Cortizo cerró el 2024 con un récord de ventas de 895 millones, un 20,5 % más.
La multinacional gallega destina el 76 % de su producción al mercado internacional
El 2024 fue un año de ventas récord para el Grupo Cortizo, que facturó casi 900 millones de euros (concretamente 895), lo que supone un incremento del 20,5 % respecto al ejercicio anterior. El holding que engloba la actividad industrial de la multinacional gallega, especializada en el diseño y fabricación de soluciones de aluminio y PVC, además de incrementar su cifra de negocio, también elevó su producción en el 2024, con una fabricación total de 113.192 toneladas de aluminio y 4.714.233 barras de PVC.
Según los datos facilitados por la compañía este jueves, el grupo revalidó su importante presencia internacional, «a donde destinó el 76 % de sus ventas, comercializando sus productos de forma directa en 81 países de los cinco continentes». Francia, el Reino Unido y Alemania repitieron un año más como sus principales mercados en el extranjero, al tiempo que consolidó el liderazgo del sector en España.
La firma con sede en Padrón experimentó también un impulso a nivel laboral, ya que el incremento de la demanda y la ampliación de sus centros productivos y logísticos se tradujeron en la creación de 245 nuevos puestos de trabajo, cerrando el año en 3.867 empleos, más de la mitad en Galicia.
Más de 67 millones en inversión
El crecimiento del grupo en la última década ha ido acompañado de una política de reinversión de beneficios destinada a la ampliación, creación y modernización de sus estructuras productivas y logísticas, y esa tendencia se mantuvo en el 2024.
Durante ese período, la multinacional gallega invirtió 67,6 millones de euros en nuevas obras, entre las que destacaron la puesta en marcha del Campus Tecnológico y la fase final de la ampliación de su fábrica de PVC.
Precisamente, la inauguración del campus —el pasado mes de septiembre— supuso un nuevo hito para la compañía padronesa que, a lo largo de sus más de 50 años de historia, se había distinguido como una industria consolidada en el sector del aluminio y el PVC.
Sin embargo, con este proyecto Cortizo dio un paso más en su apuesta por la innovación, incorporando a su actividad un servicio de ingeniería de fachadas de alto valor añadido con vocación internacional.
Un laboratorio puntero
«El nuevo complejo, orientado al diseño de envolventes a medida para grandes proyectos en todo el mundo, está llamado a convertirse en un referente en este ámbito», destaca la compañía, para detallar que en él no solo se desarrollan fachadas para rascacielos y obras singulares en los cinco continentes, sino que también se testan frente a los fenómenos más extremos gracias a un laboratorio puntero que permite realizar ensayos frente a huracanes o terremotos, entre otros.
Más de 336 proyectos
Solo durante el pasado año, el departamento de ingeniería de grandes desarrollos de Cortizo estudió 336 proyectos para ofrecer soluciones específicas de cerramientos, los cuales se suman a otros ya finalizados o en ejecución.
Es el caso de los rascacielos Hallets Point de nueva York, la ampliación del Hospital General de Massachusetts, Beorma Tower en Birmingham, la torre de oficinas R3 en la ciudad financiera de Abiyán en Costa de Marfil o el nuevo aeropuerto de Lima, inaugurado hace unas semanas.
Es la primera compañía del sector que recicla tanto aluminio como PVC en plantas propias
En un momento en el que el reciclaje, la reutilización y la economía circular están ganando peso, la compañía gallega le dio un impulso importante a su red Cortizo Recycling, creada hace más de tres décadas para producir tocho de aluminio reciclado, con la entrada en funcionamiento del centro de clasificación de chatarra posconsumo de Coirós.
Estas instalaciones se extienden sobre una superficie de 29.000 metros cuadrados y tienen capacidad para tratar hasta 100.000 toneladas anuales de ventanas, puertas, fachadas, barandillas o cualquier producto de aluminio. Todos esos materiales, una vez finalizada su vida útil, son recuperados para elaborar tocho de segunda fusión en sus fundiciones de Padrón y Mieres.
La ventaja de esta materia prima reciclada es que su producción es más respetuosa con el medio ambiente, ya que arroja una de las huellas de carbono más bajas del mercado.
En la misma línea de responsabilidad medioambiental, la compañía reforzó su estrategia de circularidad, poniendo en marcha su primer centro de reciclaje de PVC, ubicado en Almonacid de Zorita (Guadalajara).
En estas instalaciones, que disponen de una superficie de más de 7.000 metros cuadrados, la compañía gallega genera materia prima para la fabricación de perfiles de este material a partir de las ventanas retiradas en obras de renovación o de los despuntes y sobrantes de sus clientes.
Con esta iniciativa, la firma padronesa se convierte en la primera compañía del sector que recicla tanto aluminio como PVC en plantas propias.
La Voz de Galicia
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