Renfe maneja previsiones para seguir con los recortes de trenes en el 2021
Fía a la generalización de la vacuna la normalización de las frecuencias
El punto de vista estrictamente empresarial -aunque Renfe sea una operadora pública- y la idea de servicio público son a menudo conceptos incompatibles. La prueba es la contestación social y política que está teniendo en casi todas las esquinas del país el recorte de trenes decidido por la cúpula de la compañía alegando una baja demanda. El argumento se basa en que el gasto de poner un tren en marcha -peajes a pagar al ADIF, combustible o energía eléctrica, personal…- no sería recuperado si el tren no llega a un umbral mínimo de viajeros. Por contra, desde poderes públicos como la Xunta se recuerda que el servicio público y el derecho a la movilidad estarían por encima de estas variables económicas.
En este conflicto de intereses se mueve la polémica sobre la lenta recuperación de los servicios ferroviarios tras el estado de alarma, que se quedaron, con variaciones al alza o a la baja, en el 50 % de las frecuencias. Y aunque el mantra oficial de Renfe es que los trenes se irán recuperando a medida que se normalice la demanda o se registren picos puntuales, parece que las previsiones de Renfe se inclinan por que esta situación durará durante buena parte del 2021.
Esta es la conclusión que se desprende de la contestación de la Gerencia de Atención al Cliente de la operadora ante una pregunta sobre la recuperación de frecuencias perdidas que formuló la Asociación de Usuarios del AVE de Valladolid, un grupo de personas que utilizan todos los días, por motivos laborales, la línea de alta velocidad compartida con Galicia y que se organizaron para defender sus intereses frente a lo que consideran una «errática» política comercial de Renfe. https://aeaaeebd9b03e01784f87a8c4216fd56.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
Los estudios de la operadora
En la contestación, la compañía aduce que la «casi totalidad de los estudios que estamos realizando señalan que se va a producir, por lo menos en el 2020 y en el 2021, un importante descenso del número de viajeros». Y explican este escenario en el «impacto de la bajada del PIB, el aumento del teletrabajo y otras causas, como puede ser la preferencia por el vehículo privado a la hora de hacer desplazamientos de ocio, al menos hasta que haya una vacuna o tratamiento».
Añaden que, «como no puede ser de otra manera, [Renfe] va a ir reponiendo toda la oferta comercial que la nueva demanda requiera», aunque en ningún momento se refieren a recuperar toda la oferta de trenes anterior a la pandemia. También equiparan la estrategia de Renfe en la actualidad al «resto de operadores de transporte de Europa (ya sea de carretera, ferrocarril o aéreos, tanto públicos como privados), que «están a la espera de ver cómo evoluciona la demanda en el futuro inmediato, es decir, cómo van a reaccionar los ciudadanos respecto a la tendencia a viajar».
Lo curioso es que esta respuesta a este grupo de clientes es mucho más explícita y ofrece más datos sobre la estrategia empresarial de Renfe en este contexto de pandemia que las contestaciones a las preguntas parlamentarias -muchas en los últimos días- que se van acumulando en el Registro del Congreso. En ellas, el Gobierno -con la información que le proporciona la operadora- explica que cada frecuencia se adapta «a la demanda real detectada en cada corredor», y se hace referencia a los seguimientos que se realizan para detectarla, como el estudio de la compra anticipada. En estas respuestas no hay ni una sola mención a los estudios que prolongan la situación hasta el 2021 y, en cambio, sí hay referencias a recuperar la oferta previa al estado de alarma: «El Gobierno confía en poder completar la restitución de la oferta en el plazo más breve posible». Todas están escritas sobre el mismo patrón.
Carlos Perfecto, portavoz de la Asociación de Usuarios del AVE de Valladolid, cree que Renfe, con su respuesta, «parece que nos invitan a que utilicemos el coche privado ante la falta de frecuencias». Le parece grave que la empresa «no busque soluciones ante esta situación y prefiere esperar a que llegue la normalidad», asegura, y recuerda que se trata de un servicio público «que estamos pagando con nuestros impuestos». ¿Es el ciudadano el que debe tomar la iniciativa o es Renfe la que debe adelantarse para garantizarle un servicio público?», se pregunta.
La Voz de Galicia
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