello deja de ser acuciante. En la perrera de Cambados tampoco queda sitio y el refugio mancomunado de Meis, tantas veces vendido, sigue sin abrir por cuestiones burocráticas.
Concienciación
A lo hecho, pecho, y lo que toca ahora es buscar acomodo a los animales que se amontonan en las perreras. Pero el objetivo, mejor a corto que a medio plazo, debería ser otro: acabar con el abandono. Las asociaciones intentan con los medios a su alcance concienciar a la gente, pero por lo que se ve no llega. La sociedad tiene un problema.
LA VOZ DE GALICIA, 09/10/11
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