Los alcaldes socialistas de Ames y Padrón y el exregidor compostelano Xosé Sánchez Bugallo se suman a una iniciativa que rechaza la expulsión de Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez.
A la relación inicial en la que sobresalía la presencia del expresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se han unido ahora alcaldes socialistas en activo, como los de Ames y Padrón, Blas García y Anxo Arca, respectivamente, y el exregidor compostelano y actual senador Xosé Sánchez Bugallo, aunque en las filas socialistas destaca también, entre otros militantes, el apoyo de las exdiputadas autonómicas Noa Díaz y Marina Ortega. Y de varios exconcejales que han compartido siglas con Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez, los cuatro expedientados. Entre ellos están Francisco Candela, Luis Pasín, Begoña Rodríguez, Rosa Fernández Somoza, Marisa del Río y Manuela Fraguela, aunque también han puesto su rúbrica en ese documento exconcejales de otras formaciones, como el que fuera portavoz del PP en el anterior mandato Alejandro Sánchez-Brunete y Jorge Duarte Vázquez, exedil con Compostela Aberta. También lo ha hecho la exportavoz socialista en el vecino municipio de Teo Uxía Lemus.
Entre los representantes vecinales destacan el apoyo de la presidenta de la asociación de A Sionlla y de la Federación de Asociacións de Veciños do Rural (Ferusa), Cruz Vázquez Veiga, y el del colectivo vecinal de Fontiñas, Luis Meijide, además de Ana Belén Sabel Iglesias, miembro de la directiva de A Gracia y exconcejala del PP, al igual que Meijide.
Del estandarte solo queda una tira, para indignación y condena de muchos usuarios de la zona, después de que un día antes hubieran manchando de negro el libro en piedra que tiene grabado el preámbulo de la carta magna
El Concello de Padrón bautiza el área recreativa de la desembocadura del río Sar en el Ulla como Paseo da Constitución con la intención, según fuentes municipales, de que se convierta «nun espazo de reflexión sobre a historia democrática recente e a importancia do diálogo e o consenso como elementos clave da convivencia».
Además, desde el gobierno local destacan que, «nun momento histórico no que o entendemento e a cohesión social son máis necesarios que nunca, este espazo simboliza os ideais de democracia e respecto institucional».
El cambio de denominación del paseo conllevó, además, la instalación de un mástil con la bandera constitucional de España y un libro en piedra con el preámbulo de la Constitución grabado. Esta pieza apareció ayer manchada de negro, algo que lamentaron tanto el alcalde Anxo Arca, que se desplazó a la zona, como muchas personas que estaban de paseo. Estaba previsto que fuera limpiada. Pero no es el único elemento nuevo en el paseo. A su entrada, el Concello instaló dos enormes y llamativas columnas de piedra monumentales, que ayer suscitaron numerosas críticas entre muchos caminantes.
«Despropósito», «despilfarro», «a maior horterada posible» o «sensentido» fueron algunos de los comentarios escuchados entre los paseantes, alguno de los cuales se preguntaba si en Padrón no habrá otras prioridades en las que gastar el dinero del Concello.
El paseo fluvial ha sufrido esta noche un nuevo acto vandálico, centrado en las piezas que instaló el Concello con motivo de su nombramiento como Paseo da Constitución, de modo que la tela de la bandera española apareció cortada y, de ella, ahora solo queda una tira. El Concello ya instaló una segunda cámara de vigilancia, esta enfocada hacia la zona de la bandera y el libro de piedra que recrea la Constitución y que fue retirado para su limpieza, después de que ayer apareciese pintado de negro. Muchas personas que hoy han paseado por la zona condenaron enérgicamente los daños en la bandera y en el libro de piedra.
Por su parte, desde el BNG de Padrón han difundido un comunicado en el que expresan« o total e absoluto rexeitamento ás actuacións tomadas polo PSOE na area Recreativa da confluencia dos ríos Sar e Ulla». Así, el grupo nacionalista asegura que fue una medida adoptada «de maneira didatorial, con imposición e sen consenso» por un gobierno, recuerda el BNG, que está en minoría.
Entre otras razones para rechazar la actuación, el grupo nacionalista habla de que «o lugar, as formas, o momento e o obxectivo da mesma non obedece a outra razón que a malgastar os cartos públicos en crear mausóleos e estandartes dende unha perspectiva egocéntrica e narcisista».
O equipo de goberno cesureño publicou, con apenas 48 horas de antelación, o programa de actos para conmemorar o Día Internacional da Muller neste 2025, por certo con algún erro ortográfico incluído. Fiel ao seu xa coñecido modo de actuar, volve sorprendernos coa súa planificación para o vindeiro sábado 8 de marzo: absolutamente NADA. O executivo decidiu que o mellor momento para desenvolver actividades enmarcadas na igualdade, a diversidade e o empoderamento feminino é un mércores ás 9 da mañá, en lugar do propio 8 de marzo, cando unha maior parte da cidadanía podería participar e dar visibilidade a unha causa tan fundamental. Esta decisión non só limita a asistencia, senón que tamén resta impacto á loita contra unha problemática inadmisible nunha sociedade moderna. Socialistas e nacionalistas presumen de situar estas accións no eixo das súas políticas; unha vez máis, en Pontecesures vemos como din unha cousa e predican coa contraria.
