Una comunidad de propietarios del número 10 de Carlos Maside se levantó el domingo por la mañana con la amarga noticia de que un extraño había causado importantes destrozos en hasta siete turismos, estacionados en el garaje del edificio, empleando unas barras de hierro. La peor parte se la llevaron dos turismos con los que se ensañaron destrozándole todos los cristales y los espejos, y el resto presentaban menos desperfectos. Eso sí, en todos los casos, no faltó ningún objeto del interior. Según un residente en el edificio, en algunos coches había prendas de vestir, gafas de sol e incluso aparatos electrónicos como GPS que el autor respetó. De ahí que muchos aún se pregunten qué le llevaría a provocar semejantes daños.
Arresto el mismo día
De momento, la Guardia Civil ha detenido a un vecino de Porto de Arriba, bajo la sospecha de que puede ser el autor de los daños. El arresto se produjo en la tarde del mismo día en que se produjeron los hechos y, al parecer, cuando el hombre se encontraba por la zona pero la investigación continúa abierta. En un principio, los vecinos del piso sospechaban que podía haber más personas implicadas por la presencia de varias barras de hierro con las que se habría cometido los destrozos, sin embargo, después descubrieron que no procedían del exterior, si no que pertenecían al dueño de una de las plazas de garaje que las tenía allí almacenadas y pertenecerían al remolque de su vehículo.
Todo ocurrió a plena luz del día pero nadie escuchó nada. Los afectados sospechan que los hechos tuvieron lugar entre las 9 y las 10 horas pues un joven había sacado su coche antes de esa hora y no vio nada extraño. De hecho, se sospecha que el individuo pudo aprovechar su salida para introducirse pero poco después, otro dos propietarios fueron al garaje y fue cuando descubrieron que la puerta no funcionaba. Y es que el autor había arrancado los cables del portalón, seguramente para salir del lugar, tras intentarlo sin éxito a través de la puerta que conecta el parking con la zona de viviendas, que, según un vecino, también apareció forzada.
Los afectados denunciaron los hechos ante la Guardia Civil que inmediatamente envió hasta el lugar de los hechos a agentes de la Policía Judicial para abrir una investigación ante tan extraño suceso. De hecho, a los vecinos les llamó la atención el ensañamiento con algunos vehículos sin motivo aparente pues no robaron nada.
Los propietarios del número 10 de la calle Carlos Maside nunca había vivido un suceso similar. Los más parecido les ocurrido hace unos cuantos años pero en aquella ocasión, los autores provocaron destrozos y se llevaron algunos objetos personales guardados en el interior de los automóviles.
DIARIO DE AROUSA, 09/10/12
