La regulación temporal de empleo en la maderera estará en vigor hasta el próximo 30 de abril.
Después de varios días de intensas negociaciones con la
representación sindical, Finsa ha presentado definitivamente un
Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para hacer frente al
parón de actividad desencadenado por la crisis del coronavirus. La
regulación afecta a 1.600 trabajadores de las cuatro plantas gallegas,
de los que 800 se corresponden con la de Santiago y el resto se reparten
entre Padrón, San Cibrao y Ràbade.
El ERTE estará vigente hasta
el próximo 30 de abril y las condiciones establecidas pasan por
completar el sueldo de los empleados hasta llegar al 90 % en marzo y el
85 % en abril, teniendo en cuenta que el 70 % va con cargo al erario
público. También habrá un complemento para llegar al 80 % de las pagas
extras y se mantienen el 100 % de las vacaciones., tal y como ha
anunciado la compañía. Además, la empresa formará una comisión de
prevención específica en cada planta para aplicar y supervisar la
aplicación de medidas de seguridad para las personas que tengan que
trabajar. El colapso generado por la emergencia sanitaria ha obligado a
la empresa a parar la actividad en las plantas, donde quedan servicios
mínimos para el mantenimiento de las calderas e infraestructuras, un
complejo entramado de máquinas industriales en las que transforma la
madera en diferentes productos que tienen salida a los mercados
nacionales e internacionales.
Finsa mantiene cerrados los parques de madera de
las cuatro plantas gallegas, que son las instalaciones donde recepciona
la materia prima, fundamentalmente pino, y donde recibía diariamente,
entre todas, nueve mil toneladas de producto. Solo la fábrica
santiaguesa, por ejemplo, absorbía cada jornada 2.500. Esto ha tenido un
efecto inmediato en el origen de la cadena de valor del monte, donde se
han frenado también las talas de pino.
El
parón industrial afecta en la comunidad gallega a unos 1.500
proveedores de madera, que suministran a Finsa, y también a otras
empresas del sector. El grueso de la plantilla que está fuera de
fábricas se encuentra teletrabajando (300 personas ya en todo el grupo),
pero no los operarios de las plantas, que estarán sin trabajo hasta
finales del mes de abril. La maderera gallega es el primer generador de
empleo de la ciudad y su comarca, con 1.200 trabajadores.
La crisis del coronavirus está afectado a todo el tejido empresarial de Compostela, y ha sacudido con mucha fuerza a la hostelería, sector clave en la economía de la ciudad, y que se halla ahora totalmente parada. Bares, hoteles y restaurantes tienen echada la persiana.
La Voz de Galicia