Obtener un concejal requiere 900 votos en Vilagarcía y apenas 150 en Pontecesures.

Publicado por Redacción en

Los arousanos eligen hoy a 141 representantes municipales en sus once concellos

Dos semanas después del inicio de la campaña electoral, llega el momento de la cosecha. O de la siega, en función de como le vaya a cada uno el encuentro con las urnas. Por lo que respecta al territorio de Arousa, dividido entre los partidos judiciales de Cambados y Caldas de Reis, los números dicen que los once municipios que componen la demarcación ponen en juego 141 actas cuya distribución dista de ser homogénea, en función de los respectivos rangos de población. Vilagarcía, la cabecera de la comarca, es la plaza que más concejales elige, 21, y también donde resulta más caro obtener el primer edil. Hace cuatro años, Ciudadanos consiguió el suyo con 922 votos. En el polo opuesto se sitúa Pontecesures, el menor de los concellos arousanos. Aquí, a Independentes por Pontecesures le bastaron 157 papeletas para hacerse con el único representante que logró en el 2019.

Un cálculo sencillo permite calibrar el punto que alcanzan esta clase de diferencias: esos 922 votos que C’s amarró en Vilagarcía en los anteriores comicios municipales para un único concejal, hubiesen supuesto en Pontecesures una mayoría absoluta aplastante: el PP, que se hizo con la alcaldía cesureña, firmó entonces 4 ediles con 520 sufragios, mientras que la segunda fuerza, el PSOE, se quedó en 3 con 434 papeletas. Ese particular precio en sufragios puede rastrearse en el resto de los municipios. Así, a Cambados Pode su concejal le costó 691 votos. Al BNG de A Illa, 482. A Valga Viga, 431. Y a Somos Ribadumia, por citar un cuarto ejemplo, 229.

Su evolución a lo largo del tiempo indica que Arousa está cediendo potencia electoral, si con este concepto nos referimos al número de las personas que poseen derecho a voto. En los últimos doce años, la comarca ha perdido 420 electores: 86.826 frente a los 87.246 del 2011. La única excepción dentro de esta tendencia a la baja se da entre los extranjeros que residen en sus once municipios y pueden participar en las elecciones. Hoy son 293, once más que entonces.

Esta caída se traduce, correlativamente, en un menor número de concejales. En su conjunto, el territorio arousano elige hoy 16 ediles menos que en el 2011. De los once concellos, seis se han dejado representantes en este camino de doce años. O Grove y Vilanova, por ejemplo, escogían a 17 concejales. Caer por debajo de la barrera de los diez mil habitantes les ha costado quedarse en 13. Meaño, Meis, Ribadumia y Valga superaban los cinco mil vecinos, lo que les permitía sostener corporaciones con trece ediles. Hoy son once. A Illa constituye un caso particular, por cuanto rebasó en el 2015 esa frontera de los cinco mil habitantes y pudo elegir aquel año trece representantes. En la siguiente cita con las urnas, la del 2019, los isleños bajaron de nuevo a los once con los que se mantienen.

Por detrás de Vilagarcía, el único municipio de la comarca con una población que supera los veinte mil habitantes, la plaza de mayor rango es la de Cambados, donde los votantes eligen hoy a 17 concejales.

Con cincuenta candidaturas en liza, el verdadero contrincante es la abstención. Hace cuatro años, en Vilagarcía rozó el 40 %.

La Voz de Galicia

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