Fomento finaliza la obra de A Ponte, en Padrón, con el desmonte de la última casa.
Las máquinas volvieron ayer al núcleo de A Ponte, el primero de entrada a Padrón por la provincia de Pontevedra, para desmontar la piedra de la última de las dieciséis casas expropiadas hace casi veinte años por el Ministerio de Fomento para las obras de urbanización de la vía N-550 a su paso por este punto.
El derribo de este inmueble se demoró más de un año con respecto al de los demás debido a que el propietario del mismo no dio en su momento autorización voluntaria para el desmonte, pese a que ya existía una sentencia firme sobre la expropiación, que en su día recurrió el titular.
Al no dar su autorización, la empresa adjudicataria de la obra informó al Ministerio de Fomento que, como promotor de la actuación, a su vez recurrió al Juzgado. En base a esa sentencia firme, este emitió la resolución definitiva que ahora permite el desmonte de la casa que comenzó ayer y, con ello, finalizar la obra de emergencia.
Tras el desmonte de la vivienda, se habilitará en la zona una senda peatonal, al igual que en otros tramos del núcleo de entrada a Padrón. Desde el Concello, el alcalde Antonio Fernández expresó ayer su «satisfacción» por ver como «unha obra que empeza chega ao seu fin», en este caso casi año y medio después de su inicio. Para esta obra, el Ministerio de Fomento destinó 500.000 euros y, además del desmontaje de 16 inmuebles en estado de ruina y que suponían un peligro para la circulación rodada, se afrontó la habilitación de sendas para incrementar la seguridad de los peatones, además de la gestión de los residuos de demolición, la explanación y acondicionamiento de las parcelas.
También estaba previsto descubrir algunos arcos ciegos de la vía N-550, alguno de ellos para permitir que los peatones crucen de forma segura una vía por la que a diario pasan más de 20.000 vehículos.
Con el desmontaje de las dieciséis casas en ruina, la zona de entrada a Padrón mejora su imagen.
La Voz de Galicia
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