La responsable del proyecto, Laura Lagos (primera por la izquierda), con otros miembros del grupo de Forestales AF4: Irene Saco, Nuria Rodríguez, Manuel Jalda y Jacinta
La presencia de fauna salvaje provoca cinco accidentes diarios en las carreteras gallegas. La Guardia Civil registra cerca de dos mil siniestros cada año que podrán reducirse «significativamente» gracias a una pionera aplicación para teléfonos móviles ideada por investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal, en el campus de Pontevedra, tras analizar seis mil percances ocurridos desde 2006.
La idea es que el dispositivo emita una alerta de voz para avisar al conductor cuando se aproxime a una zona de riesgo por la presencia de corzos y jabalíes, responsables del 90% de los sucesos de este tipo. Además la base de datos se mantendrá actualizada con las aportaciones de los propios usuarios que se hayan visto implicados en accidentes o avistado ejemplares.
El proyecto se inició hace tres años y está dirigido por la investigadora Laura Lagos, que pertenece al equipo del profesor Enrique Valero. En colaboración con la spin-off Geodem y una empresa de sistemas de información geográficos de la República Checa, los expertos han solicitado una ayuda de la convocatoria europea Eurostars para poder desarrollar el producto.
«Los accidentes causados por corzos y jabalíes suponen un problema grande en Europa y el objetivo es que el sistema sea útil para todas las zonas afectadas. Ya tenemos los datos de Galicia y la empresa checa está recopilando los de su país. Los estudios sobre fauna salvaje se realizan habitualmente en otras regiones, pero la aplicación es muy novedosa», explica Lagos.
Tras estudiar los seis mil siniestros, los investigadores pudieron concluir las horas y épocas del año en que las probabilidad de hallar un animal salvaje sobre la calzada son mayores, así como las causas.
De esta forma, el estudio revela que la mayoría de los siniestros ocasionados por corzos suceden entre los meses de abril y mayo, coincidiendo con la época de cría, y en los periodos de 5 a 7 de la madrugada o de 19 a 21 horas.
«Cuando la madre pare de nuevo, los ejemplares nacidos el año anterior se dispersan, se produce una especie de expulsión. Este patrón se repite en otras zonas europeas y también se produce un pico en julio durante la época de celo, ya que los corzos, sobre todo los machos, están más activos», destaca Lagos.
En cuanto al jabalí, los accidentes son más numerosos desde octubre a enero y en horario nocturno: «Confluyen, por un lado, las noches más largas y, por otro, la época de caza, que provoca desplazamientos. Se mueven durante el crepúsculo o de noche, por eso hay más siniestros los fines de semana».
Los expertos, cuyos resultados están a punto de ser publicados en una revista especializada, también abogan por otras medidas de prevención como señales luminosas o pasos de fauna «que ya deberían formar parte de los nuevos viales».
FARO DE VIGO, 08/12/11