Hai uns días un grupo de veciños fíxose cargo da organización das Festas da Virxe da Raíña dos Anxos de Carreiras, que se celebrarán no mes de xaneiro. Os integrantes da nova comisión comezaron a recadar fondos polas portas onte día 19 de outubro. Sorte
Entran a robar en los últimos días en una casa, una empresa y un bar de Padrón.
Una vivienda, una empresa y un bar de Padrón fueron objeto de robos en los últimos días. En el caso de la empresa, de jardinería y situada en la zona de A Picaraña, es el octavo asalto que sufre en un año, pese a que sus propietarios instalaron medidas de seguridad, como cámaras de vigilancia, que los ladrones se llevaron en la madrugada de ayer.
En esta empresa robaron en un año material de jardinería y de oficina, vehículos de trabajo y hasta una cafetera, sin contar los daños que provocan y que en este último asalto fueron más importante que lo sustraído. Los propietarios de la firma se sienten desamparados y hablan de que, pese a adoptar medidas de seguridad y denunciar los hechos ante la Guardia Civil, no ven que haya la respuesta esperada para evitar este tipo de asaltos que, según explican, afectan a otras empresas de la zona. «Non somos os únicos», aseguran pese a que, en su caso, ya decidieron «non gardar nada de valor» en las instalaciones de la empresa. En su opinión, hace falta más vigilancia policial para evitar los robos.
Si en esta empresa se sienten desamparados, los propietarios de la vivienda asaltada en la tarde del jueves en la avenida de Pontecesures, en la entrada del núcleo de A Ponte, aún tienen el susto en el cuerpo. En este caso, el ladrón o los ladrones se llevaron dinero en metálico y joyas de oro, hasta el punto de que la titular de la casa asegura que «non me deixaron nada en ouro». «Xa non se pode estar tranquilo na casa a calquera hora», añade la afectada.
Ventana pequeña
En cuanto al bar que asaltaron en la madrugada de ayer, está situado detrás del campo de fútbol y, en este caso, se llevaron la recaudación de la caja registradora y de la máquina tragaperras, que rompieron. También dejaron las neveras del bar y la de la cocina abiertas, pero no tocaron nada de la mercancía, por lo que se presupone que buscaban solo dinero, ya que algunos establecimientos lo guardan en los frigoríficos, sobre todo el metálico.
El ladrón o los ladrones accedieron al interior por un ventanuco muy pequeño situado en una zona alta, por lo que se supone que usaron una escalera para llegar a esa altura. Al parecer, es la segunda vez que entran en el bar por ese mismo hueco, aunque la primera fue con el anterior dueño. En cuanto a la tragaperras, la forzaron para llevarse el dinero pero lo hicieron «moi ben», según dijo el técnico de la reparación, de modo que no estaba reventada, por lo que se cree que ya eran expertos en abrir otras.
En los últimos días también apareció forzada la reja de un supermercado del casco urbano.
La Voz de Galicia
Tres heridos leves en un accidente múltiple en la N-550 en el concello padronés.
Tres personas resultaron heridas leves en una colisión múltiple con tres coches implicados, ocurrida pasadas las nueve de la mañana de ayer en una recta de la vía N-550 a la altura del núcleo de Angueira de Suso, poco antes de A Picaraña. Las tres personas fueron atendidas en el lugar del siniestro por heridas de diversa consideración y después trasladadas al hospital, una vez que el servicio 061 movilizó a dos ambulancias asistenciales.
El accidente se produjo cuando un coche que iba en sentido Santiago se detuvo en la vía para hacer un giro a la izquierda; el que circulaba detrás le dio y lo movió hacia el carril contrario, por el que circulaba otro coche en sentido Padrón que no pudo esquivarlo. En concreto fueron trasladados una mujer de 32 años, M.R.V., un hombre de 38, R.T.P y otro varón de 29 años, A.A.T. Además de las ambulancias, se movilizó Tráfico y el Grupo de Emergencias Supramunicipal.
