El Concello de Pontecesures toma medidas ante la presencia de pulgas en el recinto escolar.
Operarios municipales cortan la hierba del patio, antes de someter toda la zona a un tratamiento de fumigación.
Con el calor de estos últimos días, la primera avanzadilla veraniega del año, han empezado a plantearse algunos de los problemas habituales del período estival. En el colegio de Pontecesures, por ejemplo, alumnos, profesores y padres se enfrentan a un enemigo de esos que pican y molestan: las pulgas. «Os pícaros están chegando cheos de marcas ás casas», reconocía ayer el regidor cesureño, Juan Manuel Vidal Seage (PP).
Tras conocer este problema, el gobierno local de Pontecesures no ha querido perder tiempo. Ayer por la mañana se dio orden para que un grupo de operarios se trasladasen al recinto escolar y procediesen a cortar la hierba que rodea el centro educacional. Y es que es en ella donde parece estar el foco del problema. En el Concello sospechan que algún animal callejero se ha aficionado a visitar esa zona, convirtiéndose en el origen de la plaga de pulgas que trae por la calle de la amargura a toda la comunidad educativa cesureña.
Solo con cortar la hierba, indica el regidor, no se va a solucionar la plaga. El gobierno local tiene previsto fumigar esa zona, «pero para que a operación sexa efectiva hai que cortar a herba primeiro para que os produtos fagan máis efecto», informaba el alcalde, que mantiene un contacto permanente con el centro escolar.
Problema generalizado
Aunque pueda parecer sorprendente, la presencia de pulgas es un problema recurrente en centros escolares y parques de localidades de todos los tamaños. En Vilagarcía, por ejemplo, se realizan trabajos periódicos para mantener alejados a estos molestos parásitos, lo que no ha impedido que en determinados momentos estos se hayan enseñoreado de parques y recintos de todo tipo, para desesperación de sus usuarios habituales.
La Voz de Galicia
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