Pese a registrar más pasajeros, Catoira ni siquiera dispone del servicio de información telemática que Renfe sí ofrece en Pontecesures
Elferrocarriles una presencia diaria y permanente en la orilla sur de la ría de Arousa desde que el 15 de septiembre de 1873 un convoy de pasajeros unió los antiguos concellos de Cornes y Carril, inaugurando la era del camino de hierro en Galicia. Con el paso del tiempo, el servicio ha ido experimentando todo tipo de avatares. La conexión con Pontevedra, que en el 2024 cumplió 125 años, la pérdida del tren regular a Madrid en 1958, su recuperación en el 2020 y la llegada del AVE, un año más tarde, son algunos de sus hitos. Aquella línea única fundada a finales del siglo XIX se dividió en el 2010, con la apertura del nuevo corredor atlántico. Conviven, desde entonces, dos trazados en la comarca. El que recorren la alta velocidad y los media distancia, rápido, con escala únicamente en Vilagarcía, y el regional, básicamente el mismo que utilizó Rosalía de Castro para ver el mar por última vez, más lento pero con paradas muy útiles en CatoirayPontecesures (y ya en la provincia de A Coruña, también en Padrón). Dos estaciones que han corrido suertes dispares, aunque están llamadas a configurar un servicio de cercanías en cuanto la luz del sentido común se abra paso en las mentes de quienes planifican el transporte público en esta esquina del viejo mundo.
Los edificios que las acogen, levantados en recio granito del país, permanecen cerrados desde hace largos años. Desde luego no hay taquillas en ellos, como tampoco cafeterías ni nada que se les pueda parecer. Con todo, su situación dista de ser la misma. Existe una diferencia muy notable. En el andén de Pontecesures funciona un sistema de información telemático que permite adquirir los billetes y recibir información que proporcionan teleoperadores en tiempo y conversación reales. Entre las cinco de la mañana y las once de la noche, un operario o una operaria saludan con amabilidad desde su pantalla en cuanto esta se acciona al tacto.
En Catoira, en cambio, el silencio domina las instalaciones ferroviarias. No existe nada semejante al dispositivo que sí da servicio al viajero en Pontecesures. Su única ventaja con respecto a su estación hermana es el hecho de que en ella se haya habilitado una sala de espera. Cesures carece de algo así, pero a cambio dispone de un andén bien cubierto y protegido de la lluvia, además de una marquesina en el sentido de circulación contrario al de la propia estación. Dos elementos de los que Catoira también se ha visto privada, si bien cuenta con un paso inferior que facilita el tránsito bajo las vías.
Una situación asimétrica
Esta serie de asimetrías se extienden a cuestiones tan básicas como la existencia de un horario actualizado al que echarle un ojo. En Catoira sobrevive un tablón de anuncios, pero está vacío. El de Pontecesures cuenta con un horario físico, actualizado en mayo del 2024 y algo maltrecho. Y refuerza el su función informativa con un par de códigos QR cuya lectura da acceso a la información requerida a través de un simple teléfono móvil. Quien busque algo parecido en Catoira lo hará en vano.
Llama la atención este trato desigual, a la vista de que, a lo largo de las últimas tres décadas, la estación de Catoira ha conseguido invertir su estatus como tercera estación de la comarca para rebasar a Pontecesures y situarse en segunda posición en lo que al número de pasajeros se refiere. Los datos deRenfea lo largo del tiempo indican que en 1997 la primera registró 19.820 viajeros frente a los 31.043 que contabilizó la segunda. A la espera de que se haga público el balance del 2024, la lectura del 2023 consolida un vuelco completo: en Catoira se subieron o bajaron 67.000 viajeros, mientras en Cesures lo hicieron 39.800.
Aunque el fenómeno se detectaba antes, el estallido de la pandemia disparó la utilización de Catoira como estación no solo al servicio de los usuarios de la orilla sur, sino también de quienes emplean el ferrocarril procedentes de la comarca de O Barbanza. Basta acercarse por la plaza catoirense un viernes o un domingo por la tarde para comprobar cómo los automóviles llegan y se marchan para recoger o depositar a estudiantes o trabajadores que se mueven en ferrocarril y tienen Catoira como referencia.
En ese punto estriba otra diferencia inexplicable. Cada día laborable, tres trenes lanzadera parten de Vilagarcía hacia Santiago y otros dos lo hacen en sentido contrario. Se detienen en Pontecesures y en Padrón, pero no en Catoira, por mucho que sus números, como queda claro, piden a gritos su inclusión en el servicio.
Quien albergue alguna duda puede reflexionar acerca del crecimiento que la demanda del ferrocarril ha experimentado en las tres estaciones en los 26 años que median entre 1997 y el 2023: Vilagarcía ha rebasado el millón de pasajeros con un aumento del 154 %, que en Cesures es del 28 % y en Catoira alcanza un 241 %.
Hai uns tres meses que comezaron as obras de acondicionamento do vestiario masculino da Piscina Municipal de Padrón, pero observamos, con desgusto de bastantes usuarios, que ditas obras están paralizadas ignorándose os motivos. O certo é que estamos a soportar incomodidades de todo tipo, pois nun espazo moi reducido, uns 35 m2, témonos que cambiar ás veces máis de 20 usuarios cos conseguintes problemas sanitarios (risco de contaxio de enfermidades), de seguridade (as taquillas son claramente insuficientes) e incluso de salubridade (o estado do teito da zona de duchas é realmente lamentable como se pode apreciar na fotografía que se xunta). Como usuario da piscina prégolle que se adopten, de xeito inmediato, por parte do concello as medidas oportunas para que se axilicen e rematen as obras canto antes. Resulta difícil de comprender que nos tempos que vivimos haxa unha situación tan anómala nunha instalación municipal.