Pontecesures da un giro a sus fiestas.

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El nuevo alcalde de Pontecesures, el popular Juan Manuel Vidal Seage, presidió ayer su primer pleno ordinario. Era una sesión larga -13 puntos- pero desprovista de cuestiones polémicas o que prometiesen grandes debates. Tanto el gobierno como la oposición apuntaban los dos únicos asuntos revestidos de interés. Uno era el reparto de competencias en el nuevo gobierno. El otro, los emolumentos que percibirán Vidal Seage por media dedicación, y su socio Ángel Souto por una dedicación completa.

El alcalde popular cobrará «exactamente o mesmo que cobraba a anterior alcaldesa», 1.300 euros por cinco horas. Souto Cordo percibirá, por una dedicación a jornada completa, 1.500 euros. La oposición, BNG y PSOE, reprochó a su ex aliado que en este nuevo ejecutivo cobre más «e por facer menos traballo, porque repartiu a súa concellería», dijo Cecilia Tarela (BNG), y al regidor le recordó su histórico rechazo a las concejalías remuneradas.

Anticipándose a las críticas, el nuevo alcalde, que también es concejal de Facenda, hizo cuentas. Comparando las cifras de su gobierno con las del anterior tripartito, concluye que a final de año se ahorrarán unos 15.000 euros. Ese dinero ya tiene destino: Seage tiene previsto dedicar esos fondos a recuperar la Festa do Churro, un certamen que había dejado de celebrarse en la localidad. Introducir ese evento en el programa de las Festas do Carme es uno de los retos que se ha marcado el regidor, que parece dispuesto a darle un giro radical a los festejos de julio. A pesar de que «non temos tempo, non temos recursos e non temos comisión», acaricia la idea de que el grueso de la celebración abandone la zona portuaria y retorne, con todo lo que ello implica, a las calles principales de la villa.

La Voz de Galicia

Rueda justifica la moción de censura ante el ??desgoberno? que se vivía en el Concello.

El presidente del PP en la provincia de Pontevedra, Alfonso Rueda, justifica la moción de censura liderada por el PP y que desbancó de la Alcaldía al BNG, que gobernaba coaligado y en minoría con el Partido Socialista, porque se trata de un mecanismo previsto en la democracia ??cando se percibe que hai un desgoberno, como era o caso?.
A Alfonso Rueda no le gustaron los reproches de la ya exalcadesa nacionalista, Cecilia Tarela, contra los firmantes de la moción de censura, a quienes acusó de buscar intereses económicos en lugar del bienestar de los vecinos de Pontecesures.
??Sei que houbo descalificacións e mal entendemento por parte do BNG?, manifestó el vicepresidente de la Xunta, quien añadiría en todo didáctico que en democracia la moción de censura es un mecanismo tan democrático ??como o que lle permitiu a ela ser alcaldesa de Pontecesures sen ser a forza política máis votada?.
Asimismo incidió en las ??liortas? de los anteriores socios de gobierno que finalizaron con la marcha de TEGA, uno de los tres partidos que conformaban el tripartito, y que meses después conformaría otro, culminado el pasado lunes, aunque en esta ocasión con PP e IP.
Respecto a las críticas recibidas por el PP por parte de otras formaciones políticas por presentar la moción de censura, Alfonso Rueda recordó que ??tamén houbo outras en Lugo, promovidas polo BNG, nas que había alcaldes do Partido Popular que foron os máis votados polos veciños?.
Por este motivo saca a la luz lo que considera como una doble vara de medir en el seno de la formación nacionalista al respecto de las mociones de censura. ??Cando se trata de que o PP non goberne, paréceslle ben, e cando é ao revés din que é un atraco e un roubo. Esa é a vara de medir do Bloque?

Diario de Arousa

Alfonso Rueda afirma que la ley avala la moción de censura.

Critica los «insultos y descalificaciones» de los ediles del BNG en el Pleno del pasado lunes.

El presidente del PP en la provincia de Pontevedra, Alfonso Rueda, se refirió ayer en una visita a Vilaxoán a la moción de censura que el pasado lunes aupó al popular Juan Manuel Vidal Seage a la Alcaldía de Pontecesures. Tras las críticas recibidas desde BNG y PSOE, que lo acusaron de ser el instigador de la moción, Rueda apunta que este «es un mecanismo previsto legalmente cuando la mayoría absoluta de los concejales piensa que hay una situación de desgobierno» en un determinado municipio, en este caso Pontecesures. Por eso da toda la legitimidad al nuevo Ejecutivo liderado por el PP y apoyado por Terra Galega e Independientes de Pontecesures.

