Nestlé demuestra que Galicia es un lugar «solvente» en el que vale la pena invertir.

La compañía consolida su factoría de Pontecesures como referente mundial en producción de leche condensada

Solvencia, creación de empleo y competitividad a nivel mundial. Estos son los ejes sobre lo que pivota la multinacional Nestlé, y los pilares en los que se asienta el desarrollo de su factoría de Pontecesures. En cierto modo, esta industria bañada por las aguas del bajo Ulla es un ejemplo de las potencialidades industriales de la comarca y de Galicia, pero sobre todo un acicate desde el punto de vista inversor.
Así lo considera también el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que quiso visitar personalmente la industria pontecesureña. Lo hizo ayer, acompañado de la conselleira de Medio Rural e Mar, Rosa Quintana, entre otras autoridades.
Fue así como el presidente volvió a presumir de la posición de Galicia y de su capacidad para ofrecer las garantías de solvencia que todo empresario o grupo inversor precisa.
A modo de ejemplo, Feijóo aludió tanto a Nestlé como a la petrolera mexicana Pemex, pues tanto la cuarta petrolera mundial como la multinacional láctea «entienden el esfuerzo de la Administración gallega» y su preocupación «por la generación de confianza en la economía». Y eso, abundó el presidente, es sinónimo de creación de puestos de trabajo, inversiones y competitividad.
Esas son, también, las claves o estrategias que se marca para lo que resta de legislatura, y las que sugiere para cuantas puedan venir, pues solo de este modo será posible «seguir prestando servicios públicos esenciales, pagando a proveedores y apoyando a las empresas gallegas» incluso en una época de crisis tan compleja como la actual, pues a pesar de la compleja coyuntura «seguimos siendo solventes».
Después de sentenciar que en Galicia «también hay calidad, talento y esfuerzo», el presidente pudo comprobarlo por sí mismo al recorrer una a una las ocho líneas de trabajo o producción de la industria pontecesureña, que para muchos puede seguir siendo una desconocida �?�a pesar de que de esta factoría sale una marca tan popular, mediática y centenaria como La Lechera�?�, pero que se ha convertido, por méritos propios, en uno de los motores económicos más importantes de las comarcas de Caldas, O Sar, O Salnés y de otros muchos puntos de Galicia.
149 empleos directos
Y es que en esta empresa trabajan 149 personas, a las que hay que sumar el personal de alrededor de 300 fincas y explotaciones ganaderas de comarcas como Santiago, Tabeirós y Deza, que aportan la leche necesaria para elaborar los productos Nestlé.
Es, por tanto, una fuente de creación de empleo y riqueza en Pontecesures y toda Galicia, y lo mejor de todo es que después de 73 años a orillas del río esta industria no se arruga, sino que se moderniza y crece.
Prueba de ello es que con la visita institucional de ayer se efectuaba una especie de inauguración oficial de las ampliadas instalaciones de Nestlé.
Fue la guinda a un proceso iniciado en 2011 que ha permitido incrementar en un 50% el volumen de producción anual de la fábrica, crear 22 nuevos puestos de trabajo y aumentar en un 12% el volumen de exportación, situándose las ventas al extranjero en un 47% de la producción total.
Para vender a otros países de Europa, Asia y África, diversificar la línea de productos y conquistar nuevos mercados, pero también para atender la demanda de leche condensada azucarada en España, Nestlé ha invertido 6,2 millones de euros.
24 horas al día
Esto le va a permitir producir 33.500 toneladas este año, aunque la capacidad real es de 50.000 toneladas anuales, puesto que esta ambiciosa industria, dotada de las más modernas tecnologías y con todos los sistemas y controles sanitarios y de calidad que se puedan imaginar y exigir, está preparada para trabajar incluso las 24 horas del día, todos los días del año.
Si la demanda de producto aumenta la producción puede crecer todo lo que sea preciso, y eso supone, claramente, una conquista industrial impensable cuando el 1 de febrero de 1938 se constituía Industria Lechera Peninsular S.A. �?�propiedad de Nestlé�?� o cuando el 16 de agosto de 1939 se fabricó en Pontecesures la primera prueba de leche condensada.
Lo que ofrece ahora esta factoría, después de construir una nueva nave con una superficie de 9.000 metros cuadrados, poco tiene que ver con aquellos tiempos en los que la hojalata necesaria para fabricar los botes y la madera precisa para hacer funcionar las calderas llegaban por mar hasta el puerto de Pontecesures. Un pequeño muelle al que ahora solo llegan algunas lampreas del que hasta 1958 zarpaban también los barcos cargados del producto terminado para transbordarlo a buques de mayor porte en Vilagarcía.

Una expansión con sólidos cimientos
Un equipo de asesores agropecuarios que prestan asistencia a las 265 explotaciones ganaderas con las que trabaja Nestlé Pontecesures; un grupo piloto de 25 de esas granjas que en marzo obtuvo la certificación de su producción de leche conforme a los requisitos de la «Guía de prácticas correctas para ganadería de vacuno de leche», elaborada por el Ministerio de Agricultura; y una depuradora «bio-columna» de aguas residuales que «no produce olores, ni ruido, ni emisión de aerosoles». Estas son solo algunas de las tarjetas de presentación de la factoría pontecesureña, donde las medidas de seguridad son máximas para minimizar e incluso erradicar el riesgo de accidente laboral, o donde, como ayer indicaba el presidente de la Xunta, es posible seguir avanzando en materia de internacionalización.
En la fábrica ribereña presumen desde hace tiempo por haber sido pioneros en la recogida de leche en el campo gallego, cuando empezó a adquirirse el producto en la comarca de Caldas, «extendiéndose posteriormente a las zonas de Lalín y Allariz, donde se montaron centrales de recogida en las que se concentraba la leche del entorno, se refrigeraba y se transportaba hasta Pontecesures para la fabricación de la leche condensada azucarada».
Ayer Nestlé pudo presumir de nuevo, pero esta vez por tener una instalaciones consideradas «modélicas» e internacionalmente competitivas.

FARO DE VIGO, 30/05/12