Un padronés vive con miedo por el paso de camiones ante su casa.

Joaquín Santos señala la esquina de su casa en la que tocan los camiones de gran tonelaje.

Reside en el estrecho de A Trabanca, prohibido a los grandes vehículos

Joaquín Santos Lapido, un vecino de 86 años del barrio padronés de A Trabanca, no vive tranquilo. Su casa está situada en el estrecho mismo de la vía que une Padrón y Rois, un tramo por el que, desde hace años, está prohibida la circulación de vehículos de más de 3,5 toneladas. No obstante, algunos siguen pasando.
«A cada momento, ven algún camión perdido e moitos incluso se fan os despistados», dice Joaquín Santos. El último incidente ocurrió semanas atrás, cuando un tráiler portugués entró mal en el estrecho, pegó en el tejado de la casa de Joaquín y le movió varias tejas. Al parecer, los dos conductores manifestaron que no vieron las señales de prohibido circular con un camión de ese tonelaje, pese a que pasaron por delante de dos.
El tráiler tuvo que ir marcha atrás hasta el cruce que sube hacia el monte Santiaguiño y siguió su dirección hacia una empresa de aluminio, en cuya rotonda se sitúa la primera de las señales que indican la prohibición. «Non chegan ou non serven para nada», opina Joaquín Santos en alusión a dichas señales. A veces, él mismo sale a la calle y les dice a los conductores que les van a multar por circular por el paso estrecho.
«Andan con présa, fóra de control e non reparan en nada. Pensan que a carretera é deles», añade este vecino, que asegura que «vive con medo». Por ello, apunta la posibilidad de colocar otras dos señales de prohibición en las paredes de su vivienda, una en cada sentido de circulación, para que definitivamente fueran «ben visibles».
Joaquín Santos también alerta de la velocidad a la que circulan los vehículos en este punto, pese a que se trata de un paso estrecho por el que solo cabe un turismo en cada sentido y que está limitado a 40 kilómetros por hora, según dice. «Pasan lanzados», explica el vecino de A Trabanca. En cuanto a los camiones de gran tonelaje, las señales de prohibición de paso están instaladas desde hace años, tanto en una dirección como en otra, pero, pese a ello, «este problema non se da arreglado máis», lamenta Joaquín.

LA VOZ DE GALICIA, 05/04/11

Alerta en el río Sar por una mancha.

Pescadores y vecinos de Padrón alertaron ayer por la tarde de la presencia de una mancha, que parecía de gasoil, en el río Sar a su paso por la villa. Avisada la Policía Local, esta se desplazó hasta la zona de O Ribeiro para ver como iba el río, pero no pudo constatar nada ya que la macha había desaparecido ya río abajo, según pudieron comprobar sobre todo los vecinos de la zona.

LA VOZ DE GALICIA, 30/03/11

Salva la vida tras saltar del tractor que iba a arrollar un tren.

Claudio Chenlo, de 86 años, salió ileso y afirma tras el accidente: “Volví a nacer”

El tractor quedó destrozado a una docena de metros del lugar del accidente.

Un vecino de Pontecesures de 86 años de edad salvó ayer la vida tras invadir sin querer con su tractor un paso a nivel con la vía del tren, y saltar al suelo antes de que el convoy arrollase el vehículo agrícola.
Los hechos sucedieron a las 17.20 horas, en el paso a nivel de Porto (Pontecesures). Claudio Chenlo Piñeiro había salido de su casa en Souto con la intención de cargar en el tractor una poca leña que tenía en una finca de Porto.
Para llegar allí tenía que cruzar el paso a nivel entre la carretera y la vía férrea de Vigo a A Coruña. El hombre cuenta que “al doblar hacia aquí me cegó el sol y no vi la barrera bajada”. Por ello, chocó contra la protección, rompiéndola. Justo en ese momento se aproximaba a la zona un tren procedente de Vigo, con 49 pasajeros a bordo.
“Miré para el tren y vi que ya se me venía encima, así que salté del tractor”, relata Claudio Chenlo. Sus reflejos le salvaron la vida, pues el convoy acabó arrollando el tractor. El vehículo agrícola quedó totalmente destrozado, a un lado de la vía, mientras que el tren no sufrió ningún desperfecto.
Una vez fueron alertados los servicios de emergencias y se comprobó que Claudio Chenlo estaba bien, el tren pudo reanudar su marcha un cuarto de hora después. “Volví a nacer”, declaraba gráficamente el pontecesureño minutos después del accidente.
No hubo fallo mecánico
El hombre manifiesta que no vio la barrera baja porque le deslumbró el sol. Lo que no podía concretar después del accidente es si funcionaban o no las señales acústicas que también avisan de la proximidad del tren. ?stas, sin embargo, funcionaron con normalidad (al igual que el semáforo) cuando, sobre las 17.45 horas pasó el tren con destino a Vigo.
El concejal de Relacións Institucionais de Pontecesures, Luis Ángel Sabariz Rolán, se personó también en el lugar, y apuntó que inicialmente no se aprecia la existencia de un error mecánico en el funcionamiento de los sistemas de protección del paso a nivel.
Indicó igualmente que el cruce de Porto no es conflictivo, pues no se produjeron en él accidentes de consideración, al menos durante los últimos años. El implicado en el accidente de ayer también declaró que “nunca tuve problemas en los pasos a nivel”. Además de Luis Sabariz, estuvieron en la zona los servicios de vigilancia del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), una patrulla de la Guardia Civil y numerosos vecinos de la zona.