El mandatario provincial del PP aludió al «mal entendimiento» de ese mecanismo por parte de la anterior alcaldesa, la nacionalista Cecilia Tarela, a la que acusó de contradecirse ya que es «democrático» y, además, «también permitió que ella, no siendo concejala de la agrupación más votada, ocupara la Alcaldía durante unos meses. Si en pocos meses se le descompone el gobierno y hay enfrentamientos internos, lo lógico es que en esa situación de desgobierno pueda prosperar una moción de censura» como, finalmente, ocurrió en la localidad del Ulla.

Alfonso Rueda lamenta que el Pleno de investidura de Juan Manuel Vidal Seage estuviera capitalizado por los «insultos» y «descalificaciones» y que intentase dar a ver que «cuando se ejerce una moción de censura contra el Bloque se está ignorando y usurpando la voluntad del pueblo, pero que cuando es el BNG el que hace la moción de censura, aunque no sea el grupo más votado es, en cambio legítimo». Estas, añadió Rueda, «son las contradicciones del Bloque Nacionalista Galego, que probablemente lo estén llevando a la situación en la que se encuentra, luchando para no desaparecer».

Faro de Vigo

Del «ponte a traballar» y de otros reproches.

Maribel Castro (IP) es una política veterana. Pero ni siquiera la experiencia acumulada evitó que ayer pasase un mal trago. Encargada de presidir el debate de la moción de censura, vio como esta se le iba de las manos: Cecilia Tarela y Ángel Souto Cordo se enzarzaron en un cruce de acusaciones interrumpido a veces por las apostillas del PSOE y los aplausos del público. La ya exalcaldesa afirmó que su antiguo aliado «minte máis que fala». «O que hai é que poñerse a traballar», le dijo, antes de afearle que se hubiese ido de vacaciones nada más iniciarse el mandato, y que se hubiese cogido una baja «da que pediu a alta cando eu me casei para poder quedar de alcalde». «Non traballou nin trinta días, e os que traballou nin deu cumprido o horario». «¡Ponte a traballar!», volvió a repetir varias veces. Ángel Souto tampoco se mordió la lengua y reprochó a la alcaldesa que «a gran adalide dos dereitos dos traballadores me reproche que collera unhas vacacións ás que teño dereito por lei e unha baixa por enfermidade». «O pobo xa sabe ben quen traballa e quen non. Nas últimas eleccións TeGa duplicou os seus votos, e o BNG con vostede baixou á metade». «Teñamos a festa en paz», dijo Maribel Castro intentando poner orden en el caos verbal en el que había derivado el pleno. Ella, por alusiones, se limitó a decir que «eu non vou ter dedicación exclusiva, polo cal non vou cobrar. Nin por diante nin por detrás». Luego quiso poner fin a la sesión con la jura del nuevo alcalde y el traspaso de poderes o, lo que es lo mismo, con la entrega del bastón. Cecilia Tarela se negó a seguir el protocolo y abandonó la sala. «Pois entrégollo eu», dijo Castro, dispuesta a que no perder ni más tiempo, ni más papeles. La sesión se dio por terminada oficialmente. Comenzó, entonces, el momento de las felicitaciones al nuevo regidor. El primero en estrecharle la mano fue Ángel Souto.

La Voz de Galicia

Juan Manuel Vidal Seage, proclamado alcalde de Pontecesures entre duras descalificaciones.

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Dado que la alcaldesa saliente no quiso fue Isabel Castro la que entregó el bastón de mando a Vidal Seage.

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Una alcaldesa muy enfadada | Antes de que dejara de serlo la alcaldesa Cecilia Tarela se mostró especialmente enfadada.

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Juan Manuel Vidal Seage, iluminado por un rayo de sol en el salón de plenos antes de ser proclamado alcalde.

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Mucha gente de fuera | En el salón de sesiones había un centenar de personas, pero la mayoría eran de fuera.

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Un debate crispado | Ángel Souto Cordo ??al fondo de la imagen??, Roque Araújo ??en primer término??.

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El salón de sesiones se llenó de medios de comunicación y público.

