Las familias y peñas hacen la fiesta en el Santiaguiño do Monte.
Con la romería popular en el monte, Padrón despidió ayer dos días de fiesta del Santiaguiño, en los que congregó a miles de personas. Tras el éxito de la carrera de burros, la romería de ayer tardó más en animarse de modo que, por ejemplo, a la una de la tarde el ambiente no era el de otros años, pese a que «o día é máis para estar no monte que na praia», como dijo un joven.
No obstante, cerca de las dos, ya había mucho más movimiento en el monte, debido a que esa hora era el reparto gratuito por parte del Concello de sardinas (350 kilogramos), pan de maíz (150 kilogramos) y bolos preñados (1.500 unidades).
El reparto es ya una tradición del día, al igual que la participación de familias, en su mayor parte de Padrón, y peñas de amigos y compañeros que pasan el día en el monte y que, en buena medida, ayudan a que la romería del Santiaguiño resista. Frente a estos fijos de la cita, ayer se podía ver a muchas personas de paso por el monte, como las que iban a escuchar la misa en los exteriores de la capilla o al reparto de sardinas, pero también llamaba la atención el número de turistas y peregrinos, tanto nacionales como extranjeros.
Los visitantes tenían especial interés en fotografiarse en las piedras desde las que, según la leyenda, predicó en vida el Santiago Apóstol, y donde más de una abuela quería que su nieta repitiera el ritual que ella hiciera «tantas veces de nena» de pasar de un lado a otro de las piedras.
Una costumbre que este año se rompió, o al menos se intentó, fue la de construir cabañas en el monte, sobre todo por parte de adolescentes y jóvenes, después de que la Comunidad de Montes de Extramundi colocara carteles en los que advertía que quedaba terminantemente prohibidas construcciones u obras hechas sin autorización.
Por lo demás, la popular romería del 25 de julio repitió el ambiente de gaitas de la música tradicional gallega, del olor a comida de la casa, chiringuitos y otros puestos, además del ambiente familiar y de compañerismo de muchos padroneses y convecinos para los que, reunirse el 25 de julio en torno a una mesa y mantel en el monte Santiaguiño, es la verdadera fiesta.
La Voz de Galicia
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