Atascos a la vuelta de la playa en Padrón.
Atravesar el casco urbano de Padrón los domingos se ha convertido desde el inicio del verano en toda una odisea. Al tráfico que ya de por sí soporta la N-550 a diario, hay que sumar los desplazamientos de turistas y familias que aprovechan la jornada dominical para desplazarse hasta las playas. El camino de ida es más escalonado, pero el de regreso es todo un infierno… con especial incidencia el pasado domingo. Y es que cruzar Padrón, desde A Ponte hasta pasar la capilla de Pazos se hizo interminable. Hora y media para recorrer apenas los cuatro kilómetros que separan ambos puntos, y que en circunstancias normales no llevaría más de diez minutos. Los conductores tuvieron que aguantar estoicamente, a treinta grados de temperatura (al menos el que marcaba el termómetro de algún vehículo) la caravana, lo que provocó protestas e irritaciones.
EL CORREO GALLEGO, 13/08/13
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