Valga conjura el calor con una buena dosis de caña.
El pregón de Josito y las entregas de premios se anticiparon a la comida campestre.
Los participantes más osados cataron la caña ya en la hora del aperitivo. nacho feijoo
Los mayores de esta tierra mágica que es Galicia suelen decir que lo que quita el frío, quita el calor. Quizás sea esta la razón de que en Valga no teman los rigores de agosto a la hora de organizar cada año la Mostra da Caña do País, un certamen que desde hace dos años se quedó viudo de su compañera la Festa da Anguía, pero que sigue congregando a un buen número de personas dispuestas a disfrutar con los aromas de la buena aguardiente.
Los maestros
La tradición cañeira de Valga tiene muchos responsables, pero hoy son fundamentalmente dos los que guardan el buen hacer de generaciones. Fermín y Tucho dan cada año en la fiesta una lección de etnografía para quienes nunca hayan visto cómo se elabora un buen licor. En pleno parque Irmáns Dios Mosquera, los alambiques funcionan a pleno rendimiento para mostrar a los más jóvenes los saberes tradicionales. Ayer, en el día grande de la fiesta, les acompañaban algunos augardenteiros de otros lugares, aunque ya se sabe que como la caña de Valga, ninguna.
Innovaciones.
Pero la fiesta da para mucho más. Da, por ejemplo, para albergar el que fue el primer encuentro de palilleiras de Valga y la primera fiesta de Vespas que se organiza en esta localidad. También da para escuchar buena música, la que pusieron el grupo Algueirada de Pontecesures y la banda de música de Valga, y para distenderse un poco y echar una sonrisa con el pregón, del que este año se encargó el actor Federico Pérez, el Josito de la serie de televisión Padre Casares. Comida, atracciones y entregas de premios completaron la jornada.
LA VOZ DE GALICIA, 25/08/13
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