BNG y PSOE mostraron su indignación por perder el poder y no escatimaron en insultos a los nuevos dirigentes -El PP pasa a gobernar en coalición con dos grupos independientes surgidos hace años de sus propias filas

Juan Manuel Vidal Seage es desde ayer a las 12.30 horas alcalde del Concello de Pontecesures. El representante del PP en la localidad fue proclamado primer edil tras la aprobación de una moción de censura que deja sin el bastón de mando a la nacionalista Cecilia Tarela.

La sesión plenaria que comenzaba a mediodía, por momentos tensa y crispada, se ajustó al guión previsto y no hubo sorpresas. Eso sí, destacaron los ataques manifestados por el gobierno saliente, que para la ocasión se hizo arropar por alcaldes y concejales del BNG y el PSOE procedentes de otras localidades de las comarcas de Caldas, O Sar, O Salnés y Pontevedra.

Pero hay que analizarlo todo por partes. En primer lugar decir que la moción de censura prosperó con los tres votos a favor del PP, integrado por Juan Manuel Vidal Seage, José Ramón Cadilla Piñeiro y Mónica Espadas Díez; los dos apoyos de los ediles electos de Independientes de Pontecesures (IP), es decir, María Isabel Castro Barreiro y Francisco García Sobrino; y el líder de Terra Galega (Tega), Ángel Manuel Souto Cordo. Su número dos, Jorge Janeiro Cortés, que no estaba inicialmente de acuerdo con la moción de censura, no acudió al pleno, supuestamente por razones laborales, y se ahorró así un momento desagradable.

Así pues, esos seis votos a favor de la moción de censura constituyen mayoría absoluta, o lo que es lo mismo, un aval suficiente para que gobierne el PP de Vidal Seage, que fue, cabe recordar, la lista más votada en las pasadas elecciones.

A diferencia de lo que sucedió tras las elecciones de mayo de 2015 y antes de la investidura posterior, esta vez sí hubo acuerdo entre esos tres grupos. Los conservadores toman las riendas para tirar de un carro en el que se suben IP y parte de TeGa, dos formaciones que nacieron hace años precisamente como escisiones del PP.

Esto es tanto como decir que desde ayer están en la oposición los dos ediles del BNG -la exalcaldesa Cecilia Tarela y María Teresa Tocino- y los dos del PSOE -Roque Araújo y Concepción Gómez Figueira- que gobernaban en solitario desde que hace unos meses los plantó Tega.

Aclarado esto, como segundo aspecto destacado, hay que aludir a la presencia de un centenar de personas entre el público, pero lo llamativo es que la mayoría no eran vecinos pontecesureños, ni mucho menos. Había alcaldes, concejales e incluso diputados socialistas y nacionalistas como las grovenses Ángeles Domínguez y Noemi Outeda, la valguesa María Ferreirós, Javier Dios, Bieito Lobeira, Carlos Iglesias, Dolores Folgar, María José Vales y otros representantes electos de A Illa, Vilanova, Valga, Cambados, Pontevedra, Caldas, O Grove, Moraña o Padrón, por citar algunos ejemplos. «Estamos aquí para apoyar a nuestros compañeros», argumentaban los representantes del PSOE y el BNG en Pontecesures.

Y el tercer aspecto a destacar del pleno de censura es que tanto Cecilia Tarela como Roque Araújo acudieron dispuestos a vender cara su piel, o desde luego con las escopetas cargadas, de ahí que arremetieran con una dureza por momentos extrema contra los ponentes de la moción, ganándose así los aplausos de sus seguidores.

Para entender mejor los modos que se presenciaron cabe apuntar dos cuestiones muy concretas: que la ya exregidora no dejó de golpear con la mano abierta sobre la mesa mientras gritaba para abroncar a sus detractores, y que tras la votación que dejó claro que Seage era el nuevo alcalde Tarela se negó a entregarle el bastón de mando.

Tuvo que hacerlo María Isabel Castro Barreiro, que también es exalcaldesa y es ya una veterana de la política local. Además presidió la mesa de edad, de ahí que durante la parte más agria del debate, por llamarlo de alguna forma, pidiera que no se convirtiera el salón de plenos «en una plaza de pescado».

Algunos se preguntarán por qué tanta crispación, ya que una moción de censura es una fórmula tan válida y legítima como la de formar un gobierno tras unas elecciones dejando al margen a la lista más votada, que es como llegó al poder Cecilia Tarela hace un año.