El Concello de Touro ha diseñado por sexto y por décimo primer año consecutivo, respectivamente, la Festa da Castaña y las Xornadas Micolóxicas, convocadas para el próximo 5 de noviembre, y desde ese día hasta el 7 del mismo mes. Como antesala, se programó para el día 4 un taller de cocina con productos de temporada, que tendrá continuidad todos los miércoles de noviembre.
Hasta entonces, los vecinos de Touro podrán participar en una programación que arrancará con un monólogo de Cándido Pazó sobre la obra de Neira Vilas Memorias dun neno labrego. De acceso libre, será el 29 de este mes en la Casa de la Cultura. Y noviembre dará comienzo con un taller formativo y de sensibilización ambiental para escolares sobre el bosque de la ribera del Ulla y sus plantas medicinales.
La Voz de Galicia
El PSOE de Valga presume de plan de empleo y critica el “mutismo” del PP.
Creen que el alcalde ofrece poca información y desean que la convocatoria sea transparente.
El grupo municipal socialista de Valga destaca que fue este partido, una vez tomadas las riendas de la Diputación, el que puso en marcha el plan de conservación y funcionamiento de bienes y servicios municipales, que en esta localidad conlleva una subvención de 46.000 euros para contratar a 24 trabajadores durante dos meses.
Dicen en el PSOE que “los salarios serán de unos 900 euros, frente a los 400 que se abonaban con anterioridad”, cuando era el PP el que gobernaba el ente provincial. Y dicho esto lamentan que “a día de hoy todavía no conocemos las condiciones que pondrá el Concello” para seleccionar al personal.
En el PSOE critican así el “mutismo” del gobierno que dirige el conservador José María Bello Maneiro, “ya que constantemente impide a los vecinos el acceso a la información sobre este tipo de convocatorias”. Demandan “que este mutismo no sea el origen de una selección de personal poco transparente”.
Faro de Vigo
Valga promete una “noche de terror” en la Biblioteca.
El Concello de Valga anuncia para el día 29 la celebración de una “Noche de terror en la Biblioteca”. Es una actividad para quince niños de 11 a 13 años dispuestos a pasar la noche en el Auditorio Municipal de Cordeiro, donde participarán en talleres de calabazas, dramatizaciones de cuentos de misterio y proyecciones de cine de miedo antes de irse a dormir -los que puedan- a eso de las dos de la madrugada y levantarse a las 10 horas para desayunar. Deben inscribirse antes del día 26.
Faro de Vigo
«Cada vez hai máis gaiteiros».
De visita en el obradoiro de instrumentos tradicionais «o xaneiro».
En Valga, Luis Miguel Sanmarco se ha construido una vida a base de madera y música
En algún lugar del taller de Luis Miguel Sanmarco tiene que haber un lápiz de carpintero. Uno de esos lápices gruesos y rojos que los viejos artesanos de la madera utilizaban tanto para hacer marcas en las piezas en las que trabajaban, como para hacer anotaciones en pedazos de papel. A primera vista no vemos ese útil por ningún lado. Pero nos lo imaginamos. Porque en el Obradoiro de instrumentos tradicionais de O Xaneiro (Valga) te esperas un instrumento así. Este lugar es uno de esos sitios que permiten revivir aquel pasado, no tan lejano, en el que el mundo giraba menos rápido, menos desquiciado.
Luis, enfundado en una bata de trabajo azul, es un hombre de treinta y tantos años que se declara afortunado. A fin de cuentas, dice, el suyo es un oficio «idílico», y él, una de esas personas a las que se le dibuja una sonrisa en la cara cuando se acerca la hora de ponerse manos a la obra. «Con isto non te fas rico, pero compénsalo cada mañá, cando te levantas e vés con alegría para o taller, sabendo que vas chegar, tocar a madeira, os materiais todos…».
