La falta de señalización aumenta el peligro en la vía Vilagarcía-Cesures.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

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Hace unos meses, cuando el verano llamaba a la puerta, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras acometió un plan de parcheado de las principales carreteras que de ella dependen. Una de ellas fue la PO-548, la vía que une Vilagarcía con Pontecesures, que tras los rigores del invierno presentaba un estado lamentable. Para tapar los baches se acometió un asfaltado por zonas que ha engullido en varios tramos las señales pintadas sobre el asfalto. Las semanas pasan, y unas referencias que resultan imprescindibles para garantizar la seguridad vial siguen desaparecidas.

Sin líneas que marquen los carriles, los numerosos conductores que circulan por esa carretera lo hacen a su libre albedrío. Y son muchos: en el mes de agosto, y según el plan de aforos de la Xunta, transitan por al PO-548 unos 5.645 coches al día, de los cuales un 5,1 % son vehículos pesados.

Tramos conflictivos

En muchos tramos quienes van al volante conducen sin referencias viarias, invadiendo en ocasiones la zona reservada para los vehículos que circulan en sentido contrario. También en lugares en los que había marcadas isletas se generan en ocasiones situaciones complicadas. Y otro tanto ocurre en los puntos en los que había marcados pasos de cebra. Eso es lo que ocurre, por ejemplo, en Bamio, en el punto reservado para que los peatones crucen la carretera. En este caso, al menos hay unos semáforos que orientan y protegen a quienes caminan sobre el asfalto -y esta temporada son muchos, ya que es un punto de obligado tránsito para quienes se dirigen a la playa de O Campanario-. Pero en otros puntos del trazado, como en el casco urbano de Catoira, la mitad de los pasos de peatones han sido eliminados por la nueva capa de asfalto, dejando solo visibles la mitad de las líneas que marcan los lugares en los que se debe cruzar la carretera. La otra mitad desaparece bajo la capa de rodadura aplicada en la campaña de bacheo por zonas.

Críticas en Catoira

Esta circunstancia no ha pasado desapercibida al alcalde de Catoira, Alberto García (PSOE), quien considera que la obra realizada por la Xunta se puede definir con una única palabra: «? unha chapuza», señala. Partiendo de la base de que el parcheo por zonas le parece una mala solución, considera que lo mínimo es que «cando acometen unha obra nunha estrada a inicien e a rematen no menor tempo posible, e non que a deixen pola metade, como fixeron neste caso».

Desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras aseguraron que la vía será pintada, aunque ayer no establecieron en qué momento se producirá esa acción. Quizás haya que esperar a que remate el verano y el tráfico en la zona se vea liberado de los vehículos de los turistas. Y es que en el mes de septiembre la intensidad viaria baja considerablemente, pasando a una media diaria de 4.992 coches por día.

La Voz de Galicia


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