Valga, Pontecesures y Catoira fraguan un frente común por el servicio de emergencias.
Creen que la nueva zonificación de las urgencias deja desatendido al Baixo Ulla
La Xunta ha vuelto a pintar el mapa de Galicia para reacomodar los servicios de emergencias. Y en el Baixo Ulla, los planes de la Administración autonómica parecen no haber gustado nada a nadie. Ayer, a última hora de la tarde, los responsables de Protección Civil de los ayuntamientos de Valga, Catoira y Pontecesures mantuvieron una reunión de trabajo en la que iban a poner sobre la mesa su malestar, que arrastran desde que descubrieron que estos tres municipios quedarán bajo el área de influencia del grupo de emergencias que tendrá su base en Padrón.
En estas localidades del Baixo Ulla funciona, desde hace unos meses, una alianza entre las tres personas contratadas por los ayuntamientos para hacer frente a las situaciones de emergencia. Ese sistema, en el que los voluntarios han jugado un papel clave, que está funcionando de forma satisfactoria, pretendía dar ciertas garantías a una zona que se queda descolgada geográficamente de los principales parques de bomberos existentes en el entorno.
Sin embargo, esta circunstancia no parece haber sido tenida en cuenta por la Xunta de Galicia, y eso ha generado un sentimiento generalizado de enfado del que ya se ha hecho eco el alcalde de Valga. José María Bello Maneiro (PP) instó ya la pasada semana a la Xunta a que revise sus planes en lo que respecta a esta localidad. Sabedor de que en estos tiempos que corren los gastos extra no son bien mirados, se conforma el regidor valgués con que se divida la base prevista en Padrón y que la mitad de los efectivos allí destinados se ubiquen en Valga.
El alcalde de Catoira, Alberto García (PSOE), fue contundente a la hora de evaluar el nuevo plan de emergencias de la Xunta. «Este novo reparto desbarata todo o que había. A nosa zona volve quedar descolgada», sentenció ayer el regidor de un municipio que, en caso de necesidad, puede echar mano de los bomberos de O Salnés, pero que sigue quedando demasiado lejos de los centros en los que se concentran los medios y el personal de emergencias.
También el alcalde de Pontecesures, el nacionalista Luis Álvarez Angueira (BNG), se ha dirigido a la Xunta. En concreto, a la consellería de Presidencia, con cuyo titular, Rueda Crespo, pretende reunirse para «coñecer de primeira man» sus proyectos para la zona. «Dende logo, o que nós queremos e polo que imos pelexar é por que Pontecesures quede ben cuberta no que a atención de emerxencias se refire».
Los concellos del Baixo Ulla no son los únicos que no parecen esar conformes con el nuevo reparto geográfico de los grupos de emergencias. En el extremo sur de la ría de Arousa, el Concello de O Grove ya anunció que dará la batalla para lograr que se elija ese municipio como base de una unidad propia a fin de no tener que depender de la que está previsto instalar en el ayuntamiento vecino de Sanxenxo.
LA VOZ DE GALICIA, 05/02/13
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