Padrón busca fondos para arreglar las pasarelas del Sar.
El óxido se come las barandillas que protegen las pasarelas que cruzan el río Sar en Padrón.
El Concello de Padrón solicitó a la Diputación de A Coruña una subvención por importe de unos 39.000 euros para cambiar las barandillas de las dos pasarelas de peatones que cruzan el río Sar, una junto al Paseo del Espolón y la otra en la zona del campo de fútbol, y para comprar contenedores de basura y aparatos de juego infantil.
No obstante, de esa cantidad, la Diputación únicamente le concedió 6.700 euros, según confirmó ayer el concejal de Servicios de Padrón, José Ramón Pardo, un dato que ya había facilitado en el reciente pleno ordinario a raíz de una pregunta formulada por el Partido Galeguista Demócrata.
El Ayuntamiento usará el dinero concedido para comprar contenedores de basura mientras que elaborará una nueva memoria para la sustitución de las barandillas de las pasarelas, que están en un estado lamentable, casi de ruina, y para arreglar y pintar la barandilla que recorre un margen del río Sar desde los institutos de educación secundaria hasta la plaza de la Leña.
El concejal José Ramón Pardo explicó ayer que las actuales barandillas «non cumpren coa normativa» de seguridad, al tener una separación demasiado grande entre los barrotes, por lo que la nueva sí estará adaptada conforme a la memoria que ya está elaborando un técnico de la Oficina de Rehabilitación. El Concello espera conseguir los fondos necesarios para realizar esta obra, dada la peligrosidad que empieza a representar el estado actual de las dos estructuras que protegen las pasarelas.
Por estos pasos cruzan a diario cientos de personas, sobre todo estudiantes que se dirigen a los centros de educación, tanto a los dos de secundaria (Camilo José Cela y Macías O Namorado), como al de primaria (Flavia). También las usan padroneses que residen en esa zona y vecinos de Dodro, además de caminantes. El óxido come las barandillas en muchos puntos hasta el extremo de que hay barrotes rotos del todo y espacios por los que cabría un niño sin problemas.
La Voz de Galicia
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