Detienen por agredir al edil Sabariz al mismo sujeto que se fugó esposado en Valga
El Vitaminas, que culpa al concejal cesureño de una nota en Internet, le propinó un manotazo y le rompió las gafas
Por segunda vez en una semana, Carlos F. L., un vecino de Pontecesures de 34 años apodado El Vitaminas, dio ayer con sus huesos en el calabozo. El martes, el hombre consiguió escabullirse durante un par de horas del cuartel de la Guardia Civil en Valga pese a estar esposado. Entonces había sido detenido por protagonizar una pelea en un bar y conducir a continuación de forma temeraria bajo los efectos del alcohol. En esta ocasión, su arresto se debe a una agresión de la que fue víctima el único concejal de la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP), Luis Sabariz, a raíz de una nota publicada en Internet.
El conocido edil cesureño se disponía a salir ayer de su domicilio, en la calle San Xulián, hacia las diez de la mañana cuando observó que Carlos F. L. se le aproximaba. Al parecer, el individuo comenzó a increpar al representante de la ACP, culpándole de haber colgado en el portal www.pontecesures.net una nota de prensa en la que se relataba su detención del martes y lo ocurrido en el cuartel. En un momento dado, El Vitaminas levantó un brazo y descargó un fuerte manotazo que alcanzó a Sabariz en la sien, haciendo que sus gafas cayesen al suelo. Ni corto ni perezoso, el agresor recogió los lentes, los guardó en uno de sus bolsillos y se marchó andando, sin atender a los requerimientos de su propietario para que se detuviese y le devolviese los anteojos.
Ante la actitud del sujeto, Sabariz denunció los hechos ante la Guardia Civil, que minutos después apresaba al Vitaminas en una céntrica cafetería de Pontecesures para conducirlo a dependencias policiales. La montura de titanio está rota y las lentes, agrietadas. Teniendo en cuenta el modelo y funcionalidad de las gafas, su valor supera los 1.000 euros.
Se escabulló del cuartel
Viejo conocido de los agentes del puesto de Valga, El Vitaminas fue prendido el martes por la tarde poco después de intervenir en una reyerta desencadenada en el interior de un bar, a consecuencia de la cual otro hombre resultó herido. Tener retenido el carné no fue obstáculo para que Carlos F. L. se montase en un automóvil y condujese, al parecer de forma arriesgada y no del todo sobrio.
Detenido en las proximidades de la discoteca Chanteclair, fue trasladado al cuartel de Valga de donde se fugó, esposado, aprovechando un descuido de los guardias. Su aventura no duró más que dos horas, al ser sorprendido oculto en unos matorrales muy cerca de las dependencias de la Guardia Civil. Ahora, a las acusaciones por sendos delitos de lesiones y contra la seguridad del tráfico se une la agresión a Sabariz.
:: La Voz de Galicia ::
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