FARO DE VIGO, 22/03/11

El director de Novacaixagalicia en Valga planta cara a un ladrón armado y consigue evitar un atraco.

Vehículos de la Guardia Civil estacionados delante de la sucursal que sufrió el intento de atraco.

Carlos Paz, director de la sucursal de Novacaixagalicia de Ponte Valga, se convirtió ayer en el héroe del municipio al enfrentarse a un ladrón armado que entró en la oficina y al que ahuyentó sin que pudiera perpetrar el atraco. El director era la única persona que sobre las 9:20 horas ­momento en el que se produjeron los hechos­ estaba en el interior de la sucursal, a la que accedió un varón ataviado con una boina negra, peluca rubia, gafas de pasta y guantes. Se aproximó al mostrador de atención al público y esgrimió lo que, inicialmente, parecía ser un arma de fuego, al tiempo que reclamaba al empleado de la oficina que le entregase el dinero que tenía disponible. El director intentó entrar en su despacho para accionar la alarma, pero el atracador se lo impidió colocándose ante él y cortándole el paso, mientras de nuevo le exigía el dinero.
Ambos se dirigieron entonces hacia el cajón situado tras el mostrador. El ladrón lo abrió y cogió los billetes. En ese momento se cambió el arma de mano, una circunstancia que Carlos Paz aprovechó para abalanzarse sobre él. En el forcejeo consiguió quitarle el arma, por lo que el ladrón, al verse acorralado, decidió darse a la fuga a pie y dejando en el interior de la sucursal tanto la pistola, que luego se comprobó que era falsa, como el dinero que tenía entre manos.

Todo sucedió muy rápido, en unos ??dos minutos?, comentaba el director de la sucursal de Novacaixagalicia a su salida del cuartel de la Guardia Civil, en donde prestó declaración acompañado por otros responsables de la caja. No es, por tanto, de extrañar que nadie en las inmediaciones se percatase de lo que estaba ocurriendo, ni en los establecimientos comerciales y de hostelería más próximos y, ni siquiera, en la Casa Consistorial, situada justo en frente de la oficina asaltada. Fue la presencia de varias patrullas de la Guardia Civil lo que, minutos después, puso en alerta a los ciudadanos sobre que algo extraño estaba ocurriendo en la villa.

Agentes del Instituto Armado permanecieron durante buena parte de la mañana tanto en los exteriores como en el interior de la sucursal recabando información y alguna pista que pueda servir para identificar y llegar a detener al atracador. El operativo desplegado por la Guardia Civil incluyó también controles en varias zonas de la comarca.

Mientras, desde el gabinete de comunicación de Novacaixagalicia se limitaron a confirmar la tentativa de robo y a felicitarse porque ??gracias a Dios? no hubo que lamentar daños de carácter personal.

DIARIO DE AROUSA, 24/02/11

Un camión sin conductor hiere a un operario que señalizaba en la N-550 al empujarlo contra un edificio.

El camión se precipitó por la rampa probablemente por un fallo de los frenos.

