Dos detenidos en Pontecesures por el intento de rapto y de abusos a una niña de diez años.
La Guardia Civil confirmó ayer la detención de dos varones sin antecedentes policiales como presuntos responsables de los «tocamientos» que supuestamente sufrió en la tarde-noche del domingo una niña del Concello de Valga, de 10 años de edad. Se trata de A.F.D.A., de 44 años y vecino de Pontecesures -donde se produjeron los hechos-, y S.T.Ch., natural del municipio coruñés de Padrón, con 54 años de edad.
La versión oficial de lo ocurrido y del motivo de estas dos detenciones dice que la menor aseguró haber sido abordada en la calle por los dos varones citados. Según ella misma declaró habría sufrido «tocamientos», pero consiguió pedir ayuda y emprender la huida, entre gritos.
La escena provocó un gran revuelo en la zona, los vecinos salieron a la calle y se vivieron momentos de tensión y confusión. Parece que uno de los implicados, el pontecesureño de 44 años, habría sido inmediatamente localizado y detenido por la Guardia Civil.
El otro ciudadano, el padronés de 54 años, decidió acudir a un bar próximo, donde pidió una cerveza en la barra. Al cabo de unos minutos llegaron al lugar la niña, su madre y algunos vecinos. La pequeña lo identificó como uno de los hombres que supuestamente la habían «asaltado» y a punto estuvo de producirse un altercado en el interior del establecimiento. En ese instante S.T.Ch habría decidido refugiarse en el cuarto de baño de dicha cafetería, del que salió voluntariamente cuando llegó la Guardia Civil y le pidió que se entregara.
Ahora es el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Caldas el que debe tratar de esclarecer los hechos y tomar una decisión sobre los dos hombres detenidos. Pero lo cierto es que se trata de un asunto «muy complejo» en el que quedan muchas incógnitas por despejar, según reconocían ayer las fuerzas de seguridad. Por ahora prefieren centrar la investigación en los posibles «tocamientos» sufridos por la menor, pues no están del todo claras las circunstancias que rodean al presunto intento de secuestro.
Lo sucedido en el centro urbano de Pontecesures es un asunto de esos que, lógicamente, provocan una importante alarma social. Aunque también es cierto que en este tipo de casos suelen generarse muchas dudas, y todas ellas salieron a relucir ayer en las calles, especialmente en las de esta villa ribereña bañada por el Ulla, donde prácticamente no se hablaba de otra cosa.
Propietarios de diferentes establecimientos hosteleros de la calle San Lois -entre ellos la cafetería ante la cual se produjeron los hechos y el bar en el que se refugió uno de los presuntos agresores- dicen haber presenciado todo el operativo policial que se montó a raíz de este presunto caso de tocamientos y supuesto intento de secuestro de la menor. Y hay que hablar de secuestro -lógicamente con todas las cautelas, a la espera de que se pronuncie la Justicia- porque, según algunas fuentes, habrían agarrado a la menor y ella habría escuchado decir a sus agresores que querían llevársela. Otros testigos, sin embargo, explican que no vieron los tocamientos, pero que al menos uno de los individuos pudo haberse dirigido verbalmente a la pequeña, antes de que uno de ellos se escapara del lugar a pie, mientras que el segundo lo hizo en una bicicleta.
Asimismo, hay testigos presenciales que confirman el lógico nerviosismo vivido en aquel momento y quienes aseguran que los dos detenidos son «muy conocidos en la localidad, aunque sin embargo parece que no se conocían entre ellos».
Faro de Vigo
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