La nacionalista trató de explicar ese enfado recurriendo a la descalificación, ya que al parecer se sintió insultada por el texto de la moción de censura presentada, en la que se dice que la situación es «insostenible» en el municipio, que el ejecutivo carecía de la confianza de los demás munícipes y que es necesaria una nueva mayoría «capaz de mejorar el bienestar de los vecinos».

Acto seguido la aún portavoz del BNG pero ya no alcaldesa tildó de «soberbios», «autoritarios» y «malos gestores» a los portavoces de los tres grupos que acabaron con su mandato, antes de asegurar que si ahora se unieron para gobernar «es por dinero».

Efectivamente, la nacionalista acusó una y otra vez a los representantes de PP, IP y Tega de formar gobierno para cobrar, lo que le sirvió para que desde el público alguien la recordara que ella también estuvo cobrando hasta ahora, junto con los dos que fueron sus socios.

Pero Cecilia Tarela siguió con su discurso diciendo que «buscan el dinero y las obras», lo cual explicaría, a su juicio, que se cree una concejalía de Infraestructuras y otra de Obras, «para tener contentos a los dos socios» del PP.

«Solo vienen a por el dinero», gritó una y otra vez una por momentos desencajada Cecilia Tarela, quien la emprendió con especial dureza dialéctica contra Ángel Souto Cordo, quizás por haberla dejado tirada solo un año después de haberla encumbrado en la Alcaldía.

La exregidora criticó a su exsocio acusándolo de ser un «vago» y no cumplir con sus obligaciones cuando tuvo dedicación exclusiva en su gobierno. Lo dijo tras explicar que «ya les queda el trabajo hecho, por lo que pueden rascarse la barriga durante mucho tiempo».

Visiblemente irritada y sin acabar de encajar la derrota, Tarela recordó que los que ahora forman el tripartito pontecesureño «no podían ni verse tras las elecciones» de 2015, pero sin embargo «ahora están todos juntos en esta pandilla que mintió a todos los vecinos».

Esto la llevó a concluir que «las enemistades se curan con dinero, y ya veremos si la jubilada -en alusión a Isabel Castro- cobrará por delante o por detrás».

Cuando ya había perdido totalmente los papeles, Cecilia Tarela acusó a Souto Cordo de haber trabajado «solo durante 30 días» en lo que va de mandato y de «incumplir con su horario». Y sin dejar de dar golpes en la mesa ni de gritar espetó: «Presentar esta moción de censura con insultos es una falta de educación».

También el socialista Roque Araújo se subió al tren de la crítica tildando la moción de censura de «ópera bufa» promovida por «un productor con la cartera llena de dinero que se rodea de un primer actor ambicioso con aires de galán trasnochado y una primera actriz con solera a la que ya no queda otra oportunidad para destacar».

Esta escenificación continuó con un Roque Araújo convencido de que la moción de censura «está basada en mentiras, pues Seage siempre dijo que no aceptaría un tripartito con dedicaciones exclusivas».

Aunque también tuvo tiempo para presumir de gestiones realizadas en el último año, como «mejora del abastecimiento o del cementerio, los colegios, la base de Protección Civil y parques infantiles», sin olvidar los supuestos avances «en servicios sociales, educación, cultura y deporte».

Roque Araújo apostó como Tarela por el cuerpo a cuerpo y preguntó qué va a pasar ahora con la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) -que fue la principal causa de ruptura del viejo tripartito-, qué va a suceder con la polémica variante de la carretera N-550 o incluso si el nuevo alcalde va a promover la fusión de Pontecesures con el municipio vecino de Valga.

Para cerrar su intervención el socialista pronosticó que «el tiempo pondrá a cada uno en su sitio y cada uno tendrá que rendir cuentas en el futuro», que lógicamente es algo que ahora también deberán hacer el propio Araújo y el BNG tras haber perdido la Alcaldía.

Ángel Souto Cordo fue el único del nuevo gobierno que saltó a la arena para participar en el citado cuerpo a cuerpo, quizás porque la suya era una batalla fratricida con los que hasta hace nada eran sus socios.

Y el que para unos es «oveja negra» y para otros «hijo pródigo», ya que sus orígenes están en el PP, no dudó en asegurar que «con Manuel Luis Álvarez Angueira esto no habría pasado», o lo que es lo mismo, que piropeó al anterior alcalde del BNG al tiempo que culpó de la ruptura de relaciones y la pérdida de la Alcaldía a la que fue su sucesora, Cecilia Tarela.

Continuamente interrumpido por ésta, que en realidad fue la única que se saltó a la torera los turnos de intervención, Souto Cordo también tiró de la manta para decir que el socialista Roque Araújo llegó a ofrecerse para formar una moción de censura contra el BNG con Tega e IP.

Y claro, ahí empezaron a llamarse «mentirosos» unos a otros, haciendo que el debate dejara de serlo y los gritos se impusieran a cualquier razonamiento.

Eso sí, Souto Cordo tuvo ocasión de defenderse de las acusaciones diciendo que si faltó al trabajo fue o bien porque durante un periodo estuvo de baja laboral a causa de un accidente de circulación o porque estuvo de vacaciones, de ahí que insistiera en que son sus derechos y acusara a Cecilia Tarela de «ir en contra de los trabajadores».

Junto a María Isabel Castro, que se dedicó a pedir tranquilidad, «para tener la fiesta en paz», y que aseguró que no va a cobrar en esta nueva etapa en el gobierno, el más moderado fue el nuevo alcalde, que evitó entrar en el juego de las descalificaciones y se limitó a leer un breve discurso que arrancó citando la misma frase con la que Miguel Delibes comienza su libro «El Camino»: «Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así».

Tras parafrasear también a Eduardo Pondal, el regidor pontecesureño se comprometió a «sacar adelante» el «desafío» y las «duras pruebas» a las que ahora se enfrenta su gobierno.

Una vez finalizada la sesión Seage dejó claro que «no hay nada de malo en crear una concejalía de Obras y otra de Infraestructuras», garantizó que «solo va a pagarse una dedicación total y otra parcial, por lo que el coste va a ser menor que en el gobierno saliente», y aseguró que podrá compatibilizar su nuevo cargo con su profesión «sin ningún problema».

Faro de Vigo

La moción de censura prospera en Cesures y entrega la Alcaldía al PP en un Pleno bronco.

MOCI?N DE CENSURA PONTECESURES /

La moción de censura se desarrolló ayer en Pontecesures como mandan los cánones: Con bronca. Lo hizo a pesar de la falta de precedente histórico en Arousa, siguiendo el guion previsto aunque con alguna sorpresa y derrocando un gobierno liderado por el BNG para aupar a otro del PP, apoyado por el papel clave de Terra Galega (TEGA), hasta enero antiguo compañero del ejecutivo ya extinto de la nacionalista Cecilia Tarela.
A mediodía, el alcaldable, el popular Juan Manuel Vidal Seage, esperaba junto a los suyos con semblante serio y con la única corbata de la sala. Allí, minutos antes, estaban también el resto de los firmantes de la moción: Los independientes de IP y TEGA. El PSOE aguardaba fuera y el BNG terminó llegando sobre la campana, apurando la incertidumbre del quorum hasta el último momento. Sentados ya a la mesa, todos repararon en la única ausencia, sintomática: La del concejal de TEGA que se negó a apoyar el acuerdo con los firmantes de la moción, Jorge Janeiro, lo que dejaba al grupo dividido, con la única presencia del que sí se sumó al pacto, Ángel Manuel Souto Cordo.

«goberno incapaz»
Maribel Castro tomó el micrófono despejando la incógnita de quién sería el maestro de ceremonias. La independiente leyó el texto de la moción, que deslegitimó al gobierno agonizante centrándose en la ??falta de confianza coa alcaldesa?, a quien explícitamente se llamó ??soberbia e autoritaria? y se culpó de dirigir un ejecutivo ??incapaz de xestionar?. Con esa introducción, el discurso situó al eje PP-TEGA-IP como alternativa y dio el turno de palabra al aspirante al bastón de mando.
Vidal Seage comenzó citando a Miguel Delibes y su obra ??El Camino?: ??As cousas puideron ter sucedido doutro xeito, pero sucederon así?. Dijo ser consciente de que ??esta non é unha situación normal?, pero barrió para casa al considerar que tampoco lo era el hecho de que en junio se privase de gobernar a la lista más votada, la suya. El candidato concluyó con otra cita, de Eduardo Pondal: ??? un caso de dura adversidade urxente?. Y claro, la mención al bardo que puso letra al Himno Galego acabó de tocar la fibra a la líder nacionalista, entonces todavía alcaldesa.

«os motivos, os cartos»
??A Pondal de que? Unha vergonza!? estalló la regidora saliente. ??Esta moción baséase en insultos, é unha falta de respecto?, comenzó arrancando el primer aplauso, de la mitad del público. Y, herida en lo personal, devolvió los calificativos recogidos en la moción: ??Soberbio será o señor Seage; autoritaria, a señora Castro?. De su excompañero de TEGA aseguró que le falta capacidad de trabajo.
Y por eso, porque no se cree que la moción responda a nada que pudiera achacársele a ella misma, aseguró que ??os motivos son os cartos?. Otra salva de aplausos ahogaba la arenga ??que eso era?? encendida y opuesta al hasta entonces tono comedido general. Tarela, hecha un huracán, arremetió a izquierda y derecha e insistía: ??Polos cartos e polas obras! Por primeira vez desdóblase unha Concellería de Obras?, que se reparte en Obras por un lado y Urbanismo por otro. ??As enemistades?, dijo sobre los firmantes, hasta hace poco adversarios, ??cúranse con cartos?. Y había más: ??Quédalles o traballo feito, as subvencións pedidas polo noso goberno e todo previsto en Cultura ata decembro, quédalles tempo para que se rasquen a barriga!?
Una mujer de entre el público se atrevió entonces a contrarrestar la dialéctica incendiaria de la alcaldesa con una crítica: ??Tamén ti poñías a traballar á xente que che daba a gana?, lo que obtuvo un abucheo general.

el «galán» y la «estrella»
??Isto semella unha ópera bufa?. El socialista Roque Araújo, hasta ayer socio de un gobierno en minoría, comenzó con una analogía musical, con la que repartió también para todos: ??Hai un productor coa carteira chea?, dijo en velada alusión a la dirección popular, ??que se rodea dun elenco de actores?, que no dudó en presentar. Citó a un ??galán trasnoitado?, que pronto se identificó con el alcaldable; y a ??unha actriz con solera, que non se decata de que o seu tempo xa pasou?, lo que en seguida incomodó a Castro, de IP. ??E a nota cómica, un bufón que recorre o escenario dun lado a outro?, terminó el símil haciendo escarnio con el movimiento del líder de TEGA, que en pocos meses dejó un gobierno para sumarse ahora a otro.
Araújo, en una intervención calculada y con guión, echó también mano de la hemeroteca, para sacar momentáneamente los colores al candidato popular, recordándole lo que decía hace unos meses: ??Hai unha cousa pola que non paso, un goberno tripartito con dedicacións exclusivas?, la fórmula exacta que ahora aúpa al conservador a la Alcaldía.

«con angueira non pasaba»

Todos esperaban las palabras de Ángel Souto, pieza clave en el conglomerado de siglas. El líder de TEGA despertó aplausos, abucheos y la ira de la alcaldesa a partes iguales nada más comenzar: ??Isto con Luis Álvarez Angueira non pasaba?. Citaba de esta forma a quien fuera alcalde del BNG, lo que no hacía sino personificar nuevamente en Cecilia Tarela los motivos que llevaron a la moción.
??Pasaba igual!?, defendió en alto la regidora, instalados ambos ya en un tira y afloja que terminaría siendo el debate más enconado, con golpes en la mesa y reproches de quienes hasta hace poco compartían ejecutivo.
Pero Souto también tenía una carga de profundidad para el PSOE: ??Explíquelle ao BNG a chamada do 23 de abril, na que me propoñía unha moción con acordo de PSOE, TEGA e IP?. La acusación era directa hacia una supuesta traición del único socio que le quedaba a la nacionalista. ??Mente!?, se apresuró a negar Araújo desde las filas del partido del puño y la rosa.

la investidura
Zanjado el debate, se propuso a Seage como alcalde y se votó. Se hizo nominalmente, concejal a concejal y sin sorpresas. Los ??sí? de uno de los ediles de TEGA, abucheado por ello, y todos los de IP y PP fueron suficientes para aplacar los ??no? de PSOE y BNG, 6 a 5. El conservador fue entonces proclamado alcalde entre aplausos, se puso en pie y, siempre serio, se abrazó a algunos compañeros. Eligió el ??juro? en detrimento del ??prometo? para la toma de posesión y recibió finalmente el bastón de mando. Pero no lo hizo de manos de la exalcaldesa, que ya dejaba el salón, negándose a dicho protocolo. Herida por el desplante, Castro se erigió en portadora de la vara, para su entrega.

Diario de Arousa