La cesureña Julia García Domínguez recibe el título de Hijo Adoptivo de Marín de su esposo Ceferino Nogueira.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Ceferino Nogueira Rodríguez recibió muchos reconocimientos en vida. Estaba en posesión de la Medalla de Oro del Trabajo y de la medalla de Plata de Galicia, entre otras muchas distinciones. Pero, probablemente, ninguna le hubiera ilusionado tanto como la que le otorgó ayer por unanimidad el Concello de Marín: El título de Hijo Adoptivo de la villa a la que tanto le dio y de la que tanto recibió. El sentimiento y el orgullo de marinense, del que siempre hizo gala sin renunciar a su origen brionés de Bastavales, le han convertido en todo un símbolo de la historia reciente del municipio portuario.

La alcaldesa, María Ramallo, el concejal instructor del expediente, Benito Touriño, y después el presidente de la Autoridad Portuaria, José Benito Suárez, no ahorraron palabras a la hora de enaltecer la figura del emblemático empresario como motor económico de un conjunto de sociedades que hoy conforman uno de los grupos empresariales más significativos de Galicia con proyección internacional. Y como creador de empleo y uno de los grandes impulsores del desarrollo del puerto de Marín. Pero también como persona de grandes valores y calidad humana.

El homenaje que el pueblo de Marín rindió a Ceferino Nogueira atrajo a todos los agentes sociales, económicos y políticos, representantes institucionales de la comunidad gallega, trabajadores y jubilados del grupo Nogar, clientes y firmas colaboradoras, amigos y familiares. Fue una intensa y emotiva jornada que comenzó en el salón de plenos del Ayuntamiento y remató en una multitudinaria comida ofrecida por la familia del homenajeado en el muelle comercial que desde ahora lleva el nombre de Nogueira por decisión del consejo del Puerto. El mismo muelle donde se ubica la terminal cubierta, emblema y orgullo de la empresa por ser única en el sur de Europa y haber situado a Marín en el mapa de los puertos más destacados del continente.

Agradecimientos

Su viuda, Julia García Domínguez, fue la depositaria de la distinción de Hijo Adoptivo de la villa concedida a su marido a título póstumo. Y en el momento de la entrega, María Ramallo le dedicó también a ella un reconocimiento especial como pilar fundamental en la carrera empresarial iniciada por el fundador de Nogar y continuada por sus hijos.

A la hora de los agradecimientos, Víctor Nogueira, como primogénito de la saga, actuó de portavoz para recordar que cuando su padre desembarcó en Marín hace 50 años, «dos fueron las razones que le impulsaron a instalarse aquí: las enormes posibilidades que ofrecía este puerto y su ría y, sobre todo, los brazos abiertos que le extendió la villa y todos y cada uno de los marinenses que la habitaban».

Aseguró que su progenitor «se sintió marinense desde el primer momento en que llegó aquí y voceó orgulloso esa condición».

El homenaje que se le rindió, dijo, «tiene que ser compartido con un numerosísimo grupo de personas que lo acompañaron en su periplo, gente fiel a la que intentó devolverles esa fidelidad con trabajo y con una enorme convicción en el proyecto que fue su vida». Y no dudó en apuntar como un hito histórico en su trayectoria profesional «el apoyo desde el primer momento a la instalación de Ence, convencido como estaba de que el crecimiento de un puerto y su entorno va de la mano de la creación de un tejido industrial a su alrededor».

LA VOZ DE GALICIA, 30/09/12


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