Los vecinos de Valga no quisieron perderse el homenaje a la ilustre Bella Otero.
El Museo da Historia de Valga acogió ayer un emotivo homenaje a la Bella Otero en el 50 aniversario de su fallecimiento. Agustina Otero jamás regresó a Valga tras su trágica huida con 10 años, pero los vecinos de la localidad le mostraron todo su cariño y reconocimiento por una larga, prolífica y exótica vida teñida de luces y sombras.
La figura de la Bella Otero tardó en recibir el reconocimiento de los valgueses, pero desde que el Concello comenzó a trabajar en la recuperación de su memoria, todo ha cambiado. Ayer pudo comprobarse en el acto de homenaje celebrado en el Museo da Historia con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento. Decenas de vecinos participaron en un acto en el que hubo actuaciones musicales, se expusieron los mejores trabajos infantiles sobre la Bella Otero, se realizó una ofrenda floral delante de su casa familiar y se proyectó un vídeo en el que algunos valgueses expresaban su punto de vista sobre tan insigne vecina.
El evento comenzó con la colocación de un ramo de flores en memoria de Agustina Otero en la vivienda ahora convertida en museo de la localidad que la vio nacer en 1868. Después, Antonio Garrido, profesor de la USC experto en su vida, habló de algunos aspectos menos conocidos de la diva de la Belle ?poque francesa.
Posteriormente se proyectó un vídeo de media hora en el que algunos vecinos de la villa del Ullán hablaban de la Bella Otero. José Burés, uno de los abuelos de Valga; Maricarmen Otero, cuyo padre era primo carnal de la cabaretera; y Rosa Crespo, creadora de la camelia que lleva el nombre de la homenajeada; fueron algunos de los encargados de recordar la belleza singular y la personalidad de esta mujer que tuvo que huir de Valga muy joven tras ser víctima de una agresión sexual.
Jamás regresó, pero si lo hiciese ayer a buen seguro que se hubiera emocionado con los trabajos que las alumnas de los colegios de su localidad realizaron en su honor. Maricarmen Castiñeiras, edil de Cultura y una de las figuras decisivas para esta labor de recuperación histórica, explica que la ganadora del concurso infantil fue «Alexandra Bandín (11 años, Xanza), por su originalidad. Dibujo la casa de la Bella Otero y por detrás pintó dos montañas recreando los pechos» de la diva, «que sirvieron de inspiración para la construcción del hotel Carlton de Cannes». Otros trabajos reconocidos ayer fueron el de una niña que pintó un dibujo en formato A3 recordando el encuentro de la estrella de los escenarios franceses con el zar de Rusia y un mural que pintaba a la Bella Otero como una mujer muy viajera.
Maricarmen Castiñeiras comenta con simpatía como «cuando mi bisabuela me hablaba de ella non me creía mucho lo que me contaba. Aún hoy, son tantas las cosas que se dicen de la Bella Otero que es difícil saber si algunas son reales o no». Como la de que tenía muy buena relación con el cura de Valga y por eso, se cuenta que «la ropa con lentejuelas de la Virgen y la tela del Corazón de Jesús fueron donados por ella».
El acto se cerró con música de la mano de las pandereteiras de Xanza, la ANPA del Ferro Couselo y «As Chirimbolas do Pino», la Banda de Música de Valga y la voz de la cantante local María Chenlo. Interpretaron, entre otras piezas, el cantar de la Bella Otero con el sonido de las panderetas y la popular «A saia da Carolina», compuesta en honor a la mujer más famosa de la historia de Valga. Una mujer cada día más y mejor recordada en su tierra.
Faro de Vigo