O PSOE cualifica de “fiasco” a Festa da Bicicleta e carga contra o alcalde e a concelleira de deportes.

NOTA DE PRENSA DO GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA RESPECTO Á CELEBRACI?N DO DÍA DA BICICLETA

Como xa imaxinabamos, a celebración do Día Da Bicicleta en Pontecesures o pasado venres resultou un auténtico fiasco. O que debía ser unha iniciativa para promover o uso de medios alternativos ao coche particular, como a bicicleta, perdeu todo o seu sentido.
O cambio de data de realización de actividade, pasando de setembro -o habitual os últimos anos- a decembro, tratando de facer do Día da Bicicleta parte da xa exigua programación navideña, colaborou no fracaso, engadindo que o día, un venres laborable, restou moitos participantes adultos que puideran acompañar aos máis pequenos.
Ademais, foron moitos os comerciantes locais que manifestaron o seu descontento cos cortes de tráfico que a proba provocou e que prexudicaron os seus negocios nun día de ventas, véspera de Noiteboa, tan importante.,
En fin, como di o alcalde ??nosotros gobernamos, nosotros decidimos?; desde os socialistas de Pontecesures, felicitámolo e facémolo responsable a él, e a súa concelleira de deportes, Mónica Espadas, de tan sabia decisión, e de dar a puntilla a unha celebración que con moito esforzo estábase a consolidar.

Socialistas de Pontecesures

Los trabajadores del Concello de Cesures reclaman la aprobación de la RPT.

Las diferencias en la elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) fue uno de los argumentos a los que apelaron los ediles de Terra Galega para romper el pacto que habían firmado con el PSOE y el BNG, cuyo siguiente paso fue la presentación de la moción de censura por el PP, que se hizo con la alcaldía con el respaldo de lo0s antiguos socios de socialistas y nacionalistas y un grupo independiente. Este trabajo supuso un desembolso de 6.000 euros y no fue aplicado.
Desde entonces transcurrieron varios meses, y los trabajadores del Concello siguen sin noticias de la RPT. Los delegados sindicales de CIG, CC.OO. y UGT hicieron público recientemente un comunicado en el que argumentan que, como empleados de una administración pública, piden la modernización del Concello de Pontecesures, con la finalidad de que resulte más eficiente.
Al mismo tiempo, también rechazan cualquier pretensión privatizadora, al tiempo que instan al Gobierno local tripartito a que cumpla con la legalidad, y lo hacen después de exponer que, tras una larga espera para que el Concello revisara la situación organizativa y los salarios del personal, el Gobierno local rechaza la propuesta aprobada por la mesa de negociación, a pesar de que cuenta con el respaldo unánime de trabajadores y sindicatos.
Según denunciaron, el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, pretende aprobar una nueva RPT para incluir a ocho trabajadores, seis funcionarios y dos empleados fijos, dejando fuera a los 18 restantes. Algunos salarios son inferiores a 800 euros, a pesar de que quienes los cobran tienen una antigüedad superior a diez años, indicaron.

Diario de Pontevedra

El cambio radical del mercado conquista a los placeros cesureños.

Los trabajadores de este espacio se encuentran satisfechos con el resultado de las obras de homogeneización.

La plaza no parece la plaza. Este es el sentir mayoritario de las placeras de Pontecesures, que volvieron la semana pasada a unos puestos de trabajo que nada tienen que ver con los que abandonaron temporalmente hace mes y medio. Bonita, alegre y limpia son los adjetivos utilizados por la pescadera Mar Barreiro para definirla. «Antes no había nada. El cambio era muy necesario», afirma. No le falta razón. Basta asomarse y echar un vistazo para notar que el espacio ha ganado en calidez. Una mezcla de madera y pintura blanca le concede a los puestos un aire moderno, al que se suma la red con destellos que cuelga del techo. La iluminación es, precisamente, el aspecto más destacable para Martín Pesado, propietario de una panadería en la que se preparan desde empanadas caseras hasta tartas personalizadas, que ofrecen un guiño a personajes como los de la patrulla canina. «Las bombillas quedan muy bien», afirma. Cuelgan desde el techo, atravesando la red.

A cada lado, la pared repite las mismas siluetas pero cambia de color. Barreiro, se queda con el suyo. «Me tocó el más bonito», bromea. Frente a su azul grisáceo, tiene su frutería, en amarillo huevo, Carmen Senín. «La diferencia es grande», asegura. Más allá de lo estético, Barreiro señala al suelo. «Estaba desnivelado y se acumulaba el agua. Tenía que venir siempre con botas», cuenta.

Aunque todos se muestran satisfechos con los cambios, Pesado indica que «las obras son latosas». Eso sí, «había que pasarlas». En este sentido, la principal afectada fue Ana Vigo, que no pudo trasladarse a la carpa que se montó provisionalmente en las cercanías de la plaza. «Tiene que conservarse en frío», dice sobre la carne. Abrió su puesto hace dos años y fue el único en el que no se hicieron reformas. A pesar del trastorno del cierre, señala que «el cambio era necesario». Ya solo queda por inaugurar el centro de la lamprea.

La Voz de Galicia