Revientan dos puertas de la iglesia parroquial de Pontecesures para robar.
Una o más personas accedieron en la madrugada del miércoles para el jueves pasado al interior de la iglesia parroquial de San Julián de Pontecesures, con la intención de robar. Supuestamente, emplearon una pata de cabra para destrozar las cerraduras de la puerta principal. Una vez dentro del templo, reventaron una segunda puerta, la de la sacristía. Fue allí donde los ladrones se hicieron con el botín, consistente en las aportaciones de los vecinos a los lampadarios. Con los donativos de los devotos, se encienden una o más luces.
Según fuentes consultadas, más que la cantidad sustraída, la parroquia lamenta los desperfectos en las dos puertas, cuya reparación es costosa, y hubo que ordenar con carácter inmediato para evitar que los hechos puedan repetirse.
La iglesia parroquial de San Julián de Pontecesures se encuentra en pleno casco urbano, y hay viviendas próximas a la fachada. No obstante, se supone que el ladrón o ladrones actuaron cuando ya iba más avanzada la madrugada, y que habrían forzado las puertas con un artilugio silencio, como una pata de cabra.
Éste es el segundo robo que sufre la iglesia del Ullán en lo que va de año. En el anterior, sin embargo, los ladrones no accedieron a través de la puerta principal, sino de una ventana que hay en la parte posterior. Desde la parroquia señalan que no es difícil llegar a esa abertura, y que con una escalera ya se puede alcanzar, pero que en cambio resulta muy peligroso intentar entrar en la iglesia por esa ventana, puesto que por el interior del templo la altura es mucho mayor -de entre cuatro y cinco metros- y una caída podría resultar mortal.
Las iglesias son uno de los objetivos preferidos de personas que necesitan dinero en efectivo con imperiosidad. Muchas de ellas carecen de alarma y están en lugares relativamente apartados.
Faro de Vigo
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