Un operario que realizaba tareas de señalización en la carretera N-550 resultó herido al ser empujado por un camión contra la pared lateral de un edificio en el acceso al puente de Pontecesures. El accidente laboral tuvo lugar sobre las 16:40 horas de ayer a la altura de la vivienda número 1 de la calle José Novo Núñez. Eran tres los trabajadores de la empresa Sebagasa que, en esos momentos, realizaban tareas de señalización en el comienzo del puente interprovincial, en el margen de Pontecesures. Contaban con el apoyo de un camión, con matrícula PO-2269-BN, en el que tenían almacenado diverso material.
En un determinado momento este vehículo quedó encendido pero sin conductor. Es probable que por un fallo en el freno de mano, aunque no está todavía muy claro, el camión se marchó por una rampa de bajada hacia un garage de la casa número 1 de Novo Núñez. Uno de los operarios se encontraba en esa zona y el camión lo empujó golpeándolo contra la fachada lateral de la vivienda, causándole diversas heridas.

Al lugar se desplazó la Policía Local y el 112, que recibió una alerta de Urxencias Médicas, también movilizó a la Guardia Civil de Tráfico y a un helicóptero con base en Santiago, que salió casi de inmediato para Pontecesures en previsión de que el accidente laboral pudiera ser de mucha gravedad. Sin embargo los equipos médicos lograron estabilizar al herido ­Juan Manuel S.A., vecino de la ciudad de Vigo y de 32 años de edad­ en el mismo lugar de los hechos.

Es la Guardia Civil de Tráfico la que se encarga de realizar el correspondiente atestado para aclarar cómo se produjo el accidente, que en ningún momento obligó a cortar la carretera N-550. Eso sí, en el lugar se congregaron muchos curiosos.

DIARIO DE AROUSA, 04/11/10

Desvalijan de madrugada dos máquinas tragaperras de dos establecimientos en Catoira.

Dos establecimientos de hostelería sufrieron sendos robos en la madrugada del jueves. Se trata del restaurante ??O Rancho? de Abalo, y el bar ??Capo Subido?, situado en la Rúa do Concello, a los que los ladrones accedieron forzando ventanas y, una vez dentro, desvalijaron las máquinas registradoras, llevándose el dinero que tenían en su interior. Aunque las investigaciones de la Guardia Civil todavía están en su fase preliminar, parece que ambos robos fueron cometidos por las mismas personas.
Según parece, los ladrones eligieron como primer objetivo la cafetería ??Campo Subido?. Accedieron por una ventana, manteniendo subida la persiana eléctrica con la ayuda de unas piedras. Se llevaron un teléfono móvil, la recaudación de la máquina tragaperras y el dinero en metálico que contenía una caja fuerte, entre seiscientos y setecientos euros, según indicó una de las trabajadoras, que se percató del robo en la mañana de ayer, cuando acudió a abrir el establecimiento. Durante la noche, al parecer, sonó la alarma, por lo que la central puso en alerta al dueño del local. ?ste acudió a los alrededores del bar pero no percibió nada extraño, todas las persianas estaban bajadas, por lo que pensó que se trataba de una falsa alarma. Es probable que, en ese momento, los ladrones todavía estuvieran dentro del ??Campo Subido?, comentaba ayer la trabajadora, pero su jefe no se percató de que una de las ventanas ­la más difícil de ver desde la carretera­ estaba forzada.

Tras conseguir un botín en este establecimiento, los atracadores se desplazaron hasta Abalo para perpetrar un nuevo robo en ??O Rancho?. Utilizaron las mesas de plástico de la terraza para llegar hasta una ventana lateral y otra trasera por las que entraron. ??Sabían moi ben o que facían. Coñecían o bar porque entraron por un punto cego? en el que no fueron detectados por la alarma, que no llegó a sonar en ningún momento, comenta uno de los empleados del restaurante. En cuestión de unos minutos forzaron la máquina tragaperras y se llevaron gran parte del dinero que contenía ­alrededor de 600 euros­. Cogieron los billetes y las monedas de uno y dos euros, dejando únicamente las de céntimo. ??Tiñan moita presa, porque non tocaron nin a caixa nin nada, foron só a pola tragaperras? y se marcharon por la puerta del garage, que abrieron de una patada.

La propietaria, que vive en la planta de arriba, escuchó durante la madrugada un ruido extraño, pero creyó que se había caído una caja, por lo que ni siquiera bajó a ver lo que ocurría. Por la mañana fue cuándo se enteró de que había sufrido un robo.

Los hechos fueron denunciados, en ambos casos, ante la Guardia Civil. Agentes de la Policía Judicial acudieron a los dos establecimientos de hostelería para intentar recabar pistas o localizar huellas que puedan ayudar a identificar a los autores de los atracos.

DIARIO DE AROUSA, 22/10/10