Conste que el camino que lo trajo hasta aquí, que lo convirtió en timonel del barco de O Xaneiro, estuvo lleno de reviravoltas. Luis nació con la música en el alma. A los seis años empezó a tocar la gaita y después, en la escuela de música de Valga, el clarinete. Estudió Bachillerato y, cuando lo remató, le llegó la hora de decidir qué quería ser de mayor. Entonces -aún no sabe muy bien el porqué- hizo electricidad. Con el tiempo descubriría que aquella rama de FP que inició sin especial alegría no le iba a servir más que «para aforrarlle uns cartiños á familia e aos amigos».
Con el título bajo el brazo y sin trabajo, Luis volvió a pensar qué quería ser de mayor. Y esta vez se dejó guiar por su instinto de gaiteiro -además de facedor de gaitas, toca en el grupo folk Alvariza- y puso rumbo a la Escola de Artes e Oficios de Vigo. Allí aprendió con Carlos Corral, un maestro cuyo taller rivaliza -en el buen sentido del término- con el de la familia Seivane. Luis, como es lógico, entronca con la tradición de Corral. «Din que as de Seivane son gaitas femia e as de Corral, macho, porque teñen máis corpo, máis potencia».
En cualquier caso, destaca Luis, cada gaita es un mundo porque cada gaiteiro es único. «Nisto non hai un cánon. Todo depende. Cada músico ten un instrumento perfecto diferente», sentencia el artesano. Cuando un cliente llega por la puerta -y de eso hay que dar gracias al boca a boca, que es el que alimenta el taller- Luis no tiene prisa.
No es bueno tenerla. Luis escucha, escucha y vuelve a escuchar, hasta que tiene claro qué es lo que quiere el gaiteiro que tiene delante. Hay quien quiere un instrumento sencillo, hay quien lo quiere rotundo, hay quien lo pide con más adornos y quien lo ha soñado desnudo.
El proceso
«? unha das cousas que máis me gusta. Darlle voltas e máis voltas ata que atopas a forma de facer o que che piden». Luis, como artesano que es, también pone sus condiciones. En su taller ni se tiñen las maderas, ni se anilla con plástico. «Non me gusta», dice encogiéndose de hombros. Y no hacen falta más explicaciones.
En el taller, una colección de piezas de madera perfectamente apiladas espera que llegue la hora de la metamorfosis. Hay madera de boj, de bubinga o de granadillo. «Os mellores instrumentos de corda son os de granadillo, así que unha gaita deste material é lo más de lo más», cuenta el maestro artesano. Relata que, como la madera es un material vivo, entre proceso y proceso «hai que deixala repousar».
Así que si usted quiere un instrumento con la firma de O Xaneiro, ármese de paciencia: la espera media es de seis meses. Algunos clientes, incluso los que saben que estas cosas llevan su tiempo, se impacientan. «Ese é o maior estrés que teño, cando me apuran», dice Luis con una carcajada. Esa calma la trae trabajar por encargo, informando a los clientes de que las prisas no caben en este taller de Valga. Porque las cosas hay que hacerlas despacio, poniendo el corazón y la cabeza, para lograr que cada pieza «sone un pouco mellor que a anterior. So con conseguir iso, xa son feliz».
Por eso, se niega a seguir el consejo de sus amigos de «aumentar a producción. Pero o meu non é facer gaitas en serie», señala Luis. ¿Pero hay mercado para tanto? La respuesta es rotunda. «¡Pero se cada vez hai máis gaiteiros, cada vez hai máis xente nova!», exclama. No solo hay más gente que toca, si no que cada vez hay más gente que lo hace bien porque «nestes momentos, hai moi bos mestres de gaita, moi preparados». Así que este instrumento, incono de Galicia, parece tener aseguradas mil primaveras más. Mil primaveras en las que seguirá sonando, vivaz para alegrar las fiestas, solemne y grave en la hora de los entierros.
Cada pieza lleva su tiempo: la espera media es de unos seis meses de trabajo.
La Voz de Galicia