Nestlé Pontecesures se consolida como uno de los motores económicos de Galicia.
Un operario toma muestras de leche en un camión recién llegado a la fábrica, para proceder a su análisis.
Una plantilla de 162 personas y convenios de colaboración o contratos con 233 explotaciones ganaderas que abastecen la leche necesaria para elaborar unos productos que se distribuyen en diferentes mercados de Europa, Asia, África y Oceanía. Estos datos permiten entender mejor por qué la factoría de Nestlé España en Pontecesures es uno de los motores económicos y laborales más importantes de Galicia después de 75 años de historia y actividad.
Todo empezó en 1939, cuando se inauguraba la factoría y se convertía en pionera en la recogida de leche en el campo gallego, iniciando dicha adquisición de materia prima en Caldas y Moraña, para extenderse posteriormente a Allariz y Lalín, «donde se montaron centrales de recogida en las que se concentraba la leche de la zona, se refrigeraba y se transportaba hasta Pontecesures para la fabricación de leche condensada».
Ni que decir tiene que la implantación de la fábrica «fue decisiva para las explotaciones ganaderas de la zona, a cuyo desarrollo contribuyó poniendo a su disposición el Servicio de Fomento Agropecuario, que les ayudaba a conseguir un mejor aprovechamiento de sus campos y una mayor productividad de la ganadería», destacan en Nestlé.
Ahora que dicha factoría celebra sus bodas de platino salen nuevamente a relucir tanto esos comienzos como las características técnicas esenciales de una instalación como ésta, en constante proceso de modernización, como lo atestigua, por ejemplo, el hecho de que en el periodo 2009-2013 recibiera inversiones por valor de once millones de euros.
Esto le permite -si el mercado así lo demanda- producir 50.000 toneladas anuales y estar en constante funcionamiento, las 24 horas del día, todos los días del año.
Y todos estos datos tienen otro nombre propio que se suma o complementa el de Nestlé, y no es otro que la marca La Lechera, que recientemente cumplió un siglo de existencia y se produce en la factoría pontecesureña desde 1983, donde es su indudable producto estrella. Tanto que desde 2012 es ya la única empresa europea de la multinacional láctea que se dedica a la producción de esta leche condensada.
En el presente ejercicio pretenden producir 36.700 toneladas de La Lechera, que se elabora con el producto fresco procedente de las explotaciones ganaderas gallegas antes aludidas. Un producto, por cierto, trasladado en camiones que ofrecen las máximas garantías sanitarias y sometido a estrictos controles.
De ahí que en Nestlé presuman de tener en la fábrica ribereña un sistema integrado de gestión «que incluye las certificaciones ISO 22000:2005 (Seguridad Alimentaria), ISO 9001:2008 (Calidad), ISO 14001:2004 (Gestión Ambiental), OHSAS 18001:2007 (Seguridad y Salud en el Trabajo) y el requisito interno NQMS (Nestlé Quality Management System)».
En este sentido, hay que apuntar que la fábrica no solo quiere garantizar la calidad de su producto, sino también la preservación del entorno, por eso dispone de un equipo de asesores agropecuarios que se ocupan de las 233 explotaciones ganaderas con las que trabaja la marca, para así «mejorar su gestión y el aprovechamiento de sus recursos mediante la implantación de programas específicos para la mejora de la calidad de la leche».
Y no solo eso, sino que «siguiendo con el estricto cumplimiento del compromiso de Nestlé con el medio ambiente, la fábrica dispone de una depuradora bio-columna de aguas residuales que no produce olores, ni ruido, ni emisión de aerosoles».
De este modo, Nestlé Pontecesures genera riqueza en la localidad y otros muchos municipios situados en su ámbito de influencia, pero también contribuye de manera decisiva al éxito de la multinacional a la que pertenece, que «con una facturación de 2.083 millones de euros en 2013 y una plantilla media de 5.665 personas lidera el mercado con una amplia gama de productos alimenticios: alimentos infantiles, lácteos, chocolates, cafés y bebidas a base de cereales, culinarios, cereales para el desayuno, helados, ultracongelados, aguas minerales y especialidades de nutrición clínica».
Faro de